Un proyecto que va en directa ayuda de los pequeños horticultores de la región, es el que acaba de finalizar el Centro de Estudio de los Recursos Energéticos (CERE) de la Universidad de Magallanes.
La iniciativa se denomina “Eficiencia Energética en Invernaderos” y fue financiada por la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (ACHEE) y la empresa regional Ruiz y Doberti Ltda. Su principal objetivo fue estudiar el comportamiento higrotérmico (humedad y temperatura) de este tipo de infraestructuras tan necesarias en Magallanes, y que influyen de forma decisiva en conseguir mejorar el control de la temperatura interior de estos ambientes artificiales de cultivo.
Para conocer el proceso y los resultados de este trabajo que se extendió desde 2013 en la Granja San Patricio ubicada 11 kilómetros al sur de Punta Arenas, se llevó a cabo, recientemente, un seminario, en el cual se destacó, entre los aspectos más importantes de la investigación, la información con la que van a poder contar desde ahora los horticultores para mejorar su producción, a partir de la cual podrían llegar a obtener cultivos fuera de temporada.
“Lo que queremos es que con estos resultados, no se deje de sembrar en invierno; nuestro fin último es que se pueda sembrar y cosechar durante esta estación; en definitiva, que no exista receso estacional”, afirmó María Rosa Gallardo, ingeniero de proyectos del CERE, quien fue la encargada de exponer acerca de la incidencia de las condiciones térmicas en los invernaderos a través de diferentes cubiertas y medidas de calefacción.
Francisco Campos, jefe de proyectos del área de educación y capacitación de la Asociación Chilena de Eficiencia Energética (ACHEE), en tanto, dijo que “para nosotros es clave este tipo de proyectos porque permiten potenciar el desarrollo productivo de una región sin comprometer el aumento en la carga del gasto energético desde combustibles fósiles”.
Conclusiones
Los profesionales del proyecto explicaron que primero se estudió el comportamiento térmico de tres tipos de envolventes: policabornato, polietileno y doble polietileno. De acuerdo a los ensayos, se seleccionó como mejor aislante la solución de policarbonato.
Por esta razón, para la segunda etapa se utilizó la cubierta de este material, y se probó en tres tipos de cultivos tradicionales de hortalizas regionales: la lechuga, el cilantro y el rabanito. Paralelamente, se empleó también el uso de calefacción solar pasiva con bidones con agua pintados de negro y pared de ladrillos pintada de negro, además de ventilación adaptada a la estructura.
Se comprobó, de esta manera, que a pesar de las bajas temperaturas, las aplicaciones de eficiencia energética utilizadas, dieron resultados auspiciosos, gracias a que se observó germinación de las especies cultivadas. De esta forma, el manejo de estas tecnologías en invernaderos cumple con los objetivos de obtener siembras más tempranas y esperar así una producción más estable para los horticultores regionales.