Investigaciones de arquitectura regional, cáncer gástrico y registro climático en algas y árboles ganaron Fondecyt Regular

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Ricardo de Pol, Boris Cvitanic, Andrés Mansilla y Yolanda Espinosa.

-Cada una de las cuatro iniciativas financiada con fondos ANID 2024, tendrá cuatro años para ejecutar su presupuesto, y cumplir sus ambiciosos objetivos a través de la generación de conocimientos. Entre ellos, están la prevención del cáncer a través de la genética, la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, y la valoración de la gestión descentralizadora en la historia de la arquitectura de Magallanes.

-La y los investigadores que se adjudicaron los recursos, también son parte del cuerpo académico de pre y postgrado de la Universidad de Magallanes, y han consolidado una carrera científica reconocida a nivel nacional e internacional.

“Queremos felicitar y agradecer el compromiso de las unidades académicas y los investigadores seleccionados por la Agencia Nacional de Investigación (ANID)”, dice el correo electrónico con el cual la Dirección de Investigación y Creación de la Universidad de Magallanes (UMAG), difundió entre la comunidad universitaria la buena noticia de seis nuevos proyectos que se adjudicaron fondos para su ejecución.

A las dos iniciativas ganadoras del Fondecyt de Iniciación – una a cargo de la Dra. Judith Pardo, destinada a contrastar las poblaciones de ictiosaurios prehistóricos del Pacífico chileno con las del actual Océano Índico- y otra, de la Dra. Claudia Andrade, que seguirá el impacto de la proliferación de algas nocivas (FAN) en las comunidades bentónicas en el sur de Chile – se sumaron cuatro propuestas ganadoras del Fondecyt Regular, que postularon las Facultades de Ingeniería y de Ciencias, el Centro de Investigación GAIA Antártica y la Escuela de Medicina, y que tendrán una ejecución de 4 años.

Según información aparecida en la web de ANID, el objetivo de estos recursos es “el financiamiento de proyectos de investigación individual de excelencia, (…) que conduzcan a nuevos conocimientos o aplicaciones previstas, a través de hipótesis de trabajo explicitadas en el proyecto”. Agregan que, para su selección, se tienen en cuenta “su calidad intrínseca y el mérito de los/as postulantes, sin distinción de áreas, género o procedencia institucional”.

Descentrando el poder y la arquitectura

“Chile es un país altamente centralizado. A lo largo de su historia republicana, se han repetido procesos e intentos por descentralizar el poder, los recursos y la administración del Estado, con la intención de disminuir las asimetrías y desequilibrios de desarrollo en sus diferentes territorios y, particularmente, de las diferencias expresadas en sus zonas extremas”.

La afirmación es parte del resumen del proyecto “Los ejercicios de descentralización en Chile. Territorio, ciudad y arquitectura en el desarrollo de las regiones extremas: 1953-1976”, perteneciente al académico del Departamento de Arquitectura de la UMAG, Boris Cvitanic-Díaz, y con ella, pretende contextualizar los relevantes impactos en las escalas territorial, urbana y arquitectónica, del espacio habitado en Arica y Magallanes en dicho período.

El Dr. en Proyectos Arquitectónicos se interesó en ejercicios de descentralización asociados a la modernidad. Entre ellos, la implementación de herramientas como los puertos libres, y la constitución de organismos públicos descentralizados como la Junta de Adelanto de Arica y la Corporación de Magallanes (CORMAG), que abordaron de manera autónoma el desarrollo de sus territorios, proyectando y ejecutando obras de arquitectura, urbanas y de infraestructura; llevando a cabo estudios; planificando el desarrollo territorial; implementando acciones, obras y planes de industrialización y urbanización, e interviniendo en diferentes escalas del espacio.

