Fonoaudiología lleva la ludoterapia a las aulas de la Escuela Arturo Prat

Fonoaudiología lleva la ludoterapia a las aulas de la Escuela Arturo Prat

El proyecto “Otra perspectiva de la educación: Construyendo habilidades comunicativas”, financiado por un fondo Aprendizaje + Servicio (A+S), benefició a niños de tercero y cuarto básico y capacitó a docentes en estrategias para la inclusión de estudiantes con TEA.

Con un cierre que coronó semanas de trabajo, estudiantes de cuarto año de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad de Magallanes (UMAG) finalizaron con éxito el proyecto “Otra perspectiva de la educación: Construyendo habilidades comunicativas”, ejecutado en la Escuela Capitán Arturo Prat de Punta Arenas. La iniciativa, guiada por la académica Paola San Martín Díaz y financiada por el Fondo Aprendizaje + Servicio (A+S), combinó sesiones lúdicas para los estudiantes con una charla especializada para el cuerpo docente.

A lo largo de diez sesiones, los futuros fonoaudiólogos desarrollaron talleres para niños de tercero y cuarto básico, estructurados en dos ejes: cuatro sesiones de ludoterapia y cuatro de manejo funcional del dinero. El objetivo central fue potenciar habilidades para la vida como la comunicación, la resolución de problemas, el trabajo en equipo, la expresión emocional y la autonomía.

La recepción por parte de los niños fue extraordinariamente positiva. Para Jesús Ventura, alumno de cuarto básico, lo mejor fueron los juegos. “Me encantó, a mí me gustó por los juegos, específicamente por los juegos, ya que no son juegos de mesa de juego normal”, comentó. Entre las actividades, destacó “Crime City”, un juego de resolución de casos. De la experiencia, Jesús asegura haber aprendido “la paciencia y jugar en equipo”.

Su compañero, Alan Steven Vargas Sarmiento, coincidió en el entusiasmo. “Me encantó mucho”, afirmó, recordando con especial agrado una dinámica en la que simularon recorrer varios países. “Teníamos que pagar donde íbamos con dinero”, explicó, añadiendo que aprendió sobre “manejar plata”.

Desde la perspectiva docente, la profesora jefa del cuarto básico, Betty Lobos Estange, valoró profundamente la iniciativa. “En primer lugar quiero agradecer porque no siempre tenemos la posibilidad de compartir con otras instituciones que puedan ayudarnos a mejorar la calidad de nuestros estudiantes”, expresó. Lobos destacó que, “fue para mí muy grato como profesora y también valorar el que nosotros como escuela, que es una escuela vulnerable, pero que al mismo tiempo tiene muchas ganas de superarse (…) tengan este momento de juego, de recreación, de aprendizaje”.

La profesora también resaltó el impacto inclusivo del proyecto: “También tenemos niños con necesidades educativas especiales que requieren más atención, más explicación y todos pudieron participar, todos pudieron jugar y todos pudieron aprender. Así que estamos muy agradecidos y ojalá que esto se replique”.

Para la académica responsable, Paola San Martín, el balance es muy positivo. “Estamos muy contentos, de verdad que ha sido un proyecto muy bonito trabajar con los niños y ver que se lograron los objetivos planteados”, señaló. San Martín enfatizó que el proyecto se enfocó en “desarrollar habilidades para la vida a través del manejo de dinero y fomentando la comunicación, la resolución de conflictos y especialmente el tema del trabajo en equipo que hoy es tan complicado a esta edad”.

Crystal Sepúlveda, estudiante de cuarto año de Fonoaudiología, detalló que el proyecto incluyó, además de las ocho sesiones con los niños, una charla para los docentes sobre Trastorno del Espectro Autista (TEA) y la sesión de cierre. Sobre la conexión de la actividad con su carrera, Sepúlveda explicó: “Nuestra carrera tiene muchas áreas, entre ellas está lo infantil y trabajamos harto con los niños en cuanto a cómo se comunican entre sí, así que desde ahí pudimos abordar con los conocimientos que ya tenemos”.

Como legado tangible de este proyecto, los estudiantes de la UMAG diseñaron y donaron material pedagógico y fonoaudiológico a la escuela, que quedará a disposición de las futuras generaciones de estudiantes, asegurando que los beneficios de esta colaboración se extiendan más allá de las semanas de intervención. Esta iniciativa refuerza el compromiso social de la UMAG con la comunidad y su aporte constante a la construcción de una educación más accesible, empática y de calidad para todos.