Colaboración internacional permite avance de Monitoreo de Riesgos Medioambientales Atmosféricos en Sudamérica
2014/10/09Boletín Normal, noticiasEn la iniciativa intervienen Japón, Argentina y Chile. Nuestro país está representado por el Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Magallanes, con apoyo de los Ministerios de Salud y de Medio Ambiente.
La idea de desarrollar un sistema de Gestión de Riesgos Medioambientales Atmosféricos en Sudamérica, desde la Patagonia y bajo el alero económico y experiencia de las agencias de investigación japonesas, nace del arduo estudio que, durante varios años, científicos de Chile y Argentina han venido realizando sobre este tema.
Desde el año pasado se aunaron los criterios de estos tres países, para llevar a cabo un ambicioso proyecto: una red de monitoreo sudamericana que contempla la instalación de 8 estaciones: 2 en Chile – San Pedro y Punta Arenas – 5 en Argentina y 1 en la base antártica de Japón, con el objeto de evaluar los impactos que generan en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima de la zona, la radiación ultravioleta y ciertos aerosoles.
Encuentro en Magallanes
Este miércoles, y tras un año de cooperación trinacional, estos investigadores se reunieron en Punta Arenas para llevar a cabo el II Seminario del Proyecto de Desarrollo del Sistema de Gestión de Riesgos Medioambientales Atmosféricos en Sudamérica. El evento se realizó en la Universidad de Magallanes, y en él profundizaron y actualizaron conocimientos. Además, coordinaron una serie de acciones que, a la larga, permitirán brindar información científica a aquellas instituciones y organismos que toman decisiones, en casos de erupción volcánica y radiación UV.
Los expositores fueron los investigadores principales del proyecto: el Dr. Akira Mizuno, de la Universidad de Nagoya; el Dr. Eduardo Quel, Director del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP) de Argentina, y el Dr. Félix Zamorano, encargado del Laboratorio de Investigaciones en Ciencias Atmosféricas de la UMAG. El Dr. Zamorano afirmó que es relevante la contribución de la universidad en este proceso porque “tiene un peso específico en lo que es la investigación antártica-subantártica en relación al monitoreo atmosférico, y está posicionada internacionalmente a través de este laboratorio de referencia”.
El financiamiento, en tanto, corre por cuenta de la Agencia para la Ciencia y Tecnología del Japón (JST) y subsidios de la Agencia de Cooperación Internacional del mismo país (JICA), con su sede central y las agencias en Chile y Argentina. ¿El monto? US$ 3 millones, de los cuales la Universidad de Magallanes recibirá aproximadamente US$ 500 mil en equipos para el monitoreo de la atmósfera en la propia región y parte de Aysén. ¿La duración? Cinco años.
Takashi Ito, representante residente de JICA Chile, dijo que están muy interesados en impulsar la cooperación de estos dos países, porque en Japón están constantemente preocupados de aportar a la solución de problemas que suceden a nivel global.
Con posterioridad al seminario, autoridades de la UMAG lideradas por el rector Juan Oyarzo, representantes de JICA y los investigadores, presentaron oficialmente el proyecto al intendente de Magallanes, Jorge Flies, con énfasis en informar los alcances que puede ir generando su ejecución a nivel regional, nacional e internacional.
El jefe del Gobierno Regional informó que ya existen compromisos adquiridos en el Plan de Zonas Extremas con el objetivo de seguir posicionando a la universidad a nivel internacional en el ámbito científico, y que el desafío ahora, es seguir trabajando para ojalá ampliar el espectro de líneas de investigación en la cooperación que mantienen estos países, como por ejemplo, el ámbito sismológico y el climatológico.
“Estamos haciendo todos los contactos, los esfuerzos, para impulsar lo que es infraestructura, equipamiento, recurso humano, conectividad y también las facilidades del trabajo asociativo con otras instituciones para sacar adelante estos temas”, concluyó.