Este curso, donde participó la Dra. Claudia Andrade, proporcionó un contexto global sobre la importancia de las AMP, su situación en Latinoamérica y su respuesta a amenazas críticas como el cambio climático.

En un significativo hito para fortalecer la investigación y gestión de Áreas Marinas Protegidas (AMP), la académica e investigadora del Laboratorio de Ecología Funcional del Instituto de la Patagonia, Dra. Claudia Andrade, y la integrante de su equipo de investigación, Bióloga Marina UMAG, Taryn Sepúlveda, fueron seleccionadas para participar en el prestigioso curso de Áreas Marinas Protegidas – AMP 2023.

La capacitación fue organizada por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO (COI), la Academia OceanTeacher Global, y el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis (INVEMAR, Colombia), en el contexto del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), el Marco de Biodiversidad Post 2020, los Objetivos de Desarrollo Sostenible 13 y 14, y el Decenio de las Ciencias Oceánicas, y se realizó entre los días 9 y 27 de octubre pasados, en formato virtual, con sesiones sincrónicas y asincrónicas.

Dra. Claudia Andrade y Biol. Mar. Taryn Sepúlveda en Área Marina Protegida Francisco Coloane.

Durante este periodo intensivo, participantes de diversos países de Latinoamérica y el Caribe, incluyendo Angola, se reunieron para intercambiar experiencias y conocimientos relacionados con el estudio de AMP. Los temas abordados incluyeron conceptos fundamentales de AMP, planificación, manejo, gobernanza, monitoreo, estrategias para el desarrollo de actividades sostenibles, adaptación al cambio climático, entre otros. La iniciativa no solo fomentó la colaboración entre expertos regionales, sino que también desafió a los participantes a trabajar en equipo, en actividades como estudios de caso y propuestas de ampliación para las AMP.

Según la Dra. Andrade, “el curso no solo impartió conocimientos, sino que también fomentó la retroalimentación de los estudiantes, a partir de sus experiencias y entrenamiento, promoviendo así el desarrollo de metodologías para un manejo efectivo de las AMP”. También valoró el hecho de que durante la realización de este curso, se haya publicado en el Diario Oficial la Ley 21.600, que establece el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Participación de la UMAG

La Dra. Andrade y la investigadora Sepúlveda, jugaron roles destacados en la realización de ejercicios prácticos, y en la presentación de una síntesis exhaustiva sobre el estado de las AMP en Chile. Este análisis puso énfasis en aspectos cruciales como la institucionalidad, gobernanza, actores del sector público y privado, estado del manejo y ordenamiento en cuanto a normativas vigentes.

Ubicación del Área Marina Protegida Francisco Coloane, al sur de la península de Brunswick.

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Lo más relevante a su juicio, fue la propuesta de recategorización para el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) y el Parque Marino Francisco Coloane, que presentó el equipo de representantes de diversas nacionalidades, encabezado por la Dra. Andrade.

“La propuesta en sí misma constituye un desafío, presentando criterios y justificaciones que respaldan la necesidad de otorgar a esta AMP una categorización renovada”, asegura Andrade. “Entre los principales argumentos, figura la relevancia de este corredor biológico natural como zona de tránsito y alimentación para grandes cetáceos. En homenaje al legado de Francisco Coloane y su compromiso con la exploración literaria de la naturaleza, la vida marina, la cultura de las comunidades costeras, y la interrelación entre el ser humano y el entorno marino, la propuesta adopta la filosofía del ecocentrismo”, agregó.

AMP Francisco Coloane

Vista del fiordo desde la costa. Fotografía: Biol. Mar. Cristóbal Rivera.

Situado en las proximidades de la boca occidental del Estrecho de Magallanes, este espacio ubicado frente a la península de Brunswick se erige como un área de trascendental importancia, tanto a nivel global como regional, gracias a su rica diversidad ecológica. Particularmente, destaca por albergar una amplia variedad biológica de vertebrados acuáticos, y fungir como el único sitio de alimentación de la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) fuera de las aguas antárticas.

“Este enfoque ético -explica Claudia- sitúa a la naturaleza y a los ecosistemas en el centro de las preocupaciones, reconociendo a los seres humanos como parte integral de un sistema interconectado en el cual deben vivir en armonía con la naturaleza”. La propuesta que lidera, busca reemplazar la actual categorización de AMP-MU por la de Parque Marino, con el propósito de facilitar actividades de observación e investigación acorde a los criterios presentados. Estos incluyen la protección de especies en peligro de extinción, aquellas clave para el ecosistema, así como la preservación de la herencia cultural ancestral Kawésqar presente en la zona.

Toma con dron de los glaciares. Fotografía: Biol. Mar. Cristóbal Rivera.

Consultada por los aportes que este cambio de categoría puede traer, comentó que con ello se busca consolidar la gestión integral y sostenible de este espacio, asegurando su preservación a largo plazo. Además, sostiene que es fundamental que los resultados generados a partir de estas iniciativas innovadoras, no solo tengan un impacto significativo en el ámbito académico y científico, sino que también desempeñen un papel crucial en la esfera comunitaria y en las instancias de toma de decisiones. “La difusión de estos resultados hacia la comunidad en general, y especialmente hacia las entidades responsables de la toma de decisiones, se erige como un componente esencial de la misión de estas propuestas”, acotó Andrade.

Ambas investigadoras aseguran que este compromiso con la difusión activa de los resultados surge de su responsabilidad social y científica de la institución donde trabajan, como Universidad estatal, pública y extrema, donde también se han definido estándares de sustentabilidad por alcanzar. Asimismo, estas iniciativas se vinculan directamente con los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, contribuyendo de manera concreta a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Muestreos en AMP Coloane. Fotografía: Biol. Mar. Cristóbal Rivera.