Ante la actual crisis social que vive nuestro país, los dirigentes de las Asociaciones de Profesionales y Técnicos de las Universidades Estatales que suscribimos consideramos que las comunidades universitarias no están ajenas a la desigualdad e injusticia social que el país reclama, siendo espejos de la realidad que afecta a nuestra sociedad. Como centros del saber y entidades formadoras de personas con sentido crítico y constructivo, creemos que las Universidades del Estado deben cuestionarse las lógicas neoliberales que han prevalecido en el sistema de educación superior, las cuales han contribuido al empobrecimiento de las familias chilenas que deben cancelar altos costos y/o incurrir en el endeudamiento. Asimismo, reflexionar acerca del sistema de acreditación, que fomenta el cumplimiento de indicadores disociados de las necesidades del país, y replantearse las formas de gobierno universitario carentes de democracia que a lo largo del tiempo se han mantenido, producto de una institucionalidad heredada de la dictadura que facilita los abusos, la exclusión, la toma de decisiones autocrática e inspirada en los valores de una cultura patriarcal.
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