22 funcionarias de la UMAG se certificaron en lengua de señas

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De izquierda a derecha: Nicol Ahern, jefa de la Unidad de Inclusión, Derechos Humanos y Ciudadanía; Andrea Rojas, directora (s) de Dirección de Personal; junto a las funcionarias tituladas del curso.

Por Patricio Piña Fernández, Comunicaciones UMAG.

- La Universidad de Magallanes (UMAG) concretó por primera vez este taller que cumplió 10 sesiones en un total de 20 horas pedagógicas, el cual tuvo como finalidad que las participantes comprendieran las diferentes concepciones y perspectivas de las personas sordas.

La Vicerrectoría de Vinculación con el Medio a través de la Unidad de Derechos Humanos, Inclusión y Ciudadanía, en colaboración con la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial llevaron a cabo el cierre de la capacitación “Lengua de Señas – Nivel Básico”, dirigida al funcionarias y funcionarios de la Universidad de Magallanes (UMAG).

Este año se concretó por primera vez este taller que cumplió 10 sesiones en un total de 20 horas pedagógicas, que tuvo como finalidad que las 22 funcionarias que lo cursaron pudieran comprender las diferentes concepciones y perspectivas de las personas sordas, su cultura y su comunidad consiguiendo poner en práctica los contenidos en la instancia de aprendizaje.

De este modo, el proceso de la capacitación estuvo enfocado en otorgar instancias en las cuales se abordaron temas de discapacidad, normativas, inclusión y conocimiento de la historia de la comunidad sorda desde la construcción de identidad y elementos básicos de estas mismas, además de generar habilidades comunicativas entendiendo que la lengua de señas chilena está viva y tiene variaciones lingüísticas y cambios en el tiempo.

“Nos hemos declarado como una universidad inclusiva, y este tipo de capacitaciones para nuestros funcionarios, funcionarias y académicos da muestra que queremos ser capaces de poder atender la diversidad que hoy día tenemos en el aula. Y también como institución pública tenemos el compromiso que mandata la ley, como por ejemplo, de favorecer la inclusión de personas con discapacidad y también de reconocer la lengua de señas como lengua materna de las personas sordas”, expresó Melissa Flores, vicerrectora de Vinculación con el Medio de la UMAG.

Mientras que Nicol Ahern, jefa de Unidad de Derechos Humanos, Inclusión y Ciudadana de la UMAG, sostuvo que la casa de estudios “tiene la misión de generar otro curso el próximo semestre con la misma cantidad de personas o que se vayan sumando más. Siempre con la idea de que este primer grupo de personas se vaya especializando en lengua de señas porque ya tienen un nivel básico, por lo que sería ideal sigan aumentando su conocimiento para que en dos o tres cursos más puedan comunicarse de manera eficiente y efectiva en la lengua máter de las personas sordas”.

Melissa Flores, vicerrectora de Vinculación con el Medio (VCM) de la Universidad de Magallanes (UMAG), le entregó una distinción a Patricio Galaz, estudiante y facilitador de Pedagogía en Educación Diferencial, por su participación en el diseño del programa.

La vicerrectora de VCM, Melissa Flores, distinguió a Marlen Jeldres, estudiante pasante de la carrera de Educación Diferencial con especialidad en Educación de las Personas Sordas, de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE).

Melissa Flores, vicerrectora de VCM, le entregó una distinción a Macarena Alonso, estudiante pasante de la carrera de Educación Diferencial con especialidad en Educación de las Personas Sordas, de la UMCE.

Capacitación: diseño e importancia

El programa fue diseñado por Marlen Jeldres y Macarena Alonso, estudiantes pasantes de la carrera de Educación Diferencial con especialidad en Educación de las Personas Sordas, de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE); y el estudiante Patricio Galaz, facilitador de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial de la UMAG.

“La importancia de esta capacitación radica en que nos hagamos una comunidad cada vez más inclusiva. No es solamente que lo hablemos y lo mantengamos en el discurso, sino que realmente lo hagamos carne viva. Es una oportunidad no solo para formarnos en una lengua, sino que además tiene un sentido porque tenemos una persona sorda dentro de nuestra comunidad y también tenemos afuera a muchos otros que quieren ingresar a la universidad”, indicó Magnolia Chaparro, jefa de carrera de Educación Diferencial.