Basta ponerse el visor de realidad virtual y tomar los controles con ambas manos para vivir una experiencia única: entrar a un pabellón y ver un esqueleto humano, completo, elegir por ejemplo el fémur, acercarlo con uno de los controles, como si lo tuviéramos en nuestras manos y revisarlo.
Y ¿por qué no caminar por el interior del edificio de la Facultad de Ingeniería y Ciencias o acceder a un bosque subantártico e interactuar con flora y fauna, acercarse a un glaciar?
Estas son parte de las vivencias que ya experimentan algunas y algunos estudiantes de la carrera de Ingeniería en Computación e Informática de la Universidad de Magallanes en el moderno Laboratorio de Computación y Modelado 3D, implementado en el cuarto piso de la Facultad de Ingeniería, cuya inauguración oficial se proyecta para el inicio del segundo semestre de este año. Las instalaciones fueron conocidas por el rector de la UMAG, José Maripani, acompañado de la vicerrectora Académica, Melissa Flores; del director de Docencia, Mario Garay y de la directora Ejecutiva de Rectoría, Elizabeth Jeldres.
Este espacio de alta tecnología, que estará disponible para toda la comunidad estudiantil de la UMAG, demandó una inversión cercana a los $80 millones de pesos y forma parte de un proyecto de fortalecimiento institucional el cual destinó un total de $450 millones para potenciar la infraestructura y equipamiento de la Facultad de Ingeniería, explica el decano Claudio Gómez. Además, se suma el aporte cercano a los $8 millones de implementación financiado en el marco del proyecto MAG21991 del Mineduc llamado “Gestión digital: Estrategia y desarrollo institucional”.
Agrega el decano que se trata de un laboratorio único, con computadores de última generación especialmente diseñados para procesos de modelación y renderización 3D, escáneres industriales y de precisión, impresoras 3D, cámaras especiales y cortadoras láser capaces de trabajar con distintos materiales, incluso cortar acero. “Renderizar significa, a partir de planos, generar realidades 3D que luego se pueden explorar con visores o fusionar con tecnología inmersiva para que los estudiantes puedan ‘entrar’ a lo que han diseñado, como por ejemplo un brazo robótico”, dice.
Este laboratorio no solo permite el aprendizaje práctico de tecnologías inmersivas, sino que también posibilita el desarrollo de prototipos tangibles, dando forma a un verdadero Fab Lab universitario. Según el académico Pedro Alberti, del Departamento de Ingeniería en Computación, uno de los aspectos más destacables es que “todo lo que se ha presentado al rector fue desarrollado aquí, por el equipo docente y estudiantil. Desde la recreación virtual de la Facultad hasta las imágenes en 360° de un bosque subantártico; esto ha sido una apuesta de innovación local”.
La sala ya está en funcionamiento para estudiantes de cursos superiores, en especial aquellos que desarrollan sus tesis, pero el objetivo es abrir su uso a todos los niveles de la carrera. “Queremos que desde primer año ya estén en contacto con esta tecnología”, añade Alberti. Aún queda por resolver un ajuste técnico vinculado a la ventilación de la cortadora láser para poder inaugurar oficialmente el laboratorio en aproximadamente un mes y medio.
El rector de la UMAG, José Maripani, valora profundamente la iniciativa y destaca que “es siempre una oportunidad visualizar cómo podemos transformar la realidad que nos rodea en algo que puede estar en un mundo virtual, un mundo digital. Y eso realmente es muy interesante por cuanto nos permite sin estar in situ, poder mirar por ejemplo, un aerogenerador, una molécula, mirar una casa, imaginarnos cómo quedaría la casa, poder mirar nuestros parques y reservas naturales. O sea, las oportunidades para imaginarnos el mundo que nos rodea, nuestra región, tenerla cercana a nosotros, sin tener que ir a lugares, como un glaciar que queda lejos, cuál es la estructura, es realmente algo que a uno lo asombra”.
Además, resalta que el laboratorio tiene impresora 3D, donde se podrían construir implementos que se necesitan: “Nos estaban hablando de cómo la carrera de medicina necesita corazones y se podrían diseñar acá, escanearlos, imprimirlos para que nuestras y nuestros estudiantes puedan tener corazones de tamaño natural y puedan también visualizar las partes que los componen”.
Una de esas posibilidades ya es realidad para Johan Fink, estudiante de último año de Ingeniería en Informática y Computación, quien desarrolló una recreación digital del primer piso de su facultad utilizando planos reales, imágenes propias y un motor gráfico. “Este laboratorio está muy bien equipado y abre muchas posibilidades para los proyectos que vienen. Es una plataforma que va a marcar una diferencia”, afirma.
