Magallanes fue sede de encuentro global para anticipar, mitigar y democratizar la ciencia marina

Magallanes fue sede de encuentro global para anticipar, mitigar y democratizar la ciencia marina

Durante una semana, más de 360 especialistas de 35 países se reunieron en el extremo sur de Chile en la 21ª Conferencia Internacional sobre Algas Nocivas, un fenómeno que afecta la salud pública y las actividades productivas en todo el planeta. La cita, organizada por la Universidad de Magallanes y el Instituto de Fomento Pesquero, marcó un hito de cooperación científica internacional y de fortalecimiento de la capacidad regional en estudios marinos.

En el Hotel Dreams de Punta Arenas, la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena fue anfitriona de la 21ª Conferencia Internacional sobre Algas Nocivas (ICHA 2025), una de las citas más relevantes a nivel mundial en torno a las Floraciones Algales Nocivas (FAN), conocidas también como marea roja. La actividad reunió a más de 360 personas provenientes de 35 países, consolidando a Chile como un referente en la investigación y monitoreo de este fenómeno global.

El evento fue organizado por la Universidad de Magallanes (UMAG) y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), con el apoyo de la Sociedad Internacional para el Estudio de las Algas Nocivas (ISSHA) y un Comité Organizador Nacional integrado por más de sesenta investigadores de instituciones chilenas.

Dr. Guzmán

El Dr. Leonardo Guzmán Méndez, investigador senior del IFOP y presidente del Comité Organizador Local, valoró que “instancias como ésta son fundamentales porque permiten compartir el estado del arte, establecer colaboraciones y conocer las preguntas que mueven a la ciencia global. Que se realice aquí, en Magallanes, demuestra que Chile tiene la capacidad de organizar eventos internacionales de alto nivel en un territorio que no sólo presenta algas tóxicas, sino que también representa la puerta de entrada a la Antártica”, afirmó.

En tanto, el Dr. Máximo Frangopulos Rivera, investigador de la UMAG, del Cape Horn International Center (CHIC) y del Instituto Milenio BASE, destacó el papel de Chile y de la región austral en el monitoreo sistemático de estos fenómenos. “Llevamos casi tres décadas de programas de observación en la región, con una masa crítica de especialistas que se refleja en la calidad y amplitud de la delegación chilena”, comentó.

Diálogo internacional sobre un fenómeno global

Durante la semana de trabajo, los investigadores coincidieron en que las floraciones algales nocivas se han intensificado en frecuencia y extensión. Guzmán recordó que los primeros registros en Magallanes datan de 1972, e incluso existen antecedentes del siglo XIX asociados a intoxicaciones fatales en comunidades yaganes. “Hoy las microalgas son más abundantes, generan floraciones más intensas y afectan tanto la salud pública como las actividades productivas. Hay algo en el ambiente que favorece su mayor presencia, y eso nos obliga a seguir observando y entendiendo qué procesos naturales y humanos las intensifican”, explicó.

Dr. Frangopulos

Frangopulos, vicepresidente del Comité Organizador Local, añadió que una de las tendencias más notorias presentadas en la conferencia fue el aumento en la certitud de las predicciones, gracias a la integración de múltiples fuentes de datos —sensores remotos, muestreos in situ, análisis genéticos y metabarcoding— y al uso de tecnologías abiertas. “Se habló mucho de democratización de la ciencia, del acceso a software y bases de datos libres, de herramientas de bajo costo que permitan compartir información entre países y comunidades científicas”, explicó.

Entre las plataformas destacadas mencionó HAEDAT, la red mundial que compila reportes de floraciones algales y que actualmente reúne información de más de 150 países. “Hacia allá se encaminan las tendencias: democratizar, unificar, hacer más participativa a la ciencia e involucrar también a las comunidades”, sostuvo.

Tendencias emergentes y formación científica

Frangopulos señaló que las discusiones técnicas abordaron nuevos enfoques como el estudio del holobionte, que analiza las interacciones simbióticas entre microalgas y bacterias para comprender mejor los factores que desencadenan los eventos de floración. También destacó el interés por biosensores de bajo impacto ambiental, la investigación sobre toxinas emergentes y los efectos de las ictiotoxinas sobre distintas especies marinas.

“Todos alabaron las maravillas naturales de Magallanes y la calidad científica del encuentro. Hemos dejado en alto el nombre de la región y del país”, afirmó el investigador, resaltando que la organización local demostró que Magallanes está capacitada para albergar eventos científicos de relevancia mundial.

Uno de los aspectos más valorados fue la participación estudiantil. “Fue muy grato contar con el apoyo de estudiantes de biología marina, de maestría y doctorado, que presentaron sus investigaciones. Este tipo de congresos son una oportunidad única para conectar con investigadores líderes y motivar a las nuevas generaciones”, subrayó Frangopulos.

Un cierre que proyecta cooperación

La ceremonia de clausura, realizada el 24 de octubre, cerró una semana de intercambio de conocimientos y experiencias sobre sostenibilidad marina. El congreso se realiza cada dos años como símbolo de cooperación internacional: la versión anterior tuvo lugar en Hiroshima (Japón), y la próxima se desarrollará en Aberdeen, Escocia, antes de avanzar hacia Halifax, Canadá, en 2029.

Dr. Van de Waal

El presidente del Consejo de la ISSHA, Dedmer B. Van de Waal, expresó su gratitud hacia los organizadores y la comunidad local. “Nos sentimos muy bienvenidos aquí, no sólo por el equipo de Leonardo, Máximo y Pamela, sino también por la gente de la ciudad. Son muy amables, intentan ayudarnos incluso sin hablar nuestro idioma, y eso se agradece mucho”.

Para los organizadores, el balance fue positivo. La región demostró su capacidad para convocar a la ciencia global y proyectar desde el sur una mirada colaborativa hacia el futuro de los océanos. “Esto debe ser un hito para que, en el futuro, Magallanes siga recibiendo congresos internacionales de gran nivel —no sólo sobre marea roja, sino también sobre biodiversidad y ciencia antártica—. Aquí se hace ciencia de primer nivel y el mundo lo sabe”, concluyó Frangopulos.