La Mitilicultura es el cultivo de los moluscos del género Mytilus, para su explotación económica, en particular los que conocemos con el nombre de choro, choro zapato, chorito y choro araucano.
Hoy en día se presenta como una alternativa importante y bastante rentable en el negocio de recursos del mar, tal como lo evidencia la realidad de la región de Los Lagos, con condiciones marinas similares a Magallanes y una exportación anual de 200 millones de dólares.
Fomentar esta producción es la principal conclusión del estudio desarrollado por investigadores de la casa de estudios regional, gracias a los recursos del Fondo para la Innovación y Competitividad Regional (FIC-R) denominado “Bases biológicas para el desarrollo de la Mitilicultura en la Región de Magallanes”, y que fue presentado recientemente en un seminario de cierre, que contó con la participación del ex presidente de la Asociación de Mitilicultores de Chile, Eugenio Yokota.
En su exposición, el empresario acuícola comentó que el proyecto “va en el camino correcto (…) Lo que se está haciendo hoy día es empezar a crear antecedentes previos porque, obviamente, cada lugar es un microclima, de tal forma que era necesario estudiar cuál es la mejor época para poner colectores, cuál es la mejor época para cosechar, etc. Y eso la universidad lo está haciendo”, puntualizó.
En este contexto, Yakota destacó los beneficios de este tipo de cultivo, partiendo por la propia inocuidad de los choritos, ya que no generan contaminación porque se alimentan del fitoplancton que consumen del agua que los rodea. A ello se suma lo que define como una “actividad sustentable” porque “contribuye también a crear un ingreso adicional a gente que vive en zonas ribereñas, y a mejorar la calidad del alimento que se consume en nuestras regiones”.
Juan Carlos Uribe, investigador del Instituto de la Patagonia y director del proyecto, afirmó que con este proyecto lograron sentar las bases biológicas para que este recurso pueda ser cultivado en la región, y se disponga de él en situaciones que pueden ser cambiantes.
Destacó en ese sentido, la colaboración que han recibido en aspectos de genética de parte de investigadores de la Universidad de Vigo, España, que ayudó, por ejemplo, a definir la enorme diversidad de ambientes que hay en la Región de Magallanes para distintas poblaciones de choritos con características que pueden ser muy aprovechables.
“Bajo ciertas circunstancias se podría desarrollar una gran industria de mitilicultura en Magallanes, pero, como decimos, lo importante es que hemos sentado las bases de conocimiento biológico para que esto pueda, en algún momento y bajo situaciones cambiantes, tener un mayor desarrollo”, concluyó.