ENAP Magallanes espera aumentar porcentaje de trabajadoras en terreno con estudiantes de la ETEC

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Eliana Hernández en terreno ENAP 1971.

- El objetivo responde a la necesidad de alcanzar la mitad de mujeres en trabajos históricamente masculinizados y, al mismo tiempo, promover un mayor ingreso de ellas en carreras universitarias afines.

Eliana Hernández Tapia fue la primera mujer profesional que trabajó en terreno en la Empresa Nacional del Petróleo. Estudió después de haber criado a sus hijas e hijo, y se tituló de Ingeniera de Ejecución en Petroquímica en la sede UTE con el mejor rendimiento académico. Participó en el proyecto Costa Afuera; ejerció con dedicación una labor totalmente masculinizada; jubiló a mediados de la década de los ‘80, y falleció a los 76 años. Hoy, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Magallanes entrega anualmente un premio que lleva su nombre, a la mejor ingeniera de la promoción.

Su historia también fue compartida en el primer encuentro que sostuvieron un grupo de trabajadoras de ENAP Magallanes con estudiantes de la Escuela Tecnológica ETEC de la Universidad de Magallanes, denominado “Tu energía es tu futuro de mujer”. El interés de la empresa es alcanzar el 50% de mujeres, motivando a las futuras generaciones con experiencias compartidas por aquéllas que hoy están ejerciendo cargos en terreno.

Estudiantes de la ETEC que acudieron al conversatorio junto al decano de Ingeniería.

La relación entre esta realidad y la presencia femenina en áreas históricamente masculinizadas de la educación superior, es indisoluble. Según informó el director de la ETEC, Daniel Ruiz, apenas el 20% de estudiantes de estas carreras son mujeres, por lo que la intención es aumentar la cobertura, ofreciendo a las actuales generaciones la posibilidad de ingresar a trabajar a la petrolera. “El mundo pierde contribuciones cuando no contrata mujeres, pues está comprobado además que dirigen en forma más efectiva que los hombres, generando ambientes más armónicos y agradables”, comentó el académico.

Con mucho entusiasmo, las trabajadoras de ENAP compartieron con las estudiantes sus experiencias de vida.