La vicerrectora Melissa Flores intervino en la presentación de Fiscalía realizada en dependencias del CADI-UMAG.

Por Rolando Martínez Vergara (texto) y Andrés Poblete Vargas (fotografías), Comunicaciones Rectoría.

“Ustedes son una comunidad muy importante. Son casi 4.500 personas y por el espíritu de servicio público que tiene esta universidad por cierto que pueden sumarse a este esfuerzo de las distintas autoridades. Lo otro es que ustedes tienen las capacidades para poder generar planes de prevención a nivel interno”, destacó el fiscal regional Cristián Crisosto, al referirse al apoyo que puede otorgar la Universidad de Magallanes en generar campañas de educación y prevención de delitos ante la comunidad universitaria.

Fue en dependencias del Centro Asistencial Docente e Investigación (CADI) de la UMAG, donde el fiscal Crisosto se reunió con autoridades regionales y jefes de servicios para exponer sobre la realidad delictual en la región, con cifras que, en algunos tipos de delitos, exceden al promedio nacional, como delitos sexuales, ilícitos asociados a la ley de tránsito con un alto número de víctimas fatales o con secuelas permanentes, y económicos. Ante este escenario instó a sumarse a la labor de generar campañas de prevención y educación en la sociedad.

El encuentro fue encabezado por el fiscal regional, Cristián Crisosto y contó con la presencia de autoridades de Gobierno y los parlamentarios locales.

Al término del encuentro la vicerrectora de Vinculación con el Medio, Melissa Flores, quien asistió en representación de la Rectoría, destacó que, desde la Universidad de Magallanes se pueden generar campañas internas de sensibilización y educación respecto a la responsabilidad de conducir sin beber alcohol, orientada a la comunidad universitaria donde hay poco más de cuatro mil estudiantes. También fomentar la generación de relaciones saludables a nivel familiar y comunidad universitaria ante la frecuencia de delitos por violencia intrafamiliar o en el pololeo como ocurre en la región magallánica.

“En la reunión asumí un compromiso, a nivel institucional, de poder generar una campaña interna de sensibilización y educación al respecto, sobretodo dirigida a nuestra comunidad de estudiantes que son cuatro mil personas, entre 18 y 30 años, que son las edades donde mayormente se produce este tipo de delito. Edades donde los jóvenes tienen alto consumo de alcohol y también comienzan a adquirir sus primeros vehículos”, resumió la autoridad académica.