Profesor de la Umag Ricardo Rozzi fue uno de los científicos invitados al III Congreso del Futuro
2014/01/17noticiasCon el anuncio de un Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología por parte de Presidente Sebastián Piñera culminó el III Congreso del Futuro “Mirando a Chile”, organizado por la Comisión de Desafíos del Futuro de la Cámara Alta. Pero esos 3 días en el Congreso Nacional de Santiago, cerraron también con una serie de afirmaciones hechas