La Unidad de Acompañamiento Estudiantil organizó un encuentro de cierre con dos estudiantes provenientes de Santiago y México, quienes finalizaron su semestre en la casa de estudios valorando el apoyo recibido, la vida en el extremo sur y su deseo de regresar.
En el marco del programa de movilidad universitaria, la Unidad de Acompañamiento Estudiantil de la Universidad de Magallanes (UMAG) reunió a estudiantes, quienes concluyeron su estadía académica en la región tras un semestre marcado por el aprendizaje, la adaptación y el descubrimiento de la vida en la Patagonia.
Durante el segundo semestre de 2025, la UMAG recibió a estudiantes provenientes de distintas instituciones del país y del extranjero, quienes participaron del programa de movilidad impulsado por la institución. Como parte del cierre de este proceso, la unidad dependiente de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil organizó un encuentro para conocer sus experiencias y recoger impresiones sobre su paso por Magallanes.
Silken Inzunza Quintana, estudiante de Pedagogía en Inglés de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), llegó en agosto motivada por conocer nuevas realidades fuera de Santiago. “Ya había tenido la oportunidad de representar a mi universidad en una movilidad nacional en Iquique. Conocía el norte y sentí que era momento de descubrir cómo se vive en el sur, en territorios descentralizados. Por eso elegí la Universidad de Magallanes”, explicó.
Su experiencia —cuenta— superó sus expectativas. “Lo pasé muy bien. Aprendí muchísimo. Fue muy potente conocer otras comunidades; compartimos el mismo país, pero tenemos culturas diferentes. Eso me llenó de emoción y aprendizaje. Agradezco profundamente el apoyo que recibí de docentes, compañeros y de todos quienes me acompañaron en este proceso”. Tras finalizar el semestre, Silken regresará a Santiago, aunque asegura que la experiencia en la región dejó una huella significativa.


Desde el extranjero, Juan Manuel Villalcazo, estudiante de Ingeniería en Computación de la Universidad Tecnológica de Manzanillo (Colima, México), también vivió su primera experiencia en la Patagonia. Su decisión de postular estuvo influenciada por la vivencia de una compañera que había visitado la UMAG el año anterior y por su gusto por los climas fríos. “Me fascinó la idea de venir a un lugar como este. Pasé varios filtros de la beca de movilidad y cuando fui seleccionado no lo dudé. Estoy fascinado del clima, de la ciudad y de la universidad… ahora no me quiero ir, pero debo hacerlo”, relató entre risas.
Sobre su paso por la UMAG, destacó especialmente el rol del cuerpo docente. “Me gustó muchísimo que los profesores están siempre pendientes de los estudiantes. Te apoyan, te orientan, responden dudas y acompañan los procesos de aprendizaje. Esa cercanía marcó una gran diferencia para mí”, comentó.
Tanto Silken como Juan coincidieron en que la experiencia fue enriquecedora y en que les gustaría regresar a Magallanes, ya sea por nuevas oportunidades académicas, laborales o simplemente para reencontrarse con el territorio que los acogió durante el semestre.
