Chile tiene pretensiones de soberanía en la Antártica, y ya la ejerce sobre una parte de los Campos de Hielo Sur. Sin embargo, tiene sólo dos chilenos especialistas en hielo. Ambos doctores en Glaciología hacen clases en el único Magíster sobre la materia, que se dicta en América Latina.
Según el Tratado de 1959, la Antártica es un continente de paz. Pero a largo plazo podría llegar a ser, precisamente, motivo de guerra, si se toma en cuenta todo lo que allí hay de sobra y que, en otros continentes, falta.
Sobrevuelo en Campos Patagónicos de Hielo Sur
De partida, tiene las reservas de agua más importantes de todo el planeta, en forma de hielo bajo el cual se esconden cantidades aún desconocidas de petróleo, oro, plata, hierro, cobre, zinc y, eventualmente, piedras preciosas como el diamante. La diversidad alimentaria es grande, como también su atractivo turístico y la información biológica que almacenan diversos organismos, capaces de vivir en condiciones extremas. En suma, la prohibición de usufructo que hoy pesa sobre aquella riqueza destinada a fines científicos, podría desaparecer mañana, si las necesidades o las ambiciones humanas llegan a ser más importantes que su protección.
En dicho contexto, un glaciólogo tendría mucho poder o, al menos, mucho trabajo. Incluso hoy, cuando en Chile sólo tres chilenos ostentan ese título: el prestigioso investigador de Geoestudios Limitada y de la Universidad de Magallanes, Gino Casassa; el profesor dueño de Geoestudios, Cedomir Marangunic, y el científico del Centro de Estudios de Valdivia (CECS), Andrés Rivera. Si se suman los 4 extranjeros que trabajan en Chile – Ryan Wilson y Sebastian Mernild del CECS, y Shelley MacDonell y Christophe Kinnard del CEAZA - hablamos de 7 glaciólogos apenas, para un país que espera ejercer soberanía sobre una parte de la Antártica, y ya la ejerce sobre una parte de la segunda reserva de agua dulce más grande de planeta, como son los Campos Patagónicos de Hielo Sur.
¿Dónde se enseña?
Doctor Gino Casassa
La Glaciología es el estudio del comportamiento de la criósfera, o de todo lo que está congelado. Tiene directa relación con el manejo de los recursos hídricos y el cambio climático, es decir, con todo lo vital. Por una parte, puede servir para descubrimientos científicos, pero por otra puede ser ciencia aplicada hoy en la sociedad.
Prueba de esta transversalidad son los 14 alumnos que ha tenido el Magíster en Ciencias mención Glaciología, que desde el año 2009 dicta la Universidad de Magallanes. Geógrafos, geólogos, biólogos e ingenieros civiles son las profesiones de quienes se interesan en los hielos, y para cuyo estudio, al menos en español, sólo pueden recurrir a la casa de estudios, ubicada en la región más austral del planeta, como es Magallanes y Antártica Chilena.
Pedro Cid, doctor en Química y coordinador del Magíster, muestra orgullo no sólo por la exclusividad de la oferta académica, sino también por el equipo que permite otorgarla. Son 11 doctores, entre ellos, dos alemanes y algunos chilenos de talla mundial, como Casassa o el climatólogo Jorge Carrasco, quienes recibieron el Nobel de la Paz como miembros del Panel Intergubernamental del Cambio Climático en 2007. También por el soporte internacional, pues este programa de posgrado es parte del Instituto Antártico Internacional (IAI).
Doctor Pedro Cid
Cid afirma que la mayoría de las tesis que se están desarrollando en este magíster, son absoluta novedad, al menos, en Chile. Como el estudio de permafrost del ingeniero en Biotecnología, Sebastián Ruiz. Indagar en el suelo congelado, por ejemplo, es de absoluta importancia, pues bajo el hielo yacen, atrapados, gases invernadero como el CO2 y el metano. Y nadie sabe cómo y en qué medida podrían liberarse ante el calentamiento global en el Polo Sur; y eso que la necesidad de saberlo es urgente. “Baste para ello observar – dice Cid – el deshielo que, cada verano, está afectando al sector de Bahía Fildes, en las islas Shetland del Sur”.
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