Este es el cuarto año que la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Magallanes organiza un concurso estudiantil para premiar a los mejores proyectos de innovación y creatividad en el ámbito de la eficiencia energética. En esta versión en particular, el tema fue la “vivienda eficiente”.
La evaluación, arrojó esta vez un empate, y por eso el primer lugar lo obtuvieron dos trabajos: uno, perteneciente a tres estudiantes de Ingeniería Civil Mecánica; y el otro, a un alumno de quinto año de Ingeniería Civil Eléctrica. De esta forma, los futuros profesionales demostraron el impacto de sus proyectos en el mejoramiento de la eficiencia en las viviendas y su factibilidad de aplicación, sumando a ello el bajo costo para su implementación.
El concurso, que es patrocinado por diversas empresas e instituciones públicas de la región, se realiza desde 2009 y en el transcurso de este tiempo se han desarrollado proyectos en diversas áreas como urbanismo, combustibles, electricidad, calefacción, transporte, energía solar, hidráulica o eólica, las cuales apuntan a ser un aporte innovador en el uso eficiente de los recursos energéticos y el mejoramiento de este uso en algún sector del quehacer regional.
Eficiencia en el hogar
Una observación doméstica llevó a Roberto Carvajal de Ingeniería Civil Eléctrica, a crear un economizador de gas electrónico para los calentadores de tiro balanceado.
“Hay un circuito que mide las emisiones de este calentador y a través de las emisiones actúa para regular el aire que entra y regulando ese aire hace que la llama sea lo más óptima posible y la combustión de gas sea lo más eficiente posible”, contó el estudiante de último año acerca de su proyecto, una especie de cajuela que debe ir montada por fuera de la vivienda.
De acuerdo a las pruebas realizadas por Roberto, la eficiencia puede llegar a un 80% y con un desembolso de tan sólo $ 50 mil, que es lo que le costó implementar este sistema. El alumno señaló, no obstante, que debe perfeccionar su invento para su tesis de pregrado.
Consuelo Sánchez, Carolina Reyes y Karen Escobar de Ingeniería Civil Mecánica, en tanto, apostaron por una solución de aprovechamiento de las energías renovables, particularmente eólica y solar.
Pensaron, por ello, en los materiales de una vivienda, para dotarla –primero- de óptimas condiciones térmicas en cuanto a aislación y luego, en la instalación de un aerogenerador y panel solar.
“Quisimos, a partir de los materiales que ya permiten una menor pérdida de calor de la vivienda, aprovechar estas energías y tratar de conseguir después el seguimiento del sol a través de un mecanismo que permitiera que la casa rotara para seguir la radiación”, explicaron las alumnas, quienes consiguieron un 12% de eficiencia con este proyecto.