Por Vitalia González (nota) y Hugo Orellana (fotos), Dirección de Comunicaciones

El Centro de Cultivos Marinos de Bahía Laredo de la Universidad de Magallanes (CCMBL-UMAG), ubicado en el kilómetro 24 de la ruta 9 Norte, es un centro especializado en la investigación y el desarrollo de cultivos marinos y acuicultura en la región de Magallanes. Este centro se destaca por su infraestructura, que incluye sistemas de circulación de agua de mar, instalaciones de cultivo para diversas especies marinas y equipamiento de última tecnología para la investigación en biotecnología acuícola. Recientemente, recibió la visita de una delegación integrada por dos académicos y 16 estudiantes de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Unidad Académica de Río Gallegos, quienes cursan la asignatura de Acuicultura.

Durante su recorrido, los jóvenes tuvieron la oportunidad de conocer el sistema de abastecimiento de agua de mar, que es conducida por gravedad a través de una tubería de 250 mm de diámetro y 144 metros de longitud, proporcionando cerca de 2.000 litros por minuto. Desde allí, el agua es impulsada por dos bombas de 3 Hp hacia dos estanques de cabecera, con capacidad para 10.000 litros cada uno, ubicados sobre una plataforma de 2 metros de altura. Además, los estudiantes aprendieron sobre el proceso de secado de algas y el funcionamiento de la máquina para la elaboración de pellets, un proceso clave en la producción de alimentos para organismos marinos, el cual fue explicado por Alí Rivero quien trabaja en el Departamento de Ciencias Agropecuarias y Acuícolas de la UMAG.

La visita al centro fue gestionada por Pedro De Carli, profesor titular de Acuicultura y Genética de la Escuela de Recursos Naturales de la UNPA y Magíster en Ciencias con Mención en Manejo y Conservación de Recursos Naturales de la UMAG. De Carli explicó que el objetivo de la visita era realizar un viaje de fin de curso. “Ellos son estudiantes de Ingeniería en Recursos Naturales, y la idea era integrar y conocer otros centros de cultivo, especialmente en términos marinos, que no tenemos disponibles en la provincia de Santa Cruz, donde sí existe un centro de producción de agua dulce, dedicado principalmente a la trucha arcoíris”, precisó.

Al inicio del cuatrimestre, los estudiantes realizaron algunas prácticas, y ahora, al finalizar el curso, la idea es explorar posibles desarrollos para la región. “En este sentido, entendemos que la Universidad de Magallanes (UMAG) representa una oportunidad clave, ya que buscamos estrechar vínculos que, en el futuro, puedan generar proyectos conjuntos. Nos parece que las potencialidades de estas latitudes son similares, y aunque existen diferencias entre el Pacífico y el Atlántico, como las corrientes marinas, nos resulta interesante conocer los desarrollos en los que ustedes llevan muchos más años trabajando. En Argentina, los estudios comenzaron en 1995 o 1996; aunque algunos no han prosperado, ha habido ensayos e intentos de producción. Sin embargo, creemos que aquí han sido más exitosos, por lo que intercambiar experiencias y explorar las potencialidades futuras en términos de producción nos parece muy valioso”, puntualizó.

Por su parte la alumna de la UNPA, Karina Menor comentó que le parecía muy interesante la visita al centro. “Aunque la expectativa era encontrarlo funcionando, pero nos comentan que se encuentra en mantención. La verdad es que interesante aprender sobre otras especies que nosotros allá no tenemos como el salmón, tenemos la trucha que es lo más parecido, el lugar me ha parecido lindo la verdad es que yo conocía Punta Arenas, pero nunca le había prestado atención a esto hasta ahora”, expresó.

Estrechando vínculos entre universidades

El director del Departamento de Ciencias Agropecuarias y Acuícolas de la Universidad de Magallanes, Pablo Gallardo Ojeda, destacó la importancia de fortalecer la colaboración entre las universidades de Chile y Argentina en el ámbito de la acuicultura. “Los recursos marinos y de agua dulce de ambos países son bastante similares, especialmente en áreas como el cultivo del salmón, el manejo de la pesca recreativa de recursos bentónicos y moluscos. En este sentido, subrayó la relevancia de establecer vínculos tanto con académicos de otras universidades como con estudiantes, con el fin de difundir las tecnologías y los avances desarrollados en la Universidad de Magallanes. Esta colaboración podría además permitir la captación de nuevos estudiantes en el futuro”, subrayó.

Gallardo señaló que una de las principales observaciones de la gente de la UNPA es el alto valor que le atribuyen a la infraestructura desarrollada por la Universidad de Magallanes, especialmente en su Campus Norte, el Instituto de la Patagonia y el Centro de Cultivos Marinos Bahía Laredo. “Esta infraestructura se considera un logro significativo y un recurso valioso”, destacó. Además, mencionó que Pedro De Carli, quien cursó su magíster en la UMAG entre 2011 y 2012, tiene un profundo conocimiento y una gran apreciación por las instalaciones de la universidad. “Este reconocimiento lo ha motivado a compartir con sus estudiantes las oportunidades y el potencial de estos espacios, subrayando la importancia que tienen para su formación académica y profesional”, concluyó.