
Durante el primer semestre de este año, los estudiantes Tiara Rabanal Barrientos, de Terapia Ocupacional y; Tomás Alarcón Segovia, de Ingeniería en Computación e Informática, cruzaron las fronteras para llegar hasta España, país donde cursaron una pasantía de estudios que hoy valoran como una transformadora experiencia de vida. Gracias a la Beca de Movilidad Internacional del Banco Santander y el apoyo de la Unidad de Movilidad Universitaria de la UMAG, ambos jóvenes se sumergieron en nuevos contextos culturales, formativos y personales que ya están marcando un antes y un después en sus trayectorias.
Talleres de Terapia Ocupacional y vida en Málaga
Movida por su vocación en la Terapia Ocupacional,Tiara desarrolló su pasantía en la Universidad de Málaga, institución desde la cual pudo ingresar a la residencial para personas mayores “Asilo de los Ángeles”. En dicho lugar, impartió talleres grupales centrados en la estimulación cognitiva y física, y apoyó al equipo en labores de cuidado directo.

“En lo profesional, esta experiencia me brindó la oportunidad de desenvolverme con mayor independencia permitiéndome identificar con mayor claridad tanto mis fortalezas como mis áreas de mejora. Poner en práctica mis conocimientos y habilidades en un contexto distinto al habitual fue un desafío enriquecedor, que me dio más seguridad sobre mis capacidades y reafirmó mi vocación”, manifestó la estudiante a su retorno a Magallanes.
En el plano personal, en tanto, valoró especialmente la autonomía y resiliencia que desarrolló al enfrentarse a nuevos desafíos, y también la diversidad de personas con las que convivió: “Mi vida cotidiana en Málaga fue bastante equilibrada y agradable. Me alojé en un piso compartido con personas de distintos países, cómo Argentina, Marruecos, España e Italia, lo que no solo fue una opción económica, sino también una excelente forma de conocer personas de distintas culturas y con quienes formé muy lindos lazos de amistad”.

Para Tiara, la estadía igualmente fue una oportunidad para explorar y aprovechar al máximo los recorridos multiculturales que ofrece Europa. En ese sentido contó que se programaba los fines de semana para hacer viajes a otras ciudades cercanas como Granada, Sevilla, Marbella y Ronda y a otros países como Londres, Holanda, Francia e Italia. Su recomendación para quienes estén considerando esta oportunidad es clara: “Que sueñen y se atrevan a trabajar por esos sueños, porque está experiencia los y las beneficiará en todos los aspectos y llegarán con ganas de hacer más”, cerró la estudiante.

Ingeniería en Computación e Informática desde la U. de Castilla-La Mancha
Tomás por su parte llegó a la Escuela Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Albacete, donde participó en competencias de programación, jornadas de ciberseguridad y hasta en un curso especializado de computación cuántica.

Según contó, paralelamente, se motivó a participar de una diversidad de actividades organizadas por estudiantes de intercambio, como viajes a otros campus, partidos de voleibol, visitas guiadas, salidas y encuentros culturales, como una manera de fomentar el intercambio cultural. Sobre esta experiencia rescata el valor de las relaciones que creó. “Gracias a las amistades que formé, tuve la suerte de conocer varios lugares cercanos a Castilla-La Mancha, como Valencia, Alicante, Toledo, Cuenca y Madrid. También realicé algunos viajes por mi cuenta, más personales, en los que pude conocer ciudades como Roma, Oporto, Londres y Berlín”, señaló.
Aunque el proceso de adaptación no estuvo exento de desafíos como encontrar alojamiento y convivir con personas de diferentes nacionalidades y estilos de vida, Tomás reconoce que todo ello lo fortaleció: “Siento que la persona que se fue de Punta Arenas hace un semestre ya no es la misma, pero en un sentido totalmente positivo”, planteó.

A modo de conclusión relata que “esta experiencia me permitió entender mejor las capacidades y las oportunidades que existen fuera de mi lugar de origen, en mi caso Punta Arenas, y cómo se manejan las competencias en el ámbito profesional. Desde esa perspectiva, considero que fue una oportunidad estratégica muy valiosa, ya que, más allá de las asignaturas y experiencias académicas que tuve, de las cuales me siento muy satisfecho y agradecido de haber podido vivir, lo que realmente me dejó una enseñanza importante fue adquirir una visión más amplia de mi campo profesional”.
Su consejo para quienes evalúen la movilidad dentro de su carrera universitaria: “no teman a viajar cada vez que se pueda, ya que en cada viaje se aprende algo nuevo, es casi imposible no hacerlo”, concluyó.
El programa de becas Santander, que cuenta con 27 años de trayectoria, otorga un aporte de $4.000 USD por estudiante para cubrir gastos como pasajes, alojamiento y mantención durante el intercambio. Durante la entrega a Tiara y Tomás en diciembre de 2024, Rodrigo Machuca, gerente de Santander Universidades e Instituciones, destacó que este programa busca brindar una experiencia transformadora: “Más allá del tema académico, los estudiantes viven una experiencia de vida, hacen redes, conocen otras geografías y desarrollan habilidades que impactan en su entorno personal y profesional”.