Dra. Flavia Morello participó en artículo arqueológico publicado por revista Science

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En total, 54 investigadores dieron vida a la publicación dedicada a relatar algunos aspectos del estudio de las primeras dispersiones humanas dentro de las Américas.

Los estudios sobre la población de las Américas se han centrado en el momento y número de migraciones iniciales, pero han prestado menos atención a su subsiguiente propagación por todo el continente, asegura el resumen de la reciente publicación de la prestigiosa revista Science denominada “Las primeras dispersiones humanas dentro de las Américas”. El autor del artículo es J. Víctor Moreno-Mayar, investigador del Centro de Geogenética del Museo de Historia Natural de Dinamarca, perteneciente a la Universidad de Copenhagen, quien fue acompañado por otros 53 científicos en el estudio que sirvió de base, entre los cuales figura la directora del Instituto de la Patagonia de la Universidad de Magallanes, Dra. en Arqueología, Flavia Morello Repetto.

La investigación contempló la secuenciación de 15 genomas humanos antiguos que abarcan desde Alaska hasta la Patagonia, seis de los cuales tienen una antigüedad superior o igual a los 10,000 años. Todos están relacionados, más estrechamente, con los nativos americanos, incluyendo un individuo de la antigua Beringa, y dos “paleoamericanos” morfológicamente distintos.

Una dispersión americana compleja

Las evidencias encontradas muestran una rápida dispersión y diversificación temprana, incluyendo grupos desconocidos hasta ahora, a medida que la gente se trasladaba desde América del Norte hacia América del Sur. Esto resultó en múltiples migraciones independientes y geográficamente desiguales, incluyendo una que proporciona pistas de una señal genética Australasiática del Pleistoceno Tardío, y una posterior expansión relacionada con Mesoamérica, lo que condujo a historias de población, complejas y dinámicas, desde Norteamérica hasta Sudamérica.

De este modo, los científicos aseguran que, una vez al sur del este de Beringia, los nativos americanos irradiaron rápidamente, y dieron lugar a múltiples poblaciones. Este movimiento es genéticamente evidente, y había sido anticipado por la aparición “arqueológica-instantánea” de sitios en todo el hemisferio, sugiriendo que el mecanismo de movimiento no fue, simplemente, el crecimiento gradual de la población y la expansión geográfica incremental, sino que, probablemente, fue más parecido a un ‘salto de rana’ a través de grandes porciones del diverso paisaje intermedio.

Que la población primitiva se extendiera amplia, desigual y rápidamente, a través de las Américas, sugiere que su acceso a grandes porciones del hemisferio era esencialmente sin restricciones. Sin embargo, hay indicios (en algunos lugares) de barreras geográficas que condujeron a la deriva cultural y a adaptaciones re-regionales, incluso al principio del proceso de poblamiento. En el noroeste del Pacífico, las barreras geográficas eran menos formidables, pero la riqueza y diversidad natural de la región pueden haber llevado a los grupos a habitar nichos ambientales diferentes, lo que resultó en el surgimiento de fronteras sociales que mantuvieron la separación de las poblaciones.

En la discusión del artículo, se plantea que los genomas reportados “llenan vacíos en nuestra cobertura temporal y espacial, y son valiosos puntos de anclaje que revelan la historia de la población humana de las Américas. (…) había una población previamente desconocida en las Américas (UPopA), así como una que albergaba una señal de Australasia en el Pleistoceno Tardío y llegaba a América del Sur, pero que no dejaba rastros aparentes en América del Norte. Además, toda nuestra evidencia del proceso de poblamiento proviene de grupos arqueológicamente conocidos. Sin embargo, hay evidencia arqueológica de una presencia anterior, para la cual aún no hemos recuperado ningún ADN antiguo. Queda por resolver cómo estos diversos hilos poblacionales pueden unirse en última instancia, y cómo se relacionaron estas poblaciones con los nativos americanos del pasado y del presente”.

Representación esquemática de los procesos de dispersión y divergencia humana en las Américas, ordenados cronológicamente.