1970 Proyecto edificio CORMAG diario El Magallanes.

“En el país, los ejercicios de descentralización han gozado de desigual atención. El caso de Arica ha sido mayormente explicado como un fenómeno aislado, a pesar de haber integrado un proceso mayor implementado en el país, mientras que el caso de Magallanes no ha sido objeto de atención en términos espaciales y, escasamente, lo ha sido en términos históricos. Además, en un contexto nacional en el que se ha hecho hincapié́ en la interpretación del desarrollo local de la arquitectura moderna sobre la base del concepto de influencias foráneas, emerge el interés por verificar la similitudes, correspondencias y variaciones del desarrollo territorial, urbano y arquitectónico en las regiones extremas de Chile”, afirma Cvitanic.

La propuesta abordará, de manera integral y conjunta, lo proyectado, lo construido y lo planificado en las distintas escalas del espacio, durante la descentralización de las regiones extremas en Chile, particularmente, en relación con Magallanes. Su principal objetivo es identificar, comprender y poner en valor la dimensión espacial del modelo de desarrollo establecido por la descentralización de la gestión del Estado. Colaboran con Cvitanic-Díaz los doctores Daniel Matus Carrasco (UMAG) y Horacio Torrent Schneider (PUC), coinvestigadores de esta iniciativa.

Cáncer gástrico y Medicina 4P

El cáncer de estómago o cáncer gástrico -médicamente identificado como adenocarcinoma- comienza en las células que producen mucosidad en el revestimiento más interno del estómago. Tiende a desarrollarse lentamente durante años y, a menudo, implica cambios precancerosos tempranos en el estómago, que casi nunca causan síntomas y, por lo tanto, no se detectan.

Según datos del Observatorio Global del Cáncer, esta enfermedad representó la cuarta causa de muerte por cáncer en todo el mundo, y la segunda en Chile. Un índice alto debido a que la mayoría de los diagnósticos se realizan en etapas avanzadas. Considerando lo anterior, la Dra. en Ciencias Biológicas y directora del Grupo de Genómica Evolutiva y Médica de Magallanes (GEMMa) de la UMAG, Yolanda Espinosa-Parrilla, lleva varios años estudiando esta patología, para contribuir a su prevención, pues detectarla en etapa incipiente es el factor que más aumenta la supervivencia de quienes la padecen.

En el resumen de su proyecto ganador del Fondecyt Regular, la Dra. Espinosa-Parrilla afirma que “el cáncer gástrico es una enfermedad compleja, controlada por oncogenes y genes supresores de tumores. En Magallanes, en nuestro anterior proyecto FONDECYT, pudimos identificar al menos dos biomarcadores del inicio temprano de la enfermedad, con un posible rol en los procesos de generación del cáncer. El objetivo principal de este nuevo proyecto es analizarlos, para identificar y caracterizar su papel en etapas previas a la aparición del cáncer, y así adelantarse a la aparición de la enfermedad, y usarlos como marcadores diagnósticos con alto valor predictivo en la población magallánica”.

La académica de la Escuela de Medicina agregó que, igualmente, estudiará las complejas redes moleculares que se establecen, y que podrían explicar los mecanismos asociados a la progresión del cáncer. “Esto podría tener un importante impacto en la sociedad, a través de la medicina preventiva, predictiva, participativa y personalizada (Medicina 4P)”.

Macroalgas: centinelas marinas en laboratorio natural

La ecorregión subantártica de Magallanes se caracteriza por tener vastas áreas marinas protegidas, gracias a las cuales estos ecosistemas se mantienen prístinos. Son tan escasos en el mundo los lugares que están en estas condiciones, que el maritorio austral es un foco global de estudio, donde se pueden encontrar respuestas ambientales a cambios que afectan a las especies, comunidades y ecosistemas marinos en los últimos años. En otras palabras, es un “laboratorio natural”.

Según el proyecto del Dr. en Botánica, Andrés Mansilla Muñoz, que se adjudicó recursos Fondecyt Regular, existe evidencia de que el cambio climático está afectando a las regiones polares y subpolares más rápidamente que a cualquier otra región de la Tierra. “La disminución de los glaciares debido al aumento de las temperaturas y el aumento del agua de deshielo, son algunos de los principales problemas medioambientales mundiales de la actualidad, que se intensificarán aún más en las próximas décadas”, afirma en el resumen de su propuesta.

Foto: Jaime Ojeda.

La pérdida de masa en los glaciares de la ecorregión de Magallanes ha experimentado un aumento significativo en los últimos veinte años, representando la mayor pérdida de masa glaciar en toda la Cordillera de los Andes. Estos entornos son el hábitat de diversas comunidades marinas subantárticas, que cuentan con información crucial para comprender y enfrentar los efectos del cambio climático. En especial, las macroalgas Macrocystis pyrifera, Sarcopheltis skottsbergii y poblaciones calcáreas, que serán estudiadas por el Dr. Mansilla debido a su carácter de centinelas marinos del clima.

El estudio se concentra en los glaciares del Fiordo de Montañas, Canal Beagle, Islas Hornos y Londres, y Estrecho de Magallanes, y monitorea la variabilidad de los factores más determinantes en estas condiciones ambientales, como la disminución de la salinidad, la disponibilidad de luz y la concentración de nutrientes en las macroalgas. “Los resultados eco-fisiológicos y genómicos obtenidos en nuestros estudios anteriores, servirán de base para avanzar en la comprensión de los efectos y la adaptabilidad de las macroalgas subantárticas y sus organismos asociados al cambio climático. Estos esfuerzos nos permitirán documentar, predecir y alertar sobre el presente y el futuro de los patrones de distribución espacial y temporal”, afirma Mansilla.

Los árboles más antiguos de la Península

Dr. Juan Carlos Aravena extrayendo muestra de árbol.

El proyecto Fondecyt Regular del Dr. en Oceanografía, Ricardo De Pol Holz, tiene la ambiciosa misión de comprender cómo el Océano Austral ha afectado el clima global, liberando dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera durante los últimos cinco siglos. Para esta tarea, el investigador del Centro de Investigación GAIA-Antártica (CIGA) afirma que, junto al Dr. Juan Carlos Aravena y el Dr. Gary Shaffer, estudiará “los bosques de Magallanes, el hogar de los árboles más australes del mundo, cuyos anillos nos cuentan la historia de la atmósfera de la Tierra”.

¿Cómo es posible obtener información de tan antigua data? Según explica De Pol, “cada anillo en estos árboles es una ventana al pasado, y a través del análisis del radiocarbono (14C), podemos reconstruir la historia de la atmósfera terrestre. Nuestros estudios previos en los bosques de Magallanes nos han revelado cómo, sobre todo en los últimos 150 años, las aguas profundas del Océano Austral han liberado CO2 antiguo. Este proceso, resultado de la surgencia oceánica, tiene un efecto notable en la atmósfera cercana al continente sudamericano”.

La relevancia de un estudio del pasado está fuertemente anclada en el futuro. “El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero, y su aumento en la atmósfera es uno de los principales motores del calentamiento global. Descubrir cómo este proceso ha ocurrido en el pasado nos puede dar pistas vitales sobre cómo mitigar sus efectos en el futuro”, subraya el biólogo marino. Para profundizar aún más en este fenómeno, el proyecto buscará los árboles de mayor edad en la Península de Brunswick, y contrastará los resultados con otros datos globales y modelos climáticos, para develar las emisiones de CO2 desde el Océano Austral.

La Universidad de Magallanes cuenta con un laboratorio de Geocronología de última generación que nos permite procesar las muestras de anillos de árboles para la medición de 14C. Esta instalación de vanguardia es una ventaja que proporciona la tecnología y precisión necesarias para llevar a cabo un estudio de esta envergadura, y así, dice De Pol, “Magallanes se convierte en un Laboratorio Natural por excelencia, donde sus árboles son verdaderas antenas vigías de procesos climáticos de importancia global”.