En cuanto a los resultados del Ranking de Calidad de las Universidades Chilenas 2018, que el Grupo de Estudios Avanzados Universitas y el diario “El Mercurio” aplican desde hace 7 años consecutivos a todas las Instituciones chilenas de Educación Superior (IES) acreditadas, la Universidad de Magallanes informa lo siguiente.

• Si bien todo este tipo de clasificaciones son útiles para sintetizar la información que interesa a los y las jóvenes en período de toma de decisiones educacionales, también simplifica una realidad que es bastante más compleja, generando una opinión pública que, en algunos casos, puede resultar distorsionada.
• Al respecto, las Estadísticas Vitales del INE publicadas en 2017 evidencian que “la tasa global de fecundidad, interpretada como el número promedio de hijos por mujer, experimentó una baja desde 5,5 en 1960 a 1,8 en 2015, presentando valores por debajo del nivel de reemplazo desde el año 2001”, es decir, en términos cuantitativos, la demanda educativa es cada vez menor, mientras en paralelo aumentan las exigencias de calidad que se aplican a la oferta, elevando el costo fijo de las IES.
• Dicha realidad nacional se agudiza a nivel regional, pues Magallanes está por debajo del promedio nacional de fecundidad. De hecho, estamos entre las que ostentan mayor envejecimiento. Esta característica de zona extrema que, además, es aislada respecto del resto del país, también redunda en un mayor costo de vida, hecho que igualmente impacta a la Universidad. En otras palabras, nuestra situación no es comparable ni competitiva, a la hora de medirnos con las IES del centro del país.
• Pese a ello, en nuestro último proceso de evaluación institucional por parte de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), logramos acreditar por 4 años las áreas de gestión, docencia de pregrado, vinculación e investigación, esta última, por primera vez, lo que nos hizo subir del grupo 2, correspondiente a instituciones docentes con proyección de investigación, al 3, que agrupa a las 19 universidades complejas que existen, actualmente, las cuales equivalen al 42% del total y que, según el análisis del estudio, es “la categoría más numerosa y dinámica”.
• Así como este logro implica aumentar las posibilidades de captar recursos, también aumenta las exigencias, como por ejemplo, profundizar en el desarrollo de los posgrados, que han ido en aumento en la medida de nuestras acotadas aunque poderosas oportunidades, como lo demuestra la acreditación del Doctorado en Ciencias Antárticas y Subantárticas, de los Magíster en Ciencias con las menciones de Glaciología y de Manejo y Conservación de Recursos Naturales, y del Magíster en Ciencias Sociales menciones Patrimonio e Intervención Social. Al mismo tiempo, estamos comenzando a ver los frutos de la internacionalización, evidenciada en mayor movilidad académica y estudiantil extranjera, convenios de colaboración con universidades de diversos continentes y diseño de postgrados binacionales.
• Vale la pena también consignar que estamos bien posicionados en cuanto a la composición por género de nuestra comunidad universitaria. En los últimos 8 años, la UMAG ha llegado a un total de 38 mujeres Magíster (52%) y 26 Doctoras (38%), cifras que coinciden con la tendencia nacional.
• El perfeccionamiento docente y la contratación de nuevos profesores con postgrado, permitió a su vez que la UMAG subiera 16 puestos en el último ranking de calidad de académicos de revista Qué Pasa y diario La Tercera, elaborado a partir de un indicador que recoge la OCDE para analizar el panorama educacional.

En suma, esperamos que esta publicación no empañe la imagen de la opinión pública regional hacia el esfuerzo diario que hacemos todas las personas de la Universidad de Magallanes, por hacer un trabajo de calidad en un escenario tan complejo como el nuestro.

Universidad de Magallanes