El proyecto, desarrollado por académicas de Pedagogía en Educación Diferencial de la Universidad de Magallanes con apoyo del Gobierno Regional, promueve procesos de alfabetización desde un enfoque inclusivo y territorial, incorporando experiencias reales de magallánicos que aprendieron a leer y escribir en la adultez.
Un significativo avance para la alfabetización en la región fue presentado por la Universidad de Magallanes (UMAG) con el lanzamiento del libro “Leo y escribo mi Magallanes”, un material pedagógico creado por docentes de Pedagogía en Educación Diferencial con financiamiento del Gobierno Regional. El texto recoge vivencias, intereses y referencias culturales de Magallanes, ofreciendo herramientas contextualizadas para apoyar la lectura y escritura de jóvenes y personas adultas desde un enfoque inclusivo, comunitario y territorial.
La iniciativa representa, según sus impulsoras, la culminación de un proceso largo y profundamente significativo. “Esto es la culminación de un sueño que durante mucho tiempo perseguimos y que pudimos concretarlo en la postulación, un proyecto del CORE, del gobierno regional y que lo trabajamos en conjunto con estudiantes”, destacó Patricia Henríquez Concha, jefa de carrera de Pedagogía en Educación Diferencial.
La académica explicó que el proyecto nació tras observar de cerca las realidades y desafíos de la alfabetización en personas adultas. “Después de haber conocido la realidad de lo que es la alfabetización de personas jóvenes y adultas… dicen que les cambia la vida. Ellos mismos en el silabario expresan lo que ha significado para ellos esto”, señaló.

El trabajo fue desarrollado a partir de los intereses, experiencias y necesidades reales de los participantes, convirtiéndolo en un material único en su tipo. “Este silabario no era solamente recopilación de letras, de palabras, esto era recopilación de la voz de ellos… Tiene milodón, pingüinos, ovejas, faro San Isidro, Pali-Aike. Tenemos muchas cosas que son nuestras”, afirmó Henríquez, destacando la pertinencia territorial del libro.
Para Magnolia Chaparro, docente y jefa de la Unidad de Acompañamiento Estudiantil, el proyecto refleja el sentido regional de la universidad. “Ha sido un trabajo colaborativo… que permite hablar de lo que significa ser pertinentes en nuestra región de acuerdo a las necesidades que nos manifiesta el territorio. Saber que no hay un límite para aprender y eso es valioso”, expresó.
Los beneficiarios del programa también valoraron la experiencia como transformadora. Alex Soto Aguilar, estudiante, compartió que participar le cambió la percepción sobre sí mismo y su futuro. “Yo pensé que no lo íbamos a lograr, es una experiencia grata para mí en este momento que hay tanta gente que no sabe leer ni escribir”, señaló, destacando además cómo la alfabetización fortalece la autonomía laboral y personal.
Similar apreciación tuvo Luis Maichil Barrientos, para quien el proceso significó abrir nuevas posibilidades. “Nosotros empezamos de cero, se me abrió un mundo nuevo a través de la lectura y la escritura. Uno sin saber ni escribir pareciera que estuviera encerrado en un mundo… y ahora sí, se me abrió el mundo”, relató emocionado.
El libro “Leo y escribo mi Magallanes” se suma a los esfuerzos por fortalecer la educación inclusiva y garantizar oportunidades educativas para todas las personas, demostrando cómo el aprendizaje puede transformar vidas, abrir puertas y construir comunidad desde la identidad local.


