El balance financiero para el último trimestre del año 2025 en la Universidad de Magallanes mostrará señales positivas, en línea con lo que se ha planteado al amparo del Plan de Sostenibilidad y Modernización Financiera. Además, el Consejo Superior en su última sesión aprobó el Presupuesto Institucional 2026 y que va en concordancia con el escenario financiero.
El vicerrector de Administración y Finanzas de la UMAG, Fredy Cabezas, ratificó aquello al explicar que los Estados Financieros Intermedios a septiembre de 2025 confirman que la Universidad consolida la recuperación financiera que ya se había informado en los estados financieros a junio de 2025. “La Universidad está dejando atrás una trayectoria de deterioro y, avanzando, con hechos, hacia la sostenibilidad. Aún existen desafíos por superar, pero hoy se observa un cambio claro en la dirección: estamos generando más ingresos y, al mismo tiempo, mejorando el resultado global”, señaló.
Luego expresó: “En cifras, entre enero y septiembre los ingresos alcanzan $26.012 millones y el resultado del período llega a $2.810 millones, revirtiendo la pérdida del año anterior. A junio ya se observaba esta mejoría, con un resultado positivo de $3.161 millones, lo que hoy se reafirma con la evolución a septiembre”.
En esa misma línea, el vicerrector destacó que en el último Consejo Superior fue aprobado el Presupuesto Institucional 2026, instrumento que se encuentra alineado con el Plan de Sostenibilidad y Modernización Financiera y con las proyecciones financieras esperadas para el próximo año. “La aprobación del presupuesto 2026 no solo ordena y respalda el trabajo que venimos realizando; también da una señal clara de continuidad y responsabilidad institucional, porque permite planificar con realismo, priorizar lo esencial y sostener el camino de recuperación con una mirada de mediano plazo”, afirmó.
Cabezas explicó que la mejora no es casual ni puntual, pues refleja la aplicación sostenida de las medidas del Plan de Sostenibilidad y Modernización Financiera, que busca recuperar equilibrio, fortalecer ingresos y asegurar que la Universidad pueda cumplir su misión con estabilidad. “Con esa misma convicción, seguiremos avanzando en lo que aún falta, sin perder el foco: consolidar una Universidad financieramente sostenible y con capacidad de proyectarse”, recalcó.
