Investigadora Florencia Herrera relevó importancia de derechos sexuales y reproductivos de personas con discapacidad
2023/05/15Facultad de Ciencias de la Salud, Investigación, Portada UMAG, Posgrados, noticias
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- La especialista es referente a nivel nacional en la materia, y viajó hasta Punta Arenas para conocer experiencias de apoyo al ejercicio de los roles maparentales de este grupo humano que sufre discriminación social.
- Sus lazos con el Departamento de Terapia Ocupacional en la UMAG, le permitieron compartir los resultados de sus investigaciones con estudiantes de la carrera, y realizar entrevistas en Magallanes para complementar sus estudios.
Por Paula Viano Santana
Fotografías: Mónica Araus Sieber
La Dra. en Antropología Social y Cultural, Florencia Herrera, está en plena ejecución del proyecto Fondecyt Regular “Procesos reproductivos y experiencias parentales de personas con discapacidad en Chile: discriminación, adaptación y resistencia” (1210575), del cual es investigadora responsable. La académica de la Universidad Diego Portales (UDP) y directora del centro interdisciplinario Núcleo Milenio Discapacidad y Ciudadanía (DISCA), viajó a Punta Arenas para conocer experiencias locales, e incorporar nuevos casos en su estudio gracias a su vínculo con el Departamento de Terapia Ocupacional de la Universidad de Magallanes (UMAG).
El cuerpo docente de dicho departamento organizó una charla magistral para las y los estudiantes de Terapia Ocupacional. En ella, la investigadora compartió resultados preliminares de su proyecto, y citó ejemplos como el de la escolar que corrigió a su profesora. “Son niños que están educando a sus entornos, a sus compañeros de curso también”, afirmó, lo cual es un aporte en una sociedad que, según explica, “en general, entiende la discapacidad sólo como limitación”.
Esta perspectiva se funda en la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, según la cual todas las personas en dicha situación tienen el derecho a decidir, libre y responsablemente, el número de hijos que quieren tener, y a acceder a información sobre reproducción y planificación familiar. Sin embargo, Florencia informa que hay evidencias recogidas en las más de 50 entrevistas realizadas a personas con y sin hijos en distintos lugares de Chile, que dicen lo contrario.
La investigación que Florencia compartió es cualitativa; abarca múltiples métodos; tiene enfoque participativo, y enfatiza elementos como la inclusión, la emancipación y la resistencia. Su objetivo es estudiar cómo los significados asociados a la discapacidad, el género y la maparentalidad, impactan los procesos reproductivos y las experiencias parentales de personas en situación de discapacidad, muchas veces, en forma negativa, a través de la invisibilización y hasta la violencia.
Discriminación en recintos de salud
En una sala repleta de estudiantes, la académica con discapacidad visual analizó “cómo la maternidad y la paternidad le es negada a las personas con discapacidad, con argumentos como ‘tú no vas a ser capaz de cuidar o de criar a tus hijos’, o eugenésicos como ‘tú no deberías tener hijos porque pueden tener discapacidad’. Vimos también las experiencias que tienen al criar, con mucha vigilancia y sospecha de su entorno, especialmente las mujeres y particularmente por parte del Estado, donde la figura de la Asistente Social genera mucho miedo y poco apoyo”, relató.
Ante esta realidad, consultamos cómo aprender a respetar los derechos sexuales y reproductivos de las personas en situación de discapacidad. Y la respuesta surge desde la simple comparación. “A las personas, en general, no se les cuestiona su deseo. De cualquier mujer se espera que tenga un hijo. De hecho, hay harta presión social para eso, y a pesar de que ahora muchas de las mujeres jóvenes no quieren tener, igual tienen a la abuelita encima diciendo ‘y cuándo vas a ser mamá; yo quiero un nieto’”, ejemplifica la Dra. Herrera.
A la luz de sus investigaciones, afirma que “somos sociedades pronatalistas. Se espera que nos reproduzcamos, y adoramos a los bebés. Pero tenemos a este grupo en particular al que le decimos ‘no, no, no, ustedes no. Ustedes son declarados per se como no aptos’. De alguna manera, en ese sentido, como ciudadanos de segunda clase”. Y remata constatando que “la capacidad para criar no se la miden a nadie. No es que tengamos que hacer unas evaluaciones y unos tests para adquirir nuestro certificado de buena madre, entonces ¿por qué estamos asumiendo que este grupo de personas con discapacidad no va a poder?”. Como ejemplo de lo anterior, Herrera citó a la Red de Protección en Derechos e Inclusión Social (REPRODIS), organización comunitaria de Punta Arenas dedicada, precisamente, a colaborar con la autonomía.
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Agentes de cambio
La profesora asociada de Terapia Ocupacional, Mg. Daniela Mandiola Godoy, cuenta que han creado varias alianzas con distintas organizaciones que investigan y apoyan a las personas con discapacidad. En particular, con REPRODIS, realizan “acompañamiento, enfrentando distintas barreras sociales, principalmente, actitudinales y aptitudinales, de distintos profesionales de la salud, y también de las ciencias sociales, porque han llevado muchas veces a vulneraciones de derechos de las mujeres con discapacidad”, detalla. Con el Núcleo DISCAP están intercambiando ideas, para avanzar en en esta área.
Esta tarea también tiene un objetivo formador. “Queremos que las prácticas de violencia y de vulneración que ocurren en entornos de salud, se visibilicen, se dejen de naturalizar, y que nuestros estudiantes puedan ser agentes de cambio en los distintos espacios donde se desenvuelvan como profesionales”, aseguró.