Profesora haitiana inspira a futuras y futuros profesores UMAG con herramientas para una educación intercultural real

Profesora haitiana inspira a futuras y futuros profesores UMAG con herramientas para una educación intercultural real

-Su exposición permitió profundizar en un desafío cada vez más presente en las escuelas chilenas: la inclusión lingüística y pedagógica de niñas, niños y jóvenes haitianos que ingresan al sistema escolar sin dominio del español.

En un perfecto español y con un desplante que cautivó la atención de los más de 50 estudiantes de Pedagogía de la Universidad de Magallanes que llegaron al Auditorio Ernesto Livacic a escucharla, la profesora de Lengua Castellana y Comunicación de origen haitiano, Nhella Placide, presentó las ideas generales de un proyecto que la inspiró desde la experiencia y que hoy la desafía a querer mejorar el sistema educativo en Chile.

Se trata de un trabajo enmarcado en el programa de Magíster sobre Psicología Educacional que se encuentra cursando y que tituló Protocolo bilingüe para la inserción escolar de estudiantes haitianos en Chile: Estrategias para superar la barrera idiomática”,una herramienta que diseñó pensando en las brechas idiomáticas que deben enfrentar niñas, niños y jóvenes de su misma nacionalidad en nuestro país, y que quiso compartir con la comunidad estudiantil del Departamento de Educación y Humanidades, a propósito de su rol como profesora guía de practicantes de Pedagogía en Castellano y Comunicación en el establecimiento donde es docente de aula: el Colegio Adventista de Punta Arenas.

“Cuando me pidieron ayuda, pensé en todos los estudiantes que no tienen apoyo. Hay muchas personas dispuestas a mejorar la educación, pero si las instancias no están, el protocolo no está. Por eso tenemos que crearlo”, expresó. “Esto no resuelve todos los problemas estructurales de la educación, pero sí puede hacer la vida de un estudiante un poco más fácil”, enfatizó, calificándolo como “un primer paso” para un acompañamiento sistemático y bilingüe en los establecimientos educativos.

Un desafío urgente

Durante su exposición, Placide contextualizó el fenómeno migratorio, destacando que actualmente más de 184 mil personas haitianas residen en Chile, de las cuales cerca de 55 mil son estudiantes en edad escolar. Estas cifras, explicó, obligan a las comunidades educativas a repensar sus prácticas de acogida y su capacidad para garantizar el derecho a la educación en condiciones de igualdad.

A partir de este diagnóstico, la docente presentó un protocolo bilingüe de acción escolar, para apoyar a estudiantes haitianos no hispanohablantes. Y según dio a conocer los pilares de este modelo se encuentran en los siguientes ejes: un enfoque intercultural crítico para pasar de la coexistencia a la transformación y descolonización del conocimiento; el derecho a la educación, con base en marcos internacionales, la Ley de Inclusión Escolar y el modelo bilingüe de Cummins; los procedimientos activables, que van de la matrícula de un estudiante no hispanohablante hasta la aplicación de una evaluación lingüística y la elaboración de un plan de acompañamiento; los roles clave que juegan los distintos integrantes de la comunidad educativa como el equipo directivo, los docentes de aula, el Programa de Integración Escolar y y los mediadores interculturales y/o familias y; los materiales concretos que pueden contribuir a su éxito como kits de supervivencia lingüística, pictogramas, listas de vocabulario académico y social, bitácoras de progreso y herramientas de seguimiento trimestral.

“El protocolo es un punto de partida, no un final. Su éxito depende del compromiso de toda la comunidad educativa”, enfatizó Placide durante la presentación, recordando, además que es un desafío urgente de la política pública: “Muchas veces se nos exige hacer educación intercultural, pero no se nos entregan herramientas. Este protocolo ayuda a reducir esa brecha”.

Inspiración para futuras generaciones docentes

A modo de reflexión, la docente también hizo un llamado a fortalecer la formación inicial docente en materia de diversidad lingüística: “Es necesario darles a los futuros profesores una pizca de realidad. La pedagogía es demandante y necesitamos docentes resilientes, con amor por enseñar y preparados para la complejidad del aula”.

Ana Silva, estudiante brasileña de Pedagogía en Castellano, destacó el valor de una educación realmente inclusiva: “La propuesta deja claro que la inclusión no es obligar a un alumno a adaptarse a una sola cultura, sino unir historias y enriquecer el proceso formativo. No se trata de teoría, sino de un compromiso real de acompañar personas”.

Ana Silva, estudiante de Pedagogía en Castellano y Comunicación interactúa con la docente en torno al concepto de educación inclusiva.

Por su parte, Catalina Labadie, quien tuvo a Placide como profesora guía en su práctica durante el primer semestre, señaló: “Su dedicación y alegría por enseñar se nota todos los días. Este protocolo nos va a ayudar muchísimo y creo que necesitamos más docentes con experiencia en aula compartiendo acá en la universidad”.

Su compañero Vicente Ponce, en tanto, quien actualmente está bajo la guía de la docente, valoró su pasión y su énfasis en la interculturalidad: “Ella es una inspiración. Nunca había visto a alguien que transmitiera tanta vocación. Además, se enfoca en un aspecto del que se habla poco y en el que ahora es experta. Eso la hace aún más brillante”.

La actividad fue organizada por la carrera de Pedagogía en Castellano y Comunicación para enseñanza media, como parte de sus acciones de vinculación con el medio y fortalecimiento de la formación inicial docente.