Por Cristián Morales Contreras

“Los pequeños chilenos fueron justos ganadores”, dijo Leandro Fernández, árbitro nacional de la Federación de Ajedrez transandina. “¡Y qué nivel que tienen estos chicos, che!”, dijo uno de los jugadores argentinos.  Y es que a pesar de ser un torneo destinado a competidores de hasta 18 años, el equipo del Club Ajedrez Umag sorprendió a todos con su juventud, ya que de los seis integrantes, la mitad tiene siete años: María Ignacia Guerra, Salvador Morales y Stjepan Vrsalovic. En tanto, Vicente Barra, 9 y Francisca Vargas y Jorge Guerra, 14 años.

Cada encuentro fue una auténtica batalla mental, donde la concentración y el ingenio estuvieron presentes en cada movimiento. Las mesas de juego se convirtieron en verdaderos campos de estrategia, en el que cada jugador analizó la jugada y calculó sus movimientos con precisión. El ambiente se llenó de tensión y expectativa, mientras los espectadores seguían con asombro cada partida.

Leandro Fernández, árbitro nacional de la Federación de Ajedrez de Argentina, destacó la calidad técnica de los participantes y la integración que se vivió en el torneo.  “Cuatro equipos con seis jugadores cada uno participaron en el campeonato  Integración Austral en Río Gallegos.  Se jugó a un ritmo de 15+10 y de las seis mesas, en cinco los representantes chilenos obtuvieron la mejor posición y fueron los justos ganadores”, sentenció.

Joaquín Godoy, 15 años, jugador argentino, valoró la actividad e invitó a más jóvenes a unirse al mundo del ajedrez, “es un deporte muy lindo que todo el mundo puede aprender y en el que se desarrollan habilidades y también se conoce mucha gente”.

Para Jorge Guerra, 14 años, el trato y la convivencia entre jugadores fue muy importante. “Río Gallegos fue un buen torneo, muy lindo y entretenido y esperamos que se siga realizando este intercambio. En el ajedrez no corre la suerte siempre gana el mejor, el que esté más concentrado y en mejor condición al momento del partido”, indicó.

Además del aspecto competitivo, este torneo de ajedrez también sirvió como punto de encuentro y hermanamiento entre las ciudades de Río Gallegos y Punta Arenas, promoviendo la integración y el intercambio cultural entre ambas comunidades.

Tras dos días de juegos, el Club de Ajedrez UMAG se coronó campeón por equipos, llevándose la victoria en cinco de las seis mesas en competición. Su destreza y habilidad en el tablero dejaron a todos boquiabiertos, incluyendo a los participantes argentinos, quienes no dudaron en expresar su admiración hacia los jóvenes jugadores de UMAG.