Una escuela total con justicia restaurativa para resolver los conflictos escolares sin violencia

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De izquierda a derecha, Giannina Ureta, Pamela Hernández y Andrea Lira.

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El equipo ejecutor del programa “A convivir se aprende”, ha dado sustento teórico al encargo ministerial de apoyar el mejoramiento de la convivencia escolar en Magallanes, incorporando el enfoque de la Justicia Restaurativa. Recientemente, participaron de una Conferencia internacional donde se abordó el tema, captando alto interés del público en conocer su experiencia.

“La violencia y las desigualdades subyacentes en la sociedad, no se pueden resolver sólo con el sistema judicial”, afirma Katia Ornelas Núñez, abogada dedicada a la Transformación de Conflictos, la Justicia Restaurativa y el Bienestar Psicosocial en México. Dicho postulado es la base de su trabajo, centrado en las relaciones, la responsabilidad y la reparación del daño, antes que en el castigo y en la carga punitiva.

La perspectiva que plantea fue promovida en el ámbito educativo por la magistrada Katherine Evans, quien junto con la académica Dorothy Vaandering, publicó en 2016 “El Pequeño Libro de Justicia en la Educación. Fomentando la responsabilidad, la curación y la esperanza en las escuelas”. Su propósito con este texto fue dirigir la atención a la semilla, a la estructura de la raíz y a las ramas que sostienen las experiencias positivas derivadas de su implementación, para nutrir relaciones saludables; crear ambientes de aprendizaje justos y equitativos, reparar el daño, y transformar el conflicto.

Precisamente, con esta especialista tomó contacto el equipo de la Universidad de Magallanes (UMAG), a cargo del programa “A convivir se aprende” del Ministerio de Educación, que es parte del Plan de Reactivación post pandemia. “En la búsqueda de un modelo teórico que, a la vez, nos pudiera entregar herramientas prácticas para trabajar la convivencia escolar con los establecimientos, la académica e investigadora Andrea Lira dio con el modelo de justicia restaurativa. Y así entró en contacto con Kathy por internet”, explicó la psicóloga Pamela Hernández, quien junto a la Dra. Lira, es parte ejecutora.

Estas gestiones terminaron con una invitación a compartir la experiencia magallánica, en la “Conferencia de Justicia Restaurativa en Educación: RJE en la comunidad”, organizada por la Universidad Eastern Mennonite, ubicada en Harrisonburg, Virginia, Estados Unidos, donde trabaja Evans. La actividad se realizó los días 25 y 26 de junio de este año, y Andrea, Pamela y Giannina Ureta, junto a Katia Ornelas, realizaron un taller donde compartieron la experiencia.

Andrea Lira, quien participó en el Congreso ha sido una de las promotoras de este enfoque como parte del equipo ejecutor del Programa "A convivir se aprende" en la región de Magallanes. En la imagen, aparece en una de la relatorías desarrolladas durante 2023 bajo el componente Redes en Punta Arenas.

Justicia restaurativa para una escuela total

Según Pamela Hernández, “la justicia restaurativa es un modelo que se está llevando a cabo en algunos países occidentales como Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, entre otros, y que se desarrolla a propósito del reconocimiento de las raíces ancestrales de los pueblos indígenas. Estos pueblos alrededor de todo el mundo aplicaban el concepto de comunidad, y cuando alguien quebrantaba alguna de las normas de convivencia que ellos mismos habían acordado, se reunían en círculo alrededor del fuego para dialogar acerca de cómo resolver el daño que se había generado, no sólo a la otra persona sino que a toda la comunidad”.

En Norte América, este modelo de generación de consejos que trabajan en círculos de diálogo, se ocupó primero en el sistema de justicia especial para los pueblos indígenas, y después se trasladó como un modelo alternativo al ámbito penal. Hoy avanza en el ámbito educativo, y la Universidad de Magallanes está ocupando estas herramientas en forma pionera en Chile, para cumplir con las orientaciones técnicas del programa ministerial que, justamente, piden trabajar con el Modelo de Escuela Total Multinivel.

Según Hernández, este enfoque de convivencia escolar que considera a cada persona como un agente de cambio, “ha generado una nueva forma de mirar la educación, que le da poder a la comunidad. No es el mundo adultocéntrico el que siempre tiene el poder. Los estudiantes son importantes, son esenciales para saber lo que necesitan, cómo lo necesitan y por qué lo necesitan. Y estas herramientas de círculo entregan esa oportunidad”.

Reimaginar las teorías de la acción

Participar de esta conferencia en Estados Unidos, tiene que ver con la importancia que el equipo de ejecución de este programa, le da a su propia formación en el proceso de trabajo con las comunidades educativas. “Mientras nosotros como equipo vamos aprendiendo, las escuelas también lo hacen”, dice la psicóloga.

Gracias a los fondos de un proyecto entre la UMAG y la Universidad Católica de Valparaíso, pudieron viajar a contar la experiencia en Magallanes, que actualmente está en etapa de formación inicial de círculos de diálogo y construcción de comunidad. “Había paneles iniciales donde estábamos todos reunidos, y después nos separamos en tres talleres. Tuvimos un espacio de una hora y media, donde hicimos un trabajo en círculo, y captamos cerca del 70% de las personas que estaban en la conferencia”.

La presentación “Analizando la modernidad y el colonialismo: Reimaginar las teorías de la acción con Justicia Restaurativa en la Educación Chilena”, fue muy bien recibida, y permitió a las asistentes de la UMAG generar muchos contactos y propuestas de trabajo colaborativo.