El vicerrector Andrés Mansilla (al centro) encabezó el encuentro con los medios locales, y estuvo acompañado del director de Investigación, Manuel Manríquez (a la izq.) y el director de Posgrados, Sergio Radic (a la derecha).

Fruto de la apuesta que hiciera el nuevo rectorado para proyectar el desarrollo de la investigación científica como un sello de universidad regional y, el realce que diera a este impulso el Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas a través de ambiciosas iniciativas, hoy la Universidad de Magallanes cuenta con avances concretos en la materia, que serán evaluados en un nuevo proceso de acreditación al que se está sometiendo la institución durante este año.

Así lo dieron a conocer este lunes, el vicerrector de Investigación y Postgrado de la casa de estudios regional, Dr. Andrés Mansilla, junto al director de Investigación, Dr. Manuel Manríquez, y el Director de Postgrado, Dr. Sergio Radic. “Tenemos líneas de investigación únicas, que no son copiadas ni comparables”, sentenció el vicerrector en conferencia de prensa. “Por ello – agregó – es el eje que la Umag quiere sacar adelante, fortaleciendo las líneas prioritarias, avanzando en lo que es la puesta en marcha de los proyectos con el gobierno central y regional y, en definitiva, con la contratación de nuevos doctores y postdoctorantes, para generar nuevos programas de posgrado que respondan a las necesidades de la región”.

Bajo esa lógica, Mansilla resaltó, sobretodo, las proyecciones institucionales asociadas el Plan de Zonas Extremas que permitirá, a la casa de estudios, ampliar infraestructura y capacidades técnicas, con la implementción del Centro Asistencial Docente, Centro de Excelencia en Biomedicina de Magallanes, Centro Antártico Internacional y Centro Subantártico Cabo de Hornos. “Así, de 3 a 4 años más, la investigación en Magallanes va a cambiarle el rostro a la región”, dijo.

Actualmente, agregó que se están llevando a cabo acciones para transferir los conocimientos, los resultados de los distintos estudios y proyectos pilotos a la comunidad, a través de una línea de trabajo sobre innovación y emprendimiento apoyada por instituciones como Corfo y Sercotec.

Posicionar la investigación

En la tarea institucional de consolidar este ámbito, Mansilla hizo hincapié en la creación de la nueva vicerrectoría. Dijo, al respecto, que, gracias a esta decisión, la universidad puede contar con autonomía financiera y capacidad organizativa para gestionar fondos regionales, nacionales e internacionales como, a su vez, el desarrollo de programas de posgrado con captación de estudiantes.

Subrayó también, la definición de las líneas prioritarias en investigación, mediante lo cual, se hizo posible agrupar tres áreas de trabajo: poblamiento humano en altas latitudes, biodiversidad antártica y subantártica, y energía y medioambiente. A su juicio, se trata de áreas que responden a necesidades de investigación de los problemas propios de la región, y para las cuales se han contratado 20 nuevos doctores.

De esta forma, la institución de educación superior ha generado 260 publicaciones indexadas entre 2012 y 2015 – un 11,59% más que en el período anterior – y mantiene en curso alrededor de 141 proyectos nacionales e internacionales, además de dos convenios de desempeño que superan los 2.000 millones de pesos en dos áreas estratégicas: la antártica y las ciencias sociales. En perfeccionamiento docente, en tanto, también ha crecido el número de académicos con grado de doctor y magíster. De 112 en 2011, se pasó a 124 el 2014.

En términos de infraestructura, la Umag ha ampliado en más de 3.400 m2 los espacios destinados a investigación y docencia de pre y posgrado, lo que se traduce en más de 20 nuevos laboratorios, y para la ejecución de los proyectos, los ingresos por financiamiento externo bordean los 6 mil millones de pesos. Los principales aportes provienen del Ministerio de Educación (convenios de desempeño), el Gobierno Regional (FIC Regional) y entidades internacionales como PROANTAR Brasil y National Science Fundation (NSF). De igual manera, es positiva la evolución de los programas de posgrado dictados en la Umag, donde desde 2002 a la fecha, han aumentado de dos cursos a ocho.