Nodo Laboratorios Naturales Subantárticos: oportunidad para la ciencia con pertinencia territorial e impacto global
2023/06/30Investigación, Portada UMAG, noticias
Fuente: Agencia Gestión COM Comunicaciones.
Los laboratorios naturales son entendidos como lugares geográficamente delimitados con atributos únicos en el planeta, en los cuales es posible estudiar procesos naturales, tanto geológicos como biológicos, desde múltiples disciplinas científicas. Debido a la diversidad de ecosistemas y singularidades presentes en Chile, es posible encontrar en el territorio distintos laboratorios naturales.
El proyecto Nodo Laboratorios Naturales Subantárticos (Nodo LNS) tuvo una duración de 16 meses, en los cuales su principal objetivo fue promover la actividad científica para el desarrollo de los Laboratorios Naturales Subantárticos a través de la articulación de una red colaborativa de actores del ecosistema de de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCi)
Esta iniciativa ha estado fuertemente vinculada al trabajo desarrollado por el Nodo Ciencia Austral, quienes desde su quehacer como Nodo Macrozonal, buscan identificar y validar brechas para el correcto desarrollo científico-tecnológico de cada macrozona del país, tal como las ha definido el Ministerio de Ciencia desde su creación, estableciendo prioridades en torno a necesidades o áreas específicas, desarrollando y proponiendo una Hoja de Ruta para abordarlas.
El Nodo LNS, abarcó los ecosistemas más australes del planeta, administrativamente, esto comprende los territorios de las regiones de Aysén y Magallanes. Dentro los principales alcances de la iniciativa, se destacan la confección de una Hoja de Ruta, que mediante un proceso participativo con diversos actores locales, ha logrado establecer iniciativas científicas para desarrollar en el corto, mediano y largo plazo. Otro resultado relevante es el diseño y construcción de un prototipo de soporte tecnológico, denominado Geoportal, el que permite visualizar, editar datos e información científica así como los productos estratégicos del proyecto con acceso directo al público.
El desarrollo de esta iniciativa fue de carácter participativo y permitió conformar una red de investigadores y actores en los territorios (comunidades locales) para involucrar a la mayor parte de la sociedad en la generación de conocimiento y herramientas de planificación de ciencia de impacto global con pertinencia territorial.
El Nodo LNS abordó 4 sitios pilotos que son: Isla Madre de Dios y Cabo de Hornos, en la región de Magallanes y en la región de Aysén comprendió los sitios Pitipalena- Añihué y Laguna San Rafael
El equipo de trabajo se compuso de personas investigadoras y profesionales de variadas instituciones y disciplinas, quienes nutren el trabajo con diferentes capacidades, habilidades y experiencias.
Laura Sánchez Jardón, ecóloga de la Universidad de Magallanes y directora del Nodo LNS señala que con este proyecto se logró aunar a un gran número de investigadores que trabaja en Aysén y Magallanes, mediante el desarrollo de talleres, diálogos, seminarios y trabajos colaborativos, presenciales y virtuales, con el fin de vincularse con los territorios.
“Trabajar en este nodo nos permitió desarrollar un espacio de confianza y colaboración entre un gran número de investigadores que actualmente están trabajando en ciencia – tecnología, para así poder conectarnos, conocernos y trabajar juntos por objetivos comunes”.
Hoja de ruta y Geoportal
Laura Sanchez Jardón, enfatizó que estos dos productos son claves para continuar trabajando en los territorios. “Nuestra Hoja de Ruta tiene una visión compartida de futuro, ya que contiene una serie de iniciativas y proyectos para continuar con el espacio colaborativo. En segundo lugar, se creó una plataforma informática que se llama Geoportal, que es un espacio virtual para compartir datos e información entre los científicos y también de éstos con las comunidades locales, lo que incluye además de académicos y educadores a agrupaciones sociales, municipios y otros actores del sector público y del privado-productivo”.
El sociólogo y coordinador de la Hoja de Ruta, Patricio Padilla, quien es profesional del Instituto de Desarrollo Local y Regional de la Universidad de la Frontera, señaló que la Hoja de Ruta es un producto transversal y común a todos los proyectos de los Laboratorios Naturales en Chile. “Lo que se intenta hacer es administrar de una manera racional y estratégica los anhelos, expectativas y objetivos. Mi rol fue coordinar metodológicamente”.
Por otro lado, Andrés Adiego investigador del Centro de investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) y líder de los aspectos técnicos de la Comisión Sistemas de Monitoreo expresó que la Hoja de Ruta fue un instrumento fundamental para poder implementar todas las iniciativas que salieron en el marco del proyecto. “Esta Hoja de Ruta consideró la participación de las localidades y la ciudadanía a la hora de su desarrollo, diseño de planes de acción y de investigación asociada”, dijo Adiego.
