Buscan desarrollar y fortalecer capacidades científicas en el área de teledetección
2019/12/23Boletín Normal, Portada UMAG, noticias-A través de un proyecto Conicyt, la casa de estudios persigue generar una mayor masa crítica en la investigación y análisis de estos datos que permiten aportar a la ciencia desde este lugar del mundo y, a su vez, ser una herramienta importante para el sector productivo regional.
“Fortalecimiento de Capacidades de I+D y docencia en el ámbito de los sensores remotos aplicados a sistemas acuáticos”, es el nombre de la iniciativa que, en 2018, se adjudicó la Universidad de Magallanes (UMAG) en el Concurso Nacional de Atracción de Capital Humano Avanzado del Extranjero, Modalidad de Estadías Cortas (MEC) de Conicyt, un proyecto presentado por el investigador Carlos Cárdenas del Centro de Investigación GAIA Antártica (CIGA), que posibilitó, durante los últimos tres meses de este año, la venida del científico de la Universidad de Stirling (Reino Unido), Dr. Evangelos Spirakos, especialista en el uso de esta tecnología en el área oceanográfica.
Hoy, a poco de culminar la primera parte de esta estadía científica en Magallanes, el trabajo de ambos académicos ha avanzado en los desafíos propuestos: buscar desarrollar y fortalecer en esta región capacidades investigativas en el área de la teledetección con un primer enfoque en los estudios oceanográficos y así, contribuir a aumentar la masa crítica de investigadores dedicados al área de los sensores remotos y el análisis de información satelital, sirviendo, a su vez como un insumo importante para el quehacer del sector productivo, como es la pesca y la acuicultura. Asimismo, aprovechar este vínculo para potenciar el contexto antártico, glaciológico, atmosférico y geológico que esta zona tiene en su calidad de laboratorio natural.
“A través de este proyecto tenemos la oportunidad de interactuar a nivel internacional para aprender juntos cómo poder usar los sensores remotos y poder sacarle el máximo provecho a la información que potencialmente podríamos generar en Antártica, y por eso es que esta asociación con el Dr. Spyrakos es súper importante para ambas instituciones, y obviamente, Chile necesita el desarrollo de masa crítica en el ámbito de los sensores remotos, y ojo que esto no aislado, es a nivel mundial, porque falta en todo el mundo”, explica el Dr. Ing. Carlos Cárdenas.
Dentro de su análisis y según lo explica en la postulación al proyecto, el investigador de la UMAG, hace énfasis en que “esta crítica falta de acceso o uso de la instrumentación dificulta gravemente la capacidad de los investigadores para contribuir a las agendas científicas internacionales, producir productos científicos satelitales de alta calidad, ya que, sin este conocimiento, Chile no se beneficiará plenamente de los datos satelitales para el manejo de los recursos marítimos e hídricos”.
En ese sentido, recalca Cárdenas, el aporte del científico proveniente de Escocia permitirá adquirir experiencia acerca de los métodos y la calibración/validación de datos obtenidos mediante el uso de sensores locales y remotos sobre aguas, los que requieren instrumentación óptica especializada para la medición de la absorción, dispersión, radianza espectral, propiedades atmosféricas e índices de calidad de aguas, entre otros aspectos. De hecho, su trayectoria da cuenta de este extendido uso en numerosas campañas científicas en el Mediterráneo, Atlántico, Pacífico, Mar Negro, Báltico y varios lagos y estuarios, también en el desarrollo de protocolos para calibración y validación de datos satelitales, y en el desarrollo de algoritmos para la corrección atmosférica y obtención de parámetros biogeoquímicos. En este contexto, su última expedición fue gracias a este proyecto a fines de noviembre en el estudio de la Floración de Algas Nocivas (FAN) conocido comúnmente como fenómeno de la “Marea Roja” en Magallanes, donde se dedicó, específicamente, a la caracterización bióptica de las aguas.
