
La Universidad de Magallanes (UMAG) reafirma su compromiso con la integración regional al acoger a once jóvenes de las provincias argentinas de Santa Cruz y Tierra del Fuego, quienes hoy cursan estudios superiores en Punta Arenas gracias a la Beca de Integración Transfronteriza Austral, programa impulsado por la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID).
El equipo de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil, sostuvo un encuentro con las y los becarios para escuchar sus experiencias, acompañar su proceso de adaptación y poner a su disposición los distintos apoyos que brinda la institución, tanto en el ámbito académico como en el bienestar personal.
“Nuestro objetivo es acompañar a los estudiantes de manera integral, tanto en su desarrollo académico como en su bienestar emocional, y facilitar el acceso a otros beneficios institucionales cuando lo requieran”, explicó la jefa de la Unidad de Gestión y Participación Estudiantil, Débora Amigo.

Durante la jornada, los jóvenes compartieron sus primeras impresiones sobre vivir y estudiar en Magallanes. Lautaro Soto, oriundo de Río Gallegos y estudiante de Kinesiología, señaló que, “mi experiencia ha sido muy buena; con todos mis compañeros y la gente de la universidad me han recibido de forma muy amable. Me ayudan en cualquier cosa que necesite”.
En tanto, Mayra Rosales, quien dejó Río Grande para iniciar la carrera de Nutrición y Dietética, expresó que, “la verdad es que es otra cosa, muy diferente a Argentina, y es una experiencia nueva que estoy disfrutando mucho. Estoy muy feliz de estar acá”, agregando, entre risas que, “me proyecto aquí porque la verdad es que no quiero volver a la Argentina. Me gustaría quedarme acá”.
Desde 2018, la Beca de Integración Transfronteriza Austral ha facilitado el acceso a la educación superior chilena a estudiantes del territorios vecino, fortaleciendo los lazos históricos y culturales entre Magallanes y las provincias australes de Argentina. Para la UMAG, esta política no solo amplía las oportunidades formativas, sino que también enriquece la vida universitaria al sumar diversidad, perspectivas y vínculos que cruzan la frontera.
Actualmente, once jóvenes se encuentran beneficiados por esta iniciativa, de los cuales siete iniciaron en 2025 sus estudios en carreras técnicas y profesionales. La universidad considera clave este tipo de programas para consolidar una red académica binacional, que potencie el capital humano y la cooperación entre ambos países en el extremo sur del continente.

