Universidad de Magallanes
05 de Noviembre del 2018

Dra. Reyes: “Una evaluación para el aprendizaje es una evaluación para el progreso de todos los alumnos”

Pilar Reyes es Doctora en Educación de las Ciencias basada en la Indagación, y trabaja en el programa ECBI (Educación en Ciencias basado en la Indagación) de la Universidad de Chile. Además, es Coordinadora del Programa ICEC del Ministerio de Educación que ejecuta la misma institución. Pilar viajó a Punta Arenas por una colaboración entre universidades estatales para fomentar la educación en ciencias en la nueva educación pública del país, a dictar la última parte del módulo de evaluación del Curso anual de Especialización Intermedia de ICEC UMAG 2018, en apoyo a la docente a cargo, Mg. Carmen Gallardo. La Dra. Reyes accedió a darnos una entrevista, que transcribimos íntegramente.

¿Qué trabajo está haciendo la Universidad de Chile en la Región Metropolitana con el programa ICEC?

La Universidad de Chile dirige el programa ICEC en cinco comunas: Santiago, Recoleta, Ñuñoa, La Reina y El Bosque, y este año tenemos una matrícula de 37 profesores, cada uno con 35 alumnos (en sus establecimientos). Por lo tanto, nos da, más o menos, unos 900 alumnos que están impactados, más las otras cohortes de la (versión ICEC) 1, 2 y 3, así es que tenemos bastantes estudiantes trabajando en la educación en ciencias basada en la indagación. Y hay algo muy importante que estamos realizando y que, realmente, le permite la equidad al programa, que tiene que ver trabajar con niños con necesidades educativas especiales. El primer y segundo ICEC fue con profesores que trabajan en Educación Parvularia, Educación Básica y Educación Media, pero en la tercera y cuarta cohorte trabajamos con duplas pedagógicas, que son el Profesor de Ciencias de Educación Básica más el Profesor de Educación Diferencial, para planificar en conjunto para los niños integrados o para los niños que están con alguna necesidad especial de aprendizaje. Y también trabajamos con Profesores de escuelas especiales, de las escuelas de sordos, de ciegos y de escuelas con multo-déficit. Y hemos aprendido que todos tienen la posibilidad y la oportunidad de aprender, y todos van desarrollando, paulatina y gradualmente, una interacción con la naturaleza, con una capacidad de explicación de lo que es esa naturaleza. (Vemos) cómo ellos van creciendo también en interacción con otros niños, y trabajando en equipo. Por lo tanto, la educación en ciencias no tan sólo se queda en el concepto, sino que también en el desarrollo de las habilidades, de las actitudes como la curiosidad, la capacidad de equipo, el gusto por aprender y la alegría por aprender, y también el cuidado de la naturaleza, que tanto necesitamos en este minuto, por todo el tema del cambio climático que le estamos dando importancia a nivel nacional e internacional.

¿Con qué misión viajó hasta la Universidad de Magallanes?

La tarea especifica para el ICEC UMAG fue trabajar el módulo de evaluación, en conjunto con la Profesora Carmen Gallardo. Ella trabajó, en primera instancia, toda la línea de aprendizaje desde las neurociencias, y hoy día me correspondió trabajar la línea pedagógica, porque ella dio las bases biológicas y también trabajó con instrumentos, y nosotros hoy día completamos el módulo con un trabajo de evaluación para el aprendizaje, que es una concepción nueva que implica que tenemos que hacer progresar a los estudiantes desde el punto en el que nos encontramos con ellos. Entonces, el concepto de progreso, el concepto de ofrecer oportunidades, el concepto de dar tiempo a los niños para que aprendan, lo teníamos que trabajar. Porque las conexiones neuronales necesitan, precisamente, eso: necesitan los tiempos, y no necesitan que les digamos que tienen un 2. La conexión neuronal no va a recibir un 2 o un 4 o un 7, sino que va a ser un trabajo más afectivo, y si recibe un niño un número 2 como nota de 1 a 7, va a ser una frustración y, en el fondo, la conexión neuronal va a ser negativa. En circunstancias que si damos una posibilidad de progresión, y nos ponemos de acuerdo hacia dónde tiene que dirigirse el aprendizaje, ya (se) genera una instancia positiva y una actitud positiva hacia el aprendizaje, tanto cognitivo como emocional. Y no lo sacamos fuera del sistema, y no le decimos el mensaje ‘tú eres bueno para esto o bueno para esto otro’, sino que generamos posibilidades de desarrollo permanente, en un área que es fundamental para la humanidad y para la vida diaria. Así que eso es lo que vinimos a hacer: a entregar un mensaje de evaluación para el aprendizaje es una evaluación para el progreso de todos los niños en sala de clases.

¿Qué tan distante está la realidad respecto de esa evaluación que se plantea como ideal?

Está distante. Por diferentes situaciones. Mantenemos las evaluaciones estandarizadas a nivel nacional. Mantenemos el reglamento de evaluación de 1 a 7, o pasamos con un 4. En el fondo, todo está determinado por una nota, y no está la posibilidad o todavía la estructura de poder dar espacio al desarrollo de los niños para que logren sus aprendizajes, sistémicamente. Entonces hay mucho que cambiar en eso. Si cambiar de una metodología tradicional a una metodología basada en la indagación (donde el alumno es el protagonista del aprendizaje) ya cuesta tiempo y convicción, trabajar en coherencia en la evaluación (y pasar) de una evaluación tradicional de 1 a 7 a una evaluación por el aprendizaje, también cuesta, porque cuesta transformar el concepto en el Profesor y en la estructura de escuela para poder trabajar esa idea de trabajar en coherencia, de cómo aprende el estudiante, y de cómo se evalúa ese aprendizaje. En algunos se demora más; en algunos se demora menos, pero tenemos que darle oportunidad a todos a que se desarrolle ese concepto.

(Fuente: http://icec.umag.cl)