
Por dos días, representantes de seis universidades del sur austral se reunieron en Punta Arenas a evaluar los avances del proyecto Ciencia 2030, compartir aprendizajes y proyectar la sostenibilidad de esta iniciativa que busca transformar las facultades de ciencias en el sur de Chile.

La capital de Magallanes fue sede del Encuentro Anual del Consorcio Sur – Subantártico Ciencias 2030 (Ci2030), una instancia que reunió a delegaciones de la Universidad de Talca, Universidad del Bío-Bío, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Universidad de La Frontera, Universidad Austral de Chile y Universidad de Magallanes. Durante las jornadas, se compartieron balances, hitos y desafíos de un proyecto que ya acumula cinco años de implementación, y que busca consolidar cambios profundos en la enseñanza y vinculación de la ciencia con la sociedad.
La Dra. Leyla Cárdenas Tavie, directora del proyecto y decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral, explicó que el trabajo durante estos cinco años ha permitido que seis facultades de ciencia colaboren entre sí, para introducir una transformación en la manera de impartir la disciplina. “Lo que buscamos es impactar la forma de generar ciencia pensando en que hoy día la industria, el entorno productivo local de cada una de nuestras universidades nos exige también estar atentos y al tanto de las problemáticas, y ver cómo la ciencia apoya a las soluciones de estos problemas”, señaló.
Cárdenas explicó se han insertado modificaciones en las mallas curriculares, con el fin de que los estudiantes se familiaricen con la innovación, el emprendimiento y el trabajo con la industria. También se han creado instancias de formación docente y se han mejorado las capacidades institucionales para acceder a proyectos aplicados. El objetivo, dijo, es que la siguiente fase de “sostenibilidad” se realice en cada universidad de manera individual, asegurando que las capacidades instaladas permanezcan más allá del financiamiento actual.
La experiencia de colaboración y los aprendizajes compartidos

Luis Pardo Suazo, vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación Artística de la Universidad Austral, destacó la cooperación como un sello del encuentro. “Me voy súper feliz, porque primero veo que el proyecto ha sido súper importante y ha impactado en cada una de las universidades del consorcio. Segundo, porque hay un ambiente de cooperación que es súper importante en ciencia y sobre todo que a veces es tan competitiva. Pero acá hay un ambiente de colaboración y creo que eso es lo que necesitamos en nuestro país, en nuestra academia”, afirmó.
Pardo subrayó además la relevancia de acciones conjuntas como el Magíster Consorciado en Innovación y la Hackatón, instancia que reúne a estudiantes y profesores de distintas universidades en torno a la resolución de desafíos reales. “Esa acción, sólo esa acción ya es un logro de los mayores que tiene el consorcio. Y debería ser proyectada en el tiempo”, recalcó.
Impacto en la formación y vínculo con la industria

Desde la Universidad de La Frontera, el decano Adison Altamirano Navarrete valoró especialmente la instalación de capacidades permanentes. “Se han generado capacidades instaladas que, independiente de que el proyecto continúe o no, nosotros ya nos quedamos con ellas, que yo creo que se van a continuar apoyando y van a seguir contribuyendo a las diferentes dimensiones que la universidad fortalece, que es el pregrado, el posgrado, la investigación y también la vinculación con el medio”.
Para Altamirano, uno de los principales impactos ha sido cultural. “A la gente que trabaja más en ciencia pura le cuesta avanzar hacia la innovación, y eso requiere un cambio cultural. Y esto yo creo que se ha logrado. Ése es el principal impacto, cómo ha logrado calar desde el punto de vista cultural el tema de la innovación en todas las dimensiones que trabajamos las universidades”.

El director de Innovación y Transferencia de la Universidad de Magallanes, Sergio Radic Schilling, subrayó que uno de los hitos más relevantes es la creación del Magíster en Innovación consorciado, en el que participarán las seis universidades. “La idea es que comience el otro año. De alguna forma va a ser el primer magíster consorciado con tanto número de universidades vinculadas”, explicó.
Radic también valoró los programas que la UMAG ha consolidado en el contexto del consorcio, como la Hackatón, la Expo Mar y la Expo Agro, todas actividades que han fortalecido áreas específicas como los departamentos de Recursos Naturales y Agropecuario. “Esto es algo que quisiéramos mantener en el tiempo”, afirmó.
Un encuentro que proyecta sostenibilidad

Más allá de los balances institucionales, el encuentro dejó claro que el desafío de los próximos años será asegurar la sostenibilidad de los cambios impulsados por el proyecto. Según explicó Leyla Cárdenas, “lo que hemos hecho básicamente es compartir buenas prácticas y también compartir nuestras fallas, y eso es lo que nos permitirá ir avanzando hasta el final del 2030”.
La decisión de realizar la reunión en Magallanes permitió, además, poner en valor el territorio austral como lugar de concentración, diálogo y reflexión científica. “Fue bueno también venir a Magallanes, porque además a todos nos permite venir a concentrarnos acá, este maravilloso lugar que además es precioso frente al estrecho”, expresó Cárdenas.
Con estos aprendizajes y compromisos, el Consorcio Ciencias 2030 se prepara para enfrentar su próxima etapa, donde la innovación, la formación y la vinculación con el medio seguirán siendo los ejes principales de su acción conjunta.





