La iniciativa liderada por académicas de la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia, cerró con el lanzamiento del libro “Magallanes: Desde el mar, la tierra y el viento; las voces de la infancia” que recoge los testimonios de las y los niños que fueron parte de la experiencia educativa.
Con la activa participación de niñas y niños de las localidades de Río Seco y Barranco Amarillo, sus familias e integrantes de las comunidades educativas de las Escuelas Elba Ojeda Gómez y Dellamira Rebeca Aguilar, a fines de octubre se llevó a cabo la ceremonia de cierre del proyecto “Los derechos de los niños y las niñas, desde Punta Arenas hacia el mundo: una reflexión necesaria que comienza en la infancia”, iniciativa de carácter comunitario impulsada por la Universidad de Magallanes (UMAG) y financiada por el Gobierno Regional de Magallanes y de la Antártica Chilena.
El encuentro, realizado el lunes 27 de octubre y encabezado por el rector José Maripani y el gobernandor Jorge Flies, contó con la exposición de las académicas de Pedagogía en Educación Parvularia, Aracelli Parada y Elisa Rodríguez, quienes dieron a conocer los principales hitos del proyecto y la experiencia de las infancias que participaron en los talleres y actividades de reflexión, arte y juego organizadas en torno a la Convención de los Derechos del Niño.
Según explicaron las docentes, este trabajo realizado de manera colaborativa con las académicas de la carrera, se desarrolló bajo la metodología inspirada en los principios del pedagogo italiano Francesco Tonucci: participación, autonomía y juego. Es así que se fue construyendo el libro “Magallanes: Desde el mar, la tierra y el viento; las voces de la infancia”, publicación que recoge las reflexiones y creaciones artísticas de los participantes.


Para la académica Aracelli Parada el proyecto buscó fortalecer la escucha activa de la infancia y visibilizar sus miradas sobre temas como la familia, el cuidado del medio ambiente, el buen trato, la convivencia y la importancia del respeto mutuo. “A través de talleres de arte, conversaciones guiadas y espacios de juego libre, las y los niños pudieron expresar sus ideas sobre los derechos que consideran esenciales, sumando incluso nuevos derechos imaginados desde su propia experiencia”, señaló.
Sandra Gallegos, directora de la Escuela Dellamira Rebeca Aguilar de Barranco Amarillo, valoró la experiencia destacando el impacto en su comunidad educativa: “La forma de entregar el contenido fue innovadora y muy significativa para los chicos. Ellos estaban felices, sobre todo al ver que sus reflexiones y dibujos se transformaron en un libro. Para una escuela pequeña y lejana como la nuestra, ser parte de esta iniciativa fue motivo de orgullo y una oportunidad para seguir potenciando la convivencia y la participación”, expresó.
Una de las reflexiones tras los resultados del proyecto es la posibilidad de replicar la experiencia en otras comunidades, ampliando la red de trabajo con la infancia y promoviendo una escucha respetuosa y activa de las niñas y los niños como garantes y protagonistas de sus derechos.









