Cuatro funcionarios y una académica se jubilan y reciben el adiós en la UMAG

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De izquierda a derecha: María Cristina Furrianca, decana de Salud; José Maripani, rector; María Luisa Fernández, académica jubilidada; Mariela Alarcón, prorrectora; Néstor Matamala, auxiliar jubilado; y Melissa Flores, vicerrectora de Vinculación con el Medio.

En la Facultad de Ciencias de la Salud se vivió una jornada especial al despedir a una académica y a un funcionario que vivió su vida entre los laboratorios de Enfermería y Kinesiología.

Vivieron su última jornada con emoción y recuerdos, recibiendo el cariño de sus compañeras y compañeros de trabajo al cumplir con la última jornada laboral en la Universidad de Magallanes y comenzar a vivir una nueva etapa de la vida al acogerse a la merecida jubilación.

Así desde la Facultad de Ciencias de la Salud se despidió al funcionario de laboratorio de Kinesiología, Néstor Matamala Polanco y a la académica de la carrera de Enfermería, ex directora de carrera y ex directora del DAE, María Luisa Fernández Santana. Desde la Facultad de Ingeniería se despidió a José Alvarado Vera y desde la Facultad de Educación y Ciencias Sociales se tributó la despedida a los funcionarios Ramón Cárcamo Sánchez y Samuel García Espinoza.

En la Facultad de Ciencias de la Salud se realizó una ceremonia especial para despedir a Néstor Matamala y María Luisa Fernández, hasta donde llegaron autoridades de la UMAG encabezadas por el rector José Maripani Maripani, acompañado de la prorrectora Mariela Alarcón; la vicerrectora de Vinculación con el Medio, Melissa Flores y la secretaria general de la UMAG, Anggie Flies.

Tanto el rector Maripani, junto a la prorrectora Mariela Alarcón y la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, María Cristina Furrianca, coincidieron en destacar el alto compromiso y responsabilidad que siempre demostraron en sus funciones Néstor Matamala y María Luisa Fernández.

En la Facultad de Ciencias de la Salud se despidió a la académica de Enfermería, María Luisa Fernández y al especialista en laboratorios de Enfermería y de Kinesiología, Néstor Matamala, quienes recibieron el afecto de sus familias, compañeras y compañeros de trabajo y estudiantes.

El rector de la UMAG, José Maripani, destacó el aporte de cada uno de las y los funcionarios porque ellos hicieron universidad con los pocos espacios que habían, inspirándose un poco en el origen de la universidad en el mundo con esa relación donde está la discípula y el discípulo dispuestos a aprender con su maestro. “Ellos nos dan un gran ejemplo de lo que es una académica y un funcionario que nos apoya en habilidades técnicas dentro de las áreas donde permaneció”.

La despedida para ambos fue especial porque además de recibir el afecto de sus compañeros y compañeras de trabajo llegaron sus familias, hijos y nietos.

Ayudantía en Enfermería
María Luisa Fernández, casada, dos hijos y un nieto, recordó que a poco tiempo de egresar de la carrera de Enfermería en 1979, en la entonces sede de la Universidad Técnica del Estado en Magallanes, recibió el ofrecimiento de trabajar en ayudantía, reconociéndose su buen rendimiento de pregrado. “No había trabajo en ese tiempo, la mayoría de mis compañeras estaban en el Pojh y yo tuve la fortuna que me llamaron de la UMAG y empecé a trabajar como alumna ayudante. Me fui capacitando, viajé a Santiago a cursar a la Universidad de Chile para hacer diplomado de educación y así fui creciendo. Nunca me imaginé que a pesar de diez años donde me fui a la isla Tierra del fuego, acompañando a mi esposo, encontrara a las personas para regresar a la universidad hasta ahora”.

Dijo sentirse privilegiada por haber aportado a la universidad y que es importante el espíritu y la actitud que cada uno pueda entregarle a las y los estudiantes. “Lo importante es la comunicación, en enfermería lo más importante es la comunicación que no solo se expresa en la palabra, sino que también en lo corporal, estar atento. El tiempo es lo más valioso y eso es lo que pueden entregar los docentes, que es el tiempo que vale millones y millones”.

Una vida en laboratorio

Néstor Matamala, casado, padre de tres hijos y nueve nietos, expresó sentirse con sentimientos encontrados, aunque se preparó para el retiro de una carrera que comenzó en 1980 cuando postuló a un cargo de auxiliar y con el tiempo fue especializándose hasta trabajar primero en el laboratorio de Enfermería durante 28 años y después en el de Kinesiología hasta ahora.

Instó a que al interior de la universidad se trabaje en equipo, queden de lados los egocentrismos y los orgullos, para beneficio de los alumnos. “Que las personas reconozcan a la otra con sus capacidades y dejar de lado el egocentrismo, el orgullo, que yo veo no nos conduce a nada. Cuando se trabaja en equipo hay que aprender a separar las cosas y reconocer las cosas que uno es capaz de realizar”, afirmó.

Por ello agradeció la despedida al afirmar: “Lo que se hizo es bonito, reconocer a las personas que pasan mucho tiempo por acá y no se les reconoce. Motivo a la autoridad universitaria a que se siga haciendo esto. Reconocer a las personas que han estado tanto tiempo en la institución”.