Liceo Donald McIntyre Griffiths y Programa “A Convivir se Aprende” comienzan trabajo en convivencia escolar

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-Hasta el momento se han sostenido los tres primeros encuentros de un proceso de acompañamiento directo que se extenderá hasta 2025.

-Esta iniciativa del Ministerio de Educación es ejecutada por la Universidad de Magallanes en ocho establecimientos de la región, y persigue el fortalecimiento de los equipos de gestión y de convivencia para prevenir la violencia escolar, promover el bienestar y mejorar la convivencia educativa.

El equipo ejecutor de "A convivir se aprende Magallanes" junto al equipo de Convivencia Educativa del Liceo Donald MacIntyre Griffits de Puerto Williams.

A mediados de junio, el Programa “A Convivir se Aprende” del Ministerio de Educación, ejecutado en la región por la Universidad de Magallanes (UMAG), arrancó su trabajo de acompañamiento en la comuna de Cabo de Hornos. En el Liceo Bicentenario Almirante Donald MacIntyre Griffiths de Puerto Williams, se reunieron los profesionales del programa con el equipo de convivencia del establecimiento, sentando las primeras líneas de una planificación enfocada en apoyar y fortalecer las acciones que propicien el bienestar al interior de su comunidad educativa.

Para Alejandra Montaña Ojeda, encargada de Convivencia Escolar y docente de apoyo de la Unidad Técnica Pedagógica (UTP) del Liceo, “dadas las características de nuestro establecimiento, sobre todo en el aspecto geográfico, contar con acompañamientos o acceder a apoyos externos, se dificulta.  Y este programa nos brinda esa posibilidad, de poder potenciar nuestros talentos y el trabajo que realizamos, en beneficio de nuestra comunidad”.

En esa línea, la profesional resaltó el hecho de que el trabajo esté enfocado “en nuestras necesidades, y no en las generalidades del sistema escolar” y que, en ese sentido, “el equipo de acompañamiento ha sido muy respetuoso en considerar nuestra realidad, y darle la pertinencia que corresponde”. Es así como valoró que el programa permita considerar las experiencias, vivencias y formación del contexto en el que se encuentran insertos.

La psicóloga y coordinadora comunal del equipo ejecutor, Pamela Hernández Villegas, comentó que estos encuentros iniciales les permitieron, conjuntamente, “hacer esta revisión sobre las dimensiones de la convivencia que ellos han trabajado, cuales ven que están más fortalecidas, cuales ven que falta fortalecer más y, a partir de eso, generamos una primera propuesta, que es una tarea con la que nos vinimos y con la que tenemos que trabajar para que, al comienzo del segundo semestre, ellos puedan, como equipo, presentarle al cuerpo docente una consulta respecto a cómo podríamos continuar este trabajo”.

Según explicó la profesional, la idea es que esta consulta pueda abrir temas de conversación y comenzar a trabajar a partir del diálogo que surja de las preocupaciones de las y los profesores, para poder, después, ampliarlo a otras áreas del Liceo, “porque nuestro interés final -enfatizó- siempre es llegar a extender a toda la comunidad educativa, que las decisiones no se tomen solo entre cuatro paredes, sino que incluyan a más actores”.

El equipo de trabajo estuvo conformado, además, por el investigador responsable del programa en la región y académico de la UMAG, Sergio Saldivia Córdova; el psicólogo facilitador del equipo ejecutor, Nicolás Vásquez; la trabajadora social del Liceo DMG, Dionisia Araya; la psicóloga del equipo de Convivencia Educativa del mismo establecimiento, Mackarena Moreno, y la docente de apoyo de este equipo, Maritza Vega.

El seremi de Educación, Valentín Aguilera Gómez, destacó que el programa A convivir se Aprende “cumple un rol fundamental en el primer eje de nuestro plan de reactivación educativa, en materia de convivencia escolar, bienestar y salud mental, y para nuestra región es una excelente noticia que el alcance territorial se siga ampliando y, en esta oportunidad, llegue incluso a la Provincia Antártica. En este caso debemos señalar que, desde el primer llamado, hemos podido ampliar la base de convocatoria y en este marco nuevas escuelas en las diferentes provincias se suman a este programa especializado”.

Fachada del Liceo Bicentenario DMG, ubicado en Yelcho 158, Puerto Williams, Cabo de Hornos, la comuna más austral de Chile.

Proyecciones y necesidades

Como parte de este trabajo inicial también surgieron algunos aspectos para atender en forma especial durante el segundo semestre.

El equipo de Convivencia Educativa del Liceo espera conocer herramientas y estrategias que favorezcan el reconocimiento, por parte de la comunidad escolar, de la labor que cumplen los Equipos de Convivencia Educativa, así como también su involucramiento en la prevención de la violencia.

Según resaltó Montaña, “esperamos fortalecer el Plan de Gestión de Convivencia Escolar de nuestro establecimiento, integrando la prevención de la violencia escolar, el aprendizaje de formas de convivir sanamente y la responsabilidad que a todos nos compete”.

En tanto, Pamela Hernández añadió que uno de los temas a los que darán también prioridad es a la formación, como consecuencia del mismo aislamiento geográfico que presenta la comuna. “No hay equipos que vayan allá a hacer formación. La formación que existe del CPIP en línea es estandarizada, muchas veces es de autoformación, o sea que tú tienes el material, lo lees, después tomas una prueba, pero no puedes interactuar porque eso se logra en una conversación. Entonces es un ofrecimiento que hicimos y vamos a realizar apoyo de formación en Cabo de Hornos”, concluyó.