
Con más de 300 personas de la comunidad científica internacional, provenientes de alrededor de 35 países -como Arabia Saudita, Sudáfrica, Grecia, España y Francia, entre otros, se inició hoy la 21ª Conferencia Internacional sobre Algas Nocivas (ICHA 2025), en el Hotel Dreams en Punta Arenas, Chile.
La actividad es organizada por la Universidad de Magallanes (UMAG) y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), y cuenta con el apoyo de la Sociedad Internacional para el Estudio de las Algas Nocivas (ICHA) y del Comité Organizador Nacional, compuesto por más de sesenta investigadores de diversas instituciones chilenas.

El vicepresidente del Comité Organizador Local de ICHA 2025 e investigador de la UMAG, Dr. Máximo Frangopulos Rivera, resaltó que el evento reúne a los principales especialistas mundiales en floraciones algales nocivas, quienes están abordando “14 temáticas principales, desde taxonomía, biodiversidad y genética, hasta toxinas emergentes y sistemas de alerta temprana. Nos interesa, especialmente, entender cómo anticiparnos a las floraciones, qué mecanismos de mitigación existen, y cómo podemos responder ante especies y toxinas nuevas que surgen cada pocos años”, explicó.
En tanto, el Dr. Leonardo Guzmán Méndez, investigador senior de IFOP y presidente del Comité Organizador Local, valoró la relevancia de “instancias como ésta, que son fundamentales porque permiten compartir el estado del arte, establecer colaboraciones y conocer las preguntas que mueven a la ciencia global. Que se realice aquí, en Magallanes, demuestra que Chile tiene la capacidad de organizar eventos internacionales de alto nivel en un territorio que no sólo presenta algas tóxicas, sino que también representa la puerta de entrada a la Antártica”.
Diálogo internacional sobre un fenómeno global

Durante la ceremonia de apertura, el rector de la Universidad de Magallanes, Dr. José Maripani, subrayó el carácter simbólico de que este congreso se realice “en el extremo sur del sur (…) “Quizás la respuesta a por qué tantos científicos viajan hasta el fin del mundo en nombre de la ciencia —dijo— está en la propia esencia de la investigación: en ese deseo de mirar el planeta desde nuevas perspectivas, de escuchar las voces que emergen desde los bordes del mapa”, afirmó.

Guzmán recordó que la historia de las microalgas nocivas en la región se remonta a los primeros registros de intoxicaciones en 1972, e incluso a fines del siglo XIX, con fallecimientos documentados en comunidades yaganes. “Hoy las microalgas son más abundantes, generan floraciones más intensas y afectan tanto la salud pública como las actividades productivas. Hay algo que está ocurriendo en el ambiente que favorece su mayor presencia, y eso nos obliga a seguir observando y entendiendo qué procesos naturales y humanos las intensifican”, informó.
En este sentido, Frangopulos valoró el papel de Chile y, en particular, de Magallanes, pues “se han desarrollado programas de monitoreo que llevan casi tres décadas operando en la región. Hoy Chile cuenta con una masa crítica de especialistas en esta materia, y eso se refleja en la calidad y amplitud de la delegación que participa en esta conferencia”, concluyó.
El encuentro se extenderá hasta el próximo viernes 24 de octubre, y tiene como fin actualizar a quienes se dedican al estudio de las floraciones algales nocivas en el mundo. Se realiza cada dos años, como un símbolo de cooperación internacional y un compromiso con la sostenibilidad marina. La versión anterior se llevó a cabo en Hiroshima, Japón, y la próxima está planificada en Aberdeen, Escocia.