En el contexto del acuerdo de cooperación que existe entre la Universidad de Magallanes (UMAG) y el Ejército de Chile, particularmente, con su Centro de Asuntos Antárticos, recientemente, se realizó, por segundo año consecutivo, la capacitación vinculada a aspectos de seguridad, gestión del riesgo y de la relación con el Medio Ambiente antártico liderada por el Centro de Investigación GAIA Antártica (CIGA) de la casa de estudios.

La instancia, dirigida a los integrantes de la Dotación Antártica del Ejército 2022-2023, estuvo a cargo del profesor Alfredo Soto Ortega del CIGA, quien informó que este equipo lo conforman 21 integrantes, cuya preparación ya lleva varios días en Punta Arenas para su traslado hasta la Base General Bernardo O’Higgins Riquelme, en la Península Antártica, donde permanecerán todo el año 2023. Se trata de la dotación número 75 que mantiene presencia en el continente Antártico de manera ininterrumpida desde el año 1948.

El Comandante de la Base Antártica, Teniente Coronel Juan Chancafil Chandia, como así también su segundo comandante, ofrecieron sus agradecimientos a la Universidad de Magallanes, por el tiempo y contundencia de la capacitación brindada por el CIGA, la cual permite afinar detalles sobre inquietudes surgidas frente a experiencias pasadas de actividades en territorio polar. Por ello, según manifestaron, para la institución es necesario mantener estos vínculos que pueden reforzarse en el apoyo de gestiones particulares para las exploraciones futuras en el continente, fundamentalmente las de apoyo al quehacer científico en dicho territorio.

Para el profesor Soto, el seminario “fue muy grato y bastante dinámico en cuanto a responder las inquietudes de sus miembros, ya que la mayoría es la primera vez que viajan a la Antártica. Luego de un acucioso entrenamiento y preparación, tocamos temas alusivos a las características de la Antártica en cuanto a ser un territorio aislado y hostil por sus propiedades atmosféricas, recomendaciones ante la adversidad, ajustes en la metodología de los procedimientos de emergencias y, por sobre todo, el desarrollo de una filosofía de mínimo impacto ante un escenario tan frágil como el continente blanco”.