Investigador UMAG participó en foro en Brasil el cual busca fomentar el desarrollo de la bioeconomía azul

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-Según explicó el doctor en Acuicultura, Pablo Gallardo, “la bioeconomía azul lo que pretende es desarrollar actividades productivas que sean sustentables”.

El director del Departamento de Ciencias Agropecuarias y Acuícolas de la UMAG, Dr. Pablo Gallardo Ojeda tuvo una destacada participación en el “Foro del Corredor Azul: Oportunidades para o Desarrollo de la Bioeconomía Azul en el Valle de la Ribera del Estado de Sao Paulo, Brasil”, efectuado el 28 y 29 de noviembre recién pasado, en el marco del proyecto “BLASp4: Plataforma IoT para predecir la capacidad de carga bioeconómica y los servicios ecosistémicos bajo diferentes escenarios climáticos, zootécnicos y financieros de granjas acuícolas en ambiente neotropical”, de la Universidad Estatal del Estado de San Pablo (UNESP), donde participa como investigador principal.

El evento fue organizado por diversas instituciones del país sudamericano y reunió a más de cien personas relacionadas con actividades productivas y de conservación asociadas a la ribera costera. Dicha región, con sus más de 2 millones de hectáreas la hacen ser la mayor área continua de un ecosistema en Brasil, destacándose por la preservación de sus bosques, manglares y por su gran diversidad ecológica. ¿Su objetivo? crear una Gobernanza costera para la realización de actividades sustentables fomentando el desarrollo de la bioeconomía azul.

Gallardo explicó que el concepto de bioeconomía azul venía desde el aprovechamiento sustentable de los recursos. “El Foro del corredor Azul al que asistí tiene que ver con todos los aprovechamientos del área costera, por ejemplo, la parte portuaria, turismo y, en el caso mío, estaba más relacionada con la acuicultura. La bioeconomía azul lo que pretende es desarrollar actividades productivas que sean sustentables”, precisó.

En ese sentido, el investigador resaltó que, en el plano local, “cobra mucha relevancia lo que nosotros estamos haciendo con la reutilización de las cáscaras de erizo que desechan las empresas, porque éstas todavía tienen proteínas, lípidos y minerales como calcio, entonces lo que nosotros hacemos, es secarlas, molerlas y la harina resultante se mezcla con otros ingredientes, lo que se transforma, por ejemplo, en pienso o pellet para las ovejas o alimento para otro recursos productivos como podría ser para salmones u otros especies. Es, en definitiva, como reutilizar algo que ya se ocupó en pesquerías”.

Otro ejemplo, dice relación con el aprovechamiento de las algas, ya que, de acuerdo al académico, “se puede generar una harina de algas y eso, a su vez, utilizarlo para generar un alimento para salmónidos, ya que esta es una actividad productiva muy grande y necesita ser más sustentable en el tiempo”.

Sobre lo que ocurría en Brasil y que se quería replicar acá, en tanto, dijo que tenía que ver con el reordenamiento de todo lo relacionado con las actividades costeras. “Ellos hablaban de la Ribera del Estado de Sao Paulo que son 700 o 800 kilómetros de costa donde cobra mucha importancia el conversar y ponerse de acuerdo para que las actividades productivas que se realizan sean más sustentables. Esto lo  quieren hacer para cuidarse de proyectos muy grandes que pudieran causar algún impacto ambiental importante. Si la comunidad y los actores costeros están alineados, se puede mejorar”, dijo.

El también director del Departamento de Ciencias Agropecuarias y Acuícolas se refirió, además, al marco de la iniciativa BLASP4, cuya ejecución le permitió participar de este importante encuentro internacional. “Este proyecto realiza una evaluación de la capacidad de carga de los sistemas de cultivo, es decir, cuánto soportan los ambientes para la actividad productiva de acuicultura. Ahora viene otro proyecto al que estamos postulando que tiene que ver con acuicultura marina multitrófica integrada, que busca crear una cadena trófica entre ellos que permita reducir al máximo la cantidad de residuos vertidos al ecosistema. Esto igual tiene que ver con estos temas de economía sustentable ya que en el fondo es cultivar una especie y los desechos de ésta le sirven a otra y éstos a su vez a una tercera especie que, en este caso, siempre son las algas como productoras primarias. De esta forma, se desarrolla un cultivo integrado, pero esto ya viene para el 2024”, sentenció.

Finalmente, cabe destacar que dicha actividad permitió afianzar los lazos de colaboración que tiene la Universidad de Magallanes con la Universidad Estatal del Estado de San Pablo, tanto en el ámbito de la investigación como académico, ya que el profesor Gallardo participó como evaluador de un proyecto de tesis de magíster de una alumna de ingeniería pesquera de la UNESP.

Además, el viaje estuvo apoyado en parte por el proyecto Science-Hub Austral que la UMAG actualmente está ejecutando y que fomenta la innovación y vinculación del área docente con la investigación y el mercado. Se espera que, en el futuro, se concreten más viajes de estudiantes de la UMAG a la UNESP y viceversa.