Formación técnico-profesional: Académicos franceses abordaron cómo favorecer la relación entre la Industria y la Academia

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En el seminario “Vínculo entre la Industria y las Instituciones de Educación”

Por Patricio Piña Fernández (nota) y Mónica Araus Sieber (fotos), Dirección de Comunicaciones UMAG.

- Basilia Marchandise y Ronald Guillen, quienes fueron invitados por el Centro de Educación Tecnológica (CET) de la Universidad de Magallanes (UMAG), enfatizaron en que a nivel nacional se deberían perfeccionar los contenidos curriculares y abrir nuevas posibilidades de especialización.

“Vínculo entre la Industria y las Instituciones de Educación, en el contexto de la Formación Técnico Profesional” es el título del seminario que se impartió durante la presente jornada en la Universidad de Magallanes (UMAG), el cual abordó esta temática en torno a la experiencia de los académicos franceses Basilia Marchandise, del Instituto Universitario de Tecnología de Le Havre y Ronald Guillen, de la IUT La Roche – sur – Yon.

Ambos fueron invitados por el Centro de Educación Tecnológica (CET) de la casa de estudios regional, quienes a su vez representaron a la Asamblea de Directores de los Institutos Universitarios de Tecnología de Francia (ADIUT) en su calidad de expositores. Se trata de una iniciativa que también ha sido apoyada por el Departamento de Ciencia, Energía, Educación, Innovación y Astronomía del Ministerio de Relaciones Exteriores.

“El año pasado se nos presentó la oportunidad de ir a visitar universidades de ese país y ahí conocimos a dos académicos que nos relataron su experiencia sobre las instituciones de educación superior con foco en la formación técnico profesional. Uno de los aspectos claves y más relevantes que se vislumbró en esa pasantía fue la relación que tienen, en ese país, entre la industria y la academia. Está muy bien consolidada; evidentemente que hay un contexto cultural, social y legal que los favorece desde hace mucho tiempo”, expresó el director del CET, Daniel Biott.

Posteriormente, se originó la oportunidad para que, durante una semana, ambos académicos pudieran trasladarse hasta Punta Arenas para transmitir esa experiencia a través de diferentes actividades como talleres, charlas, reuniones y visitas a empresas. De esta forma, en este seminario reflexionaron respecto a cómo la UMAG puede impulsar un contexto que favorezca la relación entre la industria y la academia para así alcanzar importantes niveles de crecimiento y de desarrollo en sus egresados, quienes puedan cubrir las necesidades y las demandas laborales existentes en la región.

El académico de la IUT La Roche – sur – Yon, Ronald Guillen, sostuvo que en Chile existe la idea de generar cambios, pero que “tal vez se necesita que el reconocimiento de los chicos que van hacia las empresas, en el marco pedagógico, sea más encuadrado y que las empresas participen en su educación. Es importante es que el Estado sea consciente que es necesaria la vinculación entre la empresa y la academia, y creo que lo es, pero es necesario que tomen algunas medidas de incentivo y que organicen mesas de actores para ver las experiencias de Alemania, Japón, Francia y Estados Unidos y vean cuál se adapta mejor a la realidad del país”.

Mientras que la académica del IUT de Le Havre, Basilia Marchandise, explicó que forman técnicos superiores con un título que equivale a una licenciatura. Por otro lado, agregó que lo que los define desde hace 60 años es “la vinculación que tenemos con las empresas. A nivel de investigación a través de las prácticas que son obligatorias para nuestros estudiantes, las cuales tienen un seguimiento por parte nuestra y por la empresa; y con la presencia de los docentes que intervienen en nuestros institutos que vienen a impartir contenidos desde la experiencia de sus trabajos”.

Presentación de académicos

En la presentación se detalló que Francia está dentro los países (11ª) con mayor porcentaje de investigadores en proporción a la población activa en equivalente a tiempo completo (2019), de los cuales se desprende que el posgrado más elevado de los investigadores en empresas en Francia está el diploma de ingeniero, luego los diplomas de estudios avanzados (DEA), estudios de postgrado especializado (DESS) y máster, siguiendo por los doctorados y los bachilleratos (especialización en educación media).

En el ámbito de los estudiantes se abarcó que es relevante que realicen una pasantía que sea seguida pedagógica y profesionalmente para que el trabajo sea valorado y reconocido, y que el empleo sea asalariado para el reconocimiento (financiero y jurídico). En esa misma línea, se destaca que ha habido un aumento del número de diplomados de la educación superior (50% de los 25-34 años) y de los bachilleratos profesionales; y por el contrario, una disminución de los obreros cualificados.

Otros datos relevantes es que se han generado polos de competitividad que se reúnen, en un territorio bien definido y sobre una temática definida, empresas (grandes y pequeñas), laboratorios de investigación y organismos de formación. Desde el 2004 hasta la fecha se han desarrollado 55 polos, dos mil laboratorios, 14 mil empresas innovadoras y se han invertido 7,5 M€ (más de siete mil 190 millones de pesos) en proyectos de innovación.

Concluyeron sus exposiciones resaltando que es importante enfatizar en mejorar la relación entre alumnos y empresas, afianzar un respeto mutuo entre la academia y el sector público y  privado, perfeccionar los contenidos curriculares y abrir nuevas posibilidades de especialización para aumentar el éxito de un público diverso. Para todo lo anterior, fijaron cuatro ejes: expectativas de los jóvenes, voluntad de la universidad, necesidades del mercado laboral y compromiso social.

El académico de la IUT La Roche – sur – Yon, Ronald Guillen, sostuvo que en Chile existe la idea de generar cambios, pero que “tal vez se necesita que el reconocimiento de los chicos que van hacia las empresas, en el marco pedagógico, sea más encuadrado y que las empresas participen en su educación".

La académica del IUT de Le Havre, Basilia Marchandise, explicó que forman técnicos superiores con un título que equivale a una licenciatura. Por otro lado, agregó que lo que los define desde hace 60 años es “la vinculación que tenemos con las empresas".