“En lo personal, a mí me interesa desarrollar aplicaciones a nivel global. A veces no se sabe bien estos satélites, qué datos toman de esta zona, porque no significa que si los datos del Mediterráneo que toman cuando pasan por ahí, van a ser los mismos que toman cuando pasan aquí, porque las aguas son diferentes, lo que hay dentro del agua es diferente, la geometría de sol es diferente, el tiempo es diferente de viento, de nubosidad, entonces no sabemos bien si los datos son buenos o malos… que malos no van a ser, pero van a necesitar otra manera para procesarlos y por eso es muy importante entender bien cómo funciona el sistema oceanográfico o las aguas costeras”, comentó Spyrakos, quien, además de lo netamente científico, cumplió una estadía como docente en programas de pre y postgrado de la casa de estudios, a raíz de la cual, una alumna del Magíster en Ciencias mención Glaciología, viajará el próximo año a la U. de Stirling a realizar una pasantía.
Potencial y nuevos desafíos
“Enseñaba ayer en una clase un mapa sobre cuánto tarda desde que un satélite pasa, en obtener los datos de esa zona y para la mayoría del mundo tarda, en lo refiere a nuevos satélites unos 100 minutos, pero aquí es 500 (…) En la actualidad hay casi 700 satélites para teledetección de la Tierra y está previsto que eso aumentará 3 veces más al 2026, entonces hablamos de mucha información, más de lo que podemos obtener y trabajar”, plantea el científico para hablar de los principales retos a los que se enfrenta esta área de aquí a un corto y mediano plazo.
Y señala, a renglón seguido por qué entonces cobra relevancia el sentido del proyecto con la UMAG: “Para mí es importante porque hay datos disponibles, hay una inversión de muchísimo dinero de agencias de espacio para lanzar nuevos satélites que les dan mejores imágenes, con mayor resolución, con más detalle, pero esto se ve no sólo en Chile, sino en muchos países, es algo que pasa en Europa, en casi todo el mundo, que no está la gente que pueda trabajar con esas imágenes, con eso datos, que es muy importante que haya esa capacidad de gente que pueda trabajar con estos datos, porque son datos que se pueden utilizar, tienen muchas aplicaciones, sirven para estudiar el océano, las costas, la atmósfera, etc. pero se ve que no hay mucha gente que pueda trabajar, que tiene la capacidad de trabajar con estos datos”.
Al respecto, Carlos Cárdenas añade que “debemos usar el desarrollo de los sensores remotos y las aplicaciones de ellos para sacar ventaja de la información que nosotros podríamos recolectar de forma más continua. Esto sumado a las ventajas que tiene la región en el ámbito satelital potencia mucho más y, sobre todo, la llegada de la fibra óptica”, A su juicio, “ese interés radica en las potencialidades que tiene esta región en la recepción de información satelital. Ahí es donde cobra relevancia de esta cantidad que va a ser mucho mayor y que van a pasar por esta zona y el futuro que podría tener eso en el desarrollo regional”.
Para darle un mayor despliegue a esta iniciativa, ambos investigadores junto a otras instituciones del mundo postularon un proyecto internacional a los fondos europeos Horizon 2020, el cual se propone desarrollar herramientas propias para aplicaciones oceanográficas y de las zonas costeras y que, a la fecha, está en lista de espera. “Desde mapas de clorofila y producción primaria que se pueden utilizar para ver donde se pueden colocar barcos marinos, cómo se va hacer el manejo de la zona costera, de los frentes oceanográficos que se puede utilizar para la pesca, etc, es decir, qué le hace falta a los usuarios, ése es el fin de pensar estas aplicaciones”, precisó el Dr. Spyrakos.
Por mientras, el Dr. Cárdenas, afirma que igualmente tienen planeado generar un monitoreo costero para realizar investigación en ese ámbito y desarrollar herramientas utilizando información satelital para entregársela al sector y apoyar la producción.