Desde 2001 que la Universidad de Magallanes viene comprometida con la inclusión de los alumnos en situación de discapacidad que ingresan a la casa de estudios a cursar su educación superior.
Ese año, se comenzaron a entregar becas de arancel y, más tarde, en 2004, el proceso se normó, para -de allí en adelante-, establecer nuevos mecanismos de apoyo a estos estudiantes. Así fue como nacieron los proyectos de ayuda tecnológica que la Umag, a través de la carrera de Terapia Ocupacional y con la iniciativa de la docente Oskarina Palma, comenzó a trabajar para obtener los recursos que le permitieran entregar beneficios acorde a las necesidades formativas de cada uno de estos alumnos.
En esa tarea, el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), otorgó el financiamiento y ya son tres las propuestas que ha respaldado en los últimos años. La más reciente, se materializó hace pocos días, con los estudiantes Valery Correa, Matías González y Guillermo Barría, quienes obtuvieron como resultado de esta iniciativa, equipos computacionales y otros implementos que, coinciden, les va a facilitar enormemente sus estudios.
En el acto de entrega estuvieron presentes la directora (s) de Senadis, Soledad Cárdenas, el Vicerrector de Vinculación con el Medio de la Umag, Dr. Humerto Oyarzo y representantes de la Dirección de Asuntos Estudiantes (DAE), Unidad de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) y el Departamento de Terapia Ocupacional.
Valery, ya está por terminar la carrera de Auditoría y al respecto, se siente orgullosa, porque cuenta que luchó para que se concretara una idea como ésta, gracias a la cual, recibió un notebook. “He presionado mucho para que lleguen nuevos programas. Si tú me preguntas, yo me considero una persona normal que tiene que seguir estudiando, y si mi familia y yo estamos dispuestas, quiero intentarlo. Entonces la universidad no tiene por qué quitarme el derecho de seguir estudiando”, aseveró la joven.
Por una educación superior inclusiva
Melissa Flores, directora de la Unidad RSU de la Umag, destacó el trabajo que quiere materializar prontamente la casa de estudios, y que tiene que ver con un programa institucional de apoyo integral a los estudiantes con discapacidad.
La propuesta ya se presentó a una de las vicerrectorías y el próximo paso, dijo, es conformar una comisión con carreras de salud y educación afines más la participación de los estudiantes, para comenzar a diagnosticar sus reales necesidades.
“Hoy día estamos en una propuesta que está esperando ser dialogada con algunos actores clave y la idea después es oficializarla y ejecutar las acciones. Una de ellas, y que nos urge, es el tema de la accesibilidad del entorno. Tenemos dos estudiantes hoy día con discapacidad física que efectivamente están requiriendo eso de forma inmediata”, puntualizó.
Cada año son entre 10 y 13 alumnos con discapacidad los que están requiriendo de este apoyo, señaló la docente Oskarina Palma. Por ello enfatizó que “con este programa que estamos visualizando queremos apoyar más. Un tema es el acceso, pero adentro las necesidades son súper complejas, desde el tipo de evaluación, todo lo que tiene que ver con el proceso de enseñanza-aprendizaje, donde a veces van a requerir algunos apoyos especiales, como software o interprete de señas, y así diversos artículos o modificaciones curriculares”.