Estudiantes de arquitectura UMAG diseñan refugios para Pepa, mascota del Instituto de la Patagonia

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-La perrita sufre de artrosis de cadera, teniendo problemas de movilidad, situación que motivó a los alumnos y alumnas a pensar en habitáculos especiales para su condición.

Pepa es una pastora alemán que llegó al Instituto de la Patagonia en el 2011. Dentro del recinto tuvo cinco cachorros, los que fueron adoptados a excepción de Shakira, bautizada así por los funcionarios. Madre e hija pasaron por varios lugares durante esos años, siempre volviendo al recinto, hasta que en el 2022 comenzaron a tener problemas de salud.

Shakira fue adoptada tras ser diagnosticada con un soplo cardiaco grado 6. Por su parte, Pepa comenzó a tener artrosis de cadera, una condición que le hace perder movilidad.

“Pepa ha estado muchos años en el Instituto de la Patagonia, es parte de nuestra comunidad y conocida por todos aquí. Al tanto de su condición, nos comenzamos a preguntar el por qué no pensábamos en alternativas -desde nuestra profesión- para que le sea más fácil su estancia en el recinto”, comentó Laura Villanueva, docente, jefa de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Magallanes (UMAG) y quien cuida actualmente de Shakira, quien desafió a los estudiantes de Taller VI a pensar en una solución habitacional para la miembro honorífico del Instituto de la Patagonia.

Los estudiantes tuvieron como misión diseñar y construir los refugios para Pepa considerando factores como sus movimientos, desplazamiento y hábitos, además de consideraciones externas como el clima, reutilización y aislación de materiales, e incorporación del contexto y el paisaje. El curso se dividió en dos grupos para crear estos habitáculos, teniendo además el apoyo de los profesores y empresas distribuidoras de materiales.

Matías Vera, estudiante de tercer año de Arquitectura y uno de los gestores de los proyectos, comentó que “tuvimos que indagar sobre la rutina de Pepa. Conversamos con los guardias del instituto y nos comentaron que no ocupaba su refugio habitual por sus problemas de movilidad, por ello cuando diseñamos y armamos su nueva casa aumentamos el tamaño del acceso a la vivienda”.

Tomando en cuenta el comportamiento de Pepa, los estudiantes de Arquitectura también instalaron planchas de policarbonato para que el animal tomara sol protegida de las rachas de viento. Se utilizó principalmente madera de pino y planchas de zinc para la construcción de los refugios. El grupo de Matías también ocupó cajas plásticas de transporte de botellas para sostener la base y evitar la entrada de humedad.

“Como alumnos, agradecemos la oportunidad de construir estos refugios, ya que siempre realizamos proyectos arquitectónicos simulados, pero no los habíamos llevado a la realidad. Fue una experiencia gratificante no solo por pasar de lo teórico a lo práctico, también por el beneficio que trae el proyecto, ahora Pepa cuenta con más de una casa acomodada a su condición”, expresó Matías.