Fernando Saldivia Yáñez es estudiante de cuarto año medio del Liceo Donald McIntyre Griffits de Puerto Williams y, desde séptimo básico, es alumno del Taller Omora de Medio Ambiente, donde ha tenido una destacada participación por sus trabajos en relación al estudio de la ecología de invertebrados de agua dulce, de la mano de la investigadora del Centro de la Umag en la comuna de Cabo de Hornos, Tamara Contador.
El martes recién pasado, viajó a Estados Unidos cumpliendo un sueño: mostrar todo este bagaje en el National Science Youth Camp (NYSC), que se está realizando desde este miércoles 17 de junio hasta el 11 de julio en Virginia Occidental, Estados Unidos. Se trata de un evento educativo que reúne cada año, a un centenar de estudiantes sobresalientes del país norteamericano y a otros veinte de diversas naciones, que se han destacado en su participación en actividades científicas con el fin de estimular su vocación por la investigación y los estudios en medioambiente, ciencia, tecnología y matemáticas.
El joven magallánico fue escogido junto con otros dos estudiantes de La Serena y Concepción en un proceso que llevó a cabo la Embajada de Estados Unidos,y donde los requisitos que primaron fueron los méritos académicos – tener un promedio de notas superior a 6,4 en la educación media -, el interés demostrado por las ciencias, y el potencial liderazgo, además del conocimiento del idioma inglés.
“Quiero recoger lo máximo de esta experiencia”
En 2014, Fernando, junto a su compañero Javier Vega, resultaron ganadores de la Feria Antártica Escolar (FAE), y tras la presentación de su trabajo “ ¿Es la medición de tolerancias térmicas en dípteros sub-Antárticos una herramienta útil para determinar su capacidad de invasión en el territorio Antártico?” en el Congreso Nacional Escolar de Ciencias y tecnología de Explora CONICYT, fueron invitados a presentar dicho estudio en el Congreso del Futuro que se realizó en enero de este año.
Estos logros para él, son el precedente más importante para su primera travesía científica internacional que vivirá durante un mes en el Parque Pocahontas, en las afueras de la ciudad de Bartow.
¿Qué esperas rescatar de esta experiencia?
“Quiero recoger lo máximo de lo que cada chico pueda compartir a partir de su cultura, porque van a haber jóvenes de países distintos y esa experiencia es genial, sea en Estados Unidos o cualquier otra parte.
Pretendo extraer la visión que cada uno tiene, pero compartiendo un mismo interés que es la ciencia, en este caso”
¿Qué es lo que más te atrae de la ciencia?
“Me gusta la ecología dulceacuícola, trabajar con los macroinvertebrados de agua dulce, porque es algo súper bonito, es descubrir un mundo, un mundo que no está a la vista de todos y que no todos se toman el tiempo de conocer, pero que está súper relacionado con nosotros. Eso a mí me gusta mostrarlo, que la gente aprenda y sepa valorar más a estos seres”.
¿Vivir en Cabo de Hornos ha influido en este interés?
“Vivir en Puerto Williams es una oportunidad para desarrollarse en varias cosas, y una de ellas, es la ciencia con muchas especies endémicas y un ambiente único en el mundo”.
¿Cuáles son tus proyecciones al salir del colegio?
“Me gustaría estudiar biología y cine, porque, por un lado me gusta investigar, pero también me gusta crear, y consider que es la mejor forma de complementar los dos objetivos”.
¿Qué mensaje les darías a quienes, como tú, desean iniciarse en el camino de la investigación?
“Que aprovechemos el lugar donde vivimos. Que Chile tiene una gran variedad de recursos que son vitales desde el punto de vista de la ciencia, y que lo hagamos, sobretodo, con respeto. Aprovechar el lugar, pero entendiendo que todos trabajamos juntos y que nuestra tarea alterar lo menos posible el lugar que vayamos a investigar”.