
La tercera edición de la jornada “Avances Tecnológicos para un Mar Productivo y Sustentable” convocó a representantes del sector salmonicultor, investigadores y estudiantes en torno al desarrollo de una producción marina más responsable y colaborativa.
La Universidad de Magallanes (UMAG) fue el punto de encuentro para una nueva jornada de diálogo entre el sector productivo y la academia, con foco en las buenas prácticas y avances tecnológicos orientados a la sustentabilidad de los entornos marinos. La actividad, organizada por la carrera de Biología Marina y el proyecto Ciencia 2030, reunió a representantes de empresas salmoneras, académicos y estudiantes, en un espacio que buscó estrechar vínculos y generar nuevas oportunidades de colaboración.

“El objetivo es socializar los avances tecnológicos, compartir experiencias y establecer sinergias que favorezcan el desarrollo de iniciativas conjuntas”, explicó Loreto Pérez Fuentes, profesional de la Dirección de Innovación y Transferencia de la UMAG y coordinadora de Ciencia 2030. En esta edición, destacó, se logró ampliar tanto el alcance como la diversidad de actores involucrados. “Originalmente, empezábamos en el Departamento de Biología Marina, hoy en día en el de Agronomía, y también tuvimos la sorpresa de ver a un alumno de Derecho. Es algo transversal”, aseveró.
El programa incluyó exposiciones de representantes de las empresas Multi-X Salmon, AquaChile y Blumar, quienes abordaron los desafíos y compromisos del sector en materia de sostenibilidad. Asimismo, el académico de la UMAG, Dr. Pablo Gallardo Ojeda, presentó una propuesta concreta para fortalecer la vinculación entre la universidad y la industria a través del desarrollo de tesis, asesorías y proyectos de investigación aplicada.

“Mi principal objetivo era que la industria salmonera conozca lo que la Universidad de Magallanes tiene en términos de docencia, lo que ha hecho en I+D, y lo que puede hacer en vinculación con el medio”, señaló Gallardo. Según explicó, la articulación entre los desafíos del sector y las capacidades de la institución educativa permitiría “utilizar, entre comillas, como instrumento a nuestros estudiantes” para desarrollar investigaciones con impacto real. Sin embargo, también advirtió sobre las dificultades para sostener estos vínculos sin apoyo institucional. “La acuicultura requiere tres patas: ciencia, empresa y Estado. Y en nuestro país, lamentablemente, no se hace de esa manera”.

Para Loreto Pérez, la evaluación de la jornada fue positiva: “Estamos contentos con la participación que tenemos hoy en día. Hemos visto cómo progresivamente estas iniciativas tienen más público, mayor participación, cosa que en un minuto era mucho menor”. A su juicio, estos encuentros permiten visibilizar capacidades poco conocidas de la universidad, generar conversación sobre las necesidades de la industria y ampliar los horizontes de colaboración interdisciplinaria.