Trace Gale, investigadora del CIEP y coordinadora del trabajo asociado al equipo Sistemas de Monitoreo, apuntó que el proyecto Nodo de Laboratorios Naturales en general y especialmente en la Macrozona Austral fue muy relevante. Según la científica, estos avances han brindado una oportunidad de acercar la ciencia a las comunidades y desarrollar conversaciones en torno a cómo se pueden articular, integrar acciones y desarrollar planes.
Además, los resultados del proyecto son un espacio donde todos pueden acercarse al territorio, compartir y acceder a la información que existe. “Por ejemplo, los científicos pueden compartir los datos de sus investigaciones y ponerlo al uso de los servicios públicos y viceversa. Entonces, conceptualmente el Geoportal podría solucionar y brindar un espacio muy importante para la comunicación y colaboración científica”, destacó Gale.
Ronald Cancino, antropólogo, doctor en Ciencias Sociales de la Universidad Frontera y líder del trabajo desarrollado por la Comisión Diagnóstico señaló que lo primero fue la construcción de una red de actores institucionales e investigadores y actores del entorno, el cual fue muy valorable.
Sobre el geoportal, el antropólogo declaró que esta herramienta de gestión de información territorializada, es una herramienta única, bastante potente, que permite sistematizar datos y poner en común información para una diversidad de actores, además de permitir abrir un espacio participativo para la caracterización de entornos territoriales.
Uno de los puntos que más destaca es la articulación entre el análisis de capacidades científicas. “Me parece que eso que fue un trabajo germinal, es muy potente de potenciar, ya que en el futuro esa articulación y la herramienta geoportal como tal, será clave para que distintos actores, no sólo científicos, sino actores que necesiten mirar políticas públicas y que requiera monitorear el estado de desarrollo en diversas materias”, apunta Cancino.
De la mano con la comunidad
Para la directora del Nodo, Laura Sánchez Jardón, este proyecto permitió empezar a crear un espacio de confianza y colaboración entre el gran número de investigadores que actualmente están trabajando en ciencia y tecnología en las regiones de Aysén o en la de Magallanes. “Ha sido una experiencia y una oportunidad para intercambiar ideas y elaborar propuestas para desarrollar una ciencia que tenga mayor pertinencia territorial, es decir, un mayor impacto en el desarrollo de los territorios”.
Además, el Dr. Cancino vió el proyecto como una oportunidad que surge de una propuesta conceptual y metodológica que es la construcción de agendas territoriales, de CTCI. “Esta propuesta consistió en el fondo en hacer un trabajo sistemático o empírico de identificación de requerimientos, demandas, brechas que existen en comunidades locales y articular desde allí cuáles son las capacidades científicas que podrían dar respuesta a esos requerimientos.”
Lorna Moldenhauer, coordinadora de la iniciativa en Aysén, destacó que el trabajo desarrollado fue muy relevante, porque permitió vincular a otros grupos de actores claves diferentes a los académicos. “El enfoque que ha tenido el desarrollo del proyecto está en la pertinencia territorial y precisamente poder vincular actores de la sociedad civil que viven en localidades muy aisladas y que han podido participar tanto de las actividades telemáticas como presenciales que se han ejecutado durante los meses de ejecución”.
Carla Henríquez, coordinadora de la iniciativa en Magallanes, enfatizó que éste permitió identificar los principales desafíos y oportunidades que presentan estos territorios australes en cuanto a la investigación científica, la tecnología o el conocimiento en general. “Este fue un proyecto que, desde su inicio, buscaba el trabajo colaborativo e integrativo de los distintos actores involucrados en la CTCi”. Además, relevó que lo que se intentó fue fortalecer su participación de los distintos actores en los procesos de planificación de la actividad científica.
El proyecto “Red colaborativa para el desarrollo de los Laboratorios Naturales Subantárticos, enfocado en el fortalecimiento de la investigación científica y sus impactos socioambientales y económicos en la Macrozona Austral”, fue adjudicado en el concurso “Nodos para el Desarrollo en Investigación de Laboratorios Naturales en Chile, Convocatoria 2021”, de la Subdirección de Redes, Estrategia y Conocimiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), en el que se empezaron a desarrollar también otros Laboratorios Naturales en el país, como Desierto, Océano y Montaña.
Las entidades ejecutoras fueron la Universidad de Magallanes, el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), la Universidad de Aysén, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de la Frontera.