
Como parte de las actividades abiertas a la comunidad de la 3ra Conferencia Internacional del Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC), una exposición fotográfica poco común destacó el hall de la biblioteca del Centro Subantártico de la Universidad de Magallanes (UMAG). “Hongos del fin del mundo: un pequeño gran reino” es el nombre de esta muestra que retrata al mundo fungi desde la mirada de niñas y niños.
Impulsado por los jardines infantiles Tanana, Ukika y Pequeños Colonos, junto con el Nodo Laboratorio Natural Subantártico (LNS), el museo Territorial Yagan Usi, la Armada de Chile, la Ilustre Municipalidad de Cabo de Hornos, y el CHIC, el proyecto convocó a menores de seis años para que junto a sus familias recorrieran los alrededores de Puerto Williams con el objetivo de registrar los hongos que encontraran a su paso mediante fotografías.

“La mirada de los niños conserva una capacidad de observar detalles que muchas veces pasan desapercibidos a los adultos y así se demuestra en estas fotografías. Desde la academia debemos aplaudir esta iniciativa que es de la comunidad, además de ponernos a su disposición para los siguientes pasos que quieran dar”, explica la Dra. Laura Sánchez, investigadora CHIC, CIGA-UMAG y directora del Nodo LNS.
La exposición busca poner en valor el territorio austral como fuente de aprendizaje desde temprana edad. “Esto surge de nuestro sello científico-artístico y la convicción de que niños y niñas deben ser protagonistas de sus territorios, en especial los menores de seis años. Así, nuestro objetivo es desarrollar habilidades científicas y adquirir conocimientos del mundo natural, reconociendo a los hongos como seres vivos de su entorno”, comenta Delia Lepe, directora del jardín Tanana, quien participó de la inauguración del espacio junto a la delegada presidencial Antártica, Constanza Calisto; el alcalde de Cabo de Hornos, Patricio Fernández y; el capitán de Navío distrito naval Beagle, Manuel Iturria Juillerat.
Finalmente, la directora alterna e Investigadora Principal del área de Educación CHIC, Dra. Lorena Medina, destacó este proyecto como ejemplo para la conservación biocultural desde la educación. “Las acciones que realmente funcionan, perduran y permiten valorar la potencialidad del territorio, su naturaleza y biota, son aquellas que se hacen colectivamente y con la propia comunidad. Esto se hace en familia donde niños y niñas son protagonistas de familias unidas a través de una iniciativa que reúne a los tres jardines infantiles de Puerto Williams”, concluyó.




