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Comunidad escolar de Puerto Williams avanza en convivencia con jornada de reflexión 

Comunidad escolar de Puerto Williams avanza en convivencia con jornada de reflexión 

La actividad del Programa “A convivir se aprende”, dirigida por un equipo de la Universidad de Magallanes, se efectuó en el contexto de la nueva Política Nacional de Convivencia Escolar 2024-2030, y forma parte de una serie de encuentros en distintas comunas de Magallanes. El propósito es contribuir al fortalecimiento de entornos escolares más inclusivos, dialogantes y orientados al bienestar colectivo.

Más de 65 personas —incluyendo equipo de gestión, docentes, asistentes de la educación y representantes del Programa de Integración Escolar— participaron recientemente en una sesión de acompañamiento en el Liceo Donald McIntyre Griffiths de Puerto Williams, comuna de Cabo de Hornos. La actividad se desarrolló en el contexto del programa “A Convivir se Aprende”, impulsado por el Ministerio de Educación y ejecutado en la región por la Universidad de Magallanes (UMAG).

El académico Sergio Saldivia Córdova, informó que la jornada tuvo como eje central el análisis de los principios orientadores de la nueva Política Nacional de Convivencia Escolar (PNCE) 2024-2030, tales como inclusión, participación y cuidado mutuo. La metodología de trabajo buscó activar una reflexión interna entre los y las participantes respecto de cómo estos principios se manifiestan —o podrían manifestarse con mayor fuerza— en la vida cotidiana del liceo.

Saldivia, investigador responsable del programa en las comunas de Porvenir y Cabo de Hornos, explicó que “la actividad consistió en un trabajo con el equipo de docentes, directivos y asistentes de la educación del Liceo Donald McIntyre Griffiths de Puerto Williams”, y que su principal objetivo fue “conversar acerca de la política nacional de convivencia escolar, discutiendo cómo los principios que propone la política —como inclusión, participación y cuidado mutuo— se hacen presentes en las acciones de toda la comunidad escolar, y cómo esas acciones construyen la comunidad que somos”.

El encuentro fue preparado en conjunto con el equipo de convivencia del liceo, y permitió abrir un espacio de diálogo sobre los desafíos cotidianos en el trabajo educativo. “Tuvimos una buena acogida. Sirvió para conversar acerca de las tensiones que surgen en el trabajo de convivencia escolar, particularmente dentro del aula. Éste es un trabajo que planificamos con el equipo de convivencia del liceo, precisamente, para abordar estas tensiones, y plantearnos desafíos de mejora”, añadió Saldivia.

Durante la jornada, también surgieron propuestas concretas desde los propios participantes. “Se levantaron inquietudes de parte de los educadores presentes para abordar las demandas de la política vigente, entre ellas contar con espacios de autocuidado entre educadores y desarrollar estrategias de comunicación interna que permitan dar mayor visibilidad, y aprender de las buenas prácticas que ya ocurren en el liceo”, detalló el académico.

La evaluación de la actividad por parte del equipo del programa fue positiva. “Es un paso más en la colaboración entre Ministerio, representado por las autoridades locales, universidad y escuelas y liceos de la región. Esperamos volver el segundo semestre a trabajar con el equipo de educadores”, concluyó Saldivia.