Estudiantes brasileños de Ingeniería Pesquera realizaron pasantía en la Fac. de Ciencias

Boletín Normal, Portada UMAG, noticias

Los alumnos de la carrera de Ingeniería Pesquera de la Universidad Estatal Paulista (UNESP) de Brasil, Roberto Kazuyoshi Naoe y Moranne Toniato Da Silva, se encuentran realizando actualmente una pasantía en la Universidad de Magallanes, en el marco del convenio de cooperación entre ambas casas de estudios y el proyecto conjunto “Blasp 2023”. Durante su estadía de dos meses ambos tuvieron la posibilidad de trabajar en pienso para halibut al alero del Departamento de Ciencias Agropecuarias y Acuícolas y el Centro de Cultivos Marinos Bahía Laredo, y compartir con sus pares cómo fue su experiencia a la hora de implementar sus emprendimientos con base tecnológica en el ámbito de la Ingeniería Pesquera.

Toniato manifestó que su experiencia ha sido muy positiva, aunque un poco diferente de lo que tenían en Brasil principalmente por el clima. “Hay mucho frio y viento, es una nueva experiencia para nosotros nuestros amigos que han estado acá no nos prepararon lo suficiente. Específicamente hemos estado trabajando en pienso para halibut, con ingredientes que posee la universidad y haciendo análisis de estos pellets. En nuestra universidad vimos cómo hacer un pienso, pero recién acá pudimos llevarlo a la práctica. Además tuvimos la posibilidad de utilizar otros equipamientos y aprender sobre una cultura distinta a la nuestra. Lo que más nos ha complicado es la lengua, si bien logramos entender lo que nos dicen, nos cuesta hablar español. En lo referente al pescado en general en Brasil producimos en agua dulce y acá es más salada”, comentó.

En tanto, su compañero Roberto Kazuyoshi agregó que en Brasil había una mayor variedad de peces debido al clima más propicio. “Por ejemplo – puntualizó- salmones no tenemos, acá el clima para su producción es mejor que en nuestro país”.

Por su parte, el director del Departamento de Ciencias Agropecuarias y Acuícolas de la Universidad de Magallanes, Dr. Pablo Gallardo Ojeda señaló que desde el 2018 tenían un convenio con la Universidad Estatal Paulista (UNESP), principalmente a través del profesor Guilherme Wolff Bueno. “Con él hemos hecho varios proyectos de intercambio de docencia, por ejemplo, yo he ido a hacer clases allá y él ha venido acá, también ha enviado a estudiantes ya sea para hacer su práctica o para apoyo en sus tesis”. Gallardo, recordó, además, que, desde esa fecha, han visitado la UMAG, cinco estudiantes de la UNESP.

En este caso, tanto Moranne como Roberto están terminando su carrera. Su práctica básicamente consistió en realizar actividades relacionadas con la acuicultura, trabajando en la fabricación de pellets para halibut. También realizaron algunas clases a estudiantes de Biología Marina, y “más que nada -dijo el investigador- se empaparon de la cultura magallánica”. En lo central, tuvieron trabajo rutinario en el Centro de Cultivos Marinos Bahía Laredo donde se han venido desarrollando proyectos de diversificación acuícola durante las últimas décadas en la investigación de especies con potencial acuícola, entre peces (seis), moluscos (cuatro), crustáceos (tres), microalgas (seis) y equinodermos (uno).

En ese contexto es que también, según informó Gallardo, los alumnos pudieron insertarse al proyecto de innovación de la UMAG “Science Hub Austral: Implementación y fortalecimiento de capacidades habilitantes para el ecosistema de innovación en el contexto antártico y subantártico”, el cual tiene como propósito central impulsar las capacidades de la Universidad en el ámbito del I+D+i+e (Investigación, Desarrollo, Innovación y Emprendimiento) y, al mismo tiempo, promoverlas como parte de la cultura organizacional de la institución.

“En Brasil se utiliza mucho la cultura del emprendimiento, entonces muchos de los estudiantes antes de titularse ya forman alguna empresa un “startup” (empresa de nueva creación que, gracias a su modelo de negocio escalable y al uso de las nuevas tecnologías, tiene grandes posibilidades de crecimiento). Cada uno de ellos tiene una empresa la que fue formada al interior de su universidad, la idea es poderla mantener una vez que se titulen y fomentar esto al interior de nuestra universidad, por eso ellos les contaron su experiencia a nuestros estudiantes”, precisó.

Las empresas

La empresa de Roberto Kazuyoshi lleva por nombre AquaSys: Tecnología y Conectividad para el agronegocio. Se trata de una empresa innovadora y comprometida con ofrecer soluciones tecnológicas avanzadas para el seguimiento, control y gestión de procesos para la agroindustria. “Hicimos un sistema de monitoreo de parámetros del agua. La información se envía a una plataforma, se trata de un sistema automatizado para que los productores, cultivadores no tengan que estar haciendo estas mediciones. Nosotros medimos la temperatura del agua, oxígeno y PH. Nuestro objetivo es simplificar y mejorar las operaciones de los productores, piscicultores y gestores rurales, brindándoles acceso a tecnologías 4.0, facilitando la captura de datos en campo, la creación de big data y los procesos de toma de decisiones”, manifestó.

En tanto, la empresa de Moranne Toniato lleva por nombre BioMonetize. La empresa opera en el campo de la agronomía y servicios de consultoría para actividades agrícolas y pecuarias. “Nuestra empresa se relaciona más con prácticas medio ambientales. Estamos orientados a los productores, buscamos que sus negocios produzcan de una manera más ecológica”, sostuvo.

Finalmente, Pablo Gallardo comentó que la experiencia de trabajar con gente de Brasil ha sido muy positiva, ya que ellos tienen un desarrollo acuícola muy distinto al de acá. “Por ejemplo, los biólogos marinos o los técnicos en acuicultura de la UMAG o en general en Chile siempre se orientan mucho al cultivo del salmón o de los choritos o mitílidos, las dos grandes industrias que tiene el país, es decir, la forma de enseñar se orienta más a la exportación. En cambio, ellos, tienen una experiencia más de acuicultura en aguas dulces, con muchas especies como es más tropical, con mucho calor sobre 30 o 40 grados de temperatura; también hay una acuicultura de pequeña escala. Nosotros lo que hacemos siempre con los proyectos en los que trabajamos con Guilherme (Wolff) es contrastar las experiencias. Ha aprendido mucho de los estudiantes y de Guilherme porque ellos le dan mucho valor a generar algún tipo de empresa”, concluyó.