- Entre los mayores desafíos está concordar un instrumento único para medir salud en todo Chile, y reclutar a las 6 instituciones de educación superior restantes.
El año 1999, en la Región Metropolitana, nació la Red de Universidades Promotoras de la Salud (Red UPS). Al alero del Consejo de Rectores (CRUCH) y en articulación con los Ministerios de Salud y de Educación y la Organización Panamericana de Salud, la iniciativa buscaba desarrollar e implementar políticas, programas y actividades para contribuir a un mejor nivel de salud de las comunidades universitarias.
Las primeras en sumarse fueron las Universidad de la ciudad de Santiago, pero hoy ya son 21 en todo Chile. “Eso para nosotros es un avance, que sea un movimiento no centralizado sino que, al contrario, represente a todo el país. Pero nos queda el desafío de llegar a las 27 universidades del CRUCH, afirma Mónica Castillo Rosales, Matrona de profesión con un Magíster en Salud Pública, que cumple la función de Coordinadora de la Red. Sus declaraciones fueron vertidas en medio del encuentro nacional que los representantes de dichas universidades están sosteniendo desde este miércoles y hasta el viernes, en la Universidad de Magallanes.
Entre los principales logros cuentan las guías que orientan a las instituciones que se van sumando, y la realización de 8 congresos nacionales. El noveno se hará en la Universidad de la Frontera durante el mes de noviembre, “así que, desde ya, todos invitados los que quieran presentar trabajos, ya sean estudiantes o académicos, de calidad de vida y de promoción de salud en las comunidades universitarias”, motivó Castillo.
Qué tan saludables son las UPS
“Ésa es la pregunta que no termina de responderse, porque los contextos van cambiando”, afirma la académica de la Universidad Católica del Norte. “Dentro de la misma institución, incluso, vemos que, por ejemplo, hay áreas que son más saludables que otras; carreras que son más saludables que otras (…) no es un trabajo fácil. Es un trabajo a largo plazo que requiere estrategia y apoyo institucional”, explicó.
La Kinesióloga y Master en Ergonomía de la Facultad de Ciencias de la Salud, Adriana Barrientos, es la encargada del programa en la Umag. A su juicio, y tras la aplicación de herramientas para medir salud psicosocial y nutrición de funcionarios y estudiantes, la comunidad universitaria local tiene “un estilo de vida sedentario, con sobrepeso y malos hábitos alimenticios”. Sin embargo, todavía se trata más de una impresión que de una realidad, cabalmente, cuantificada, pues la docente informó que, como red, están “preparando un instrumento que se aplique a nivel nacional, y que mida actividad física y alimentación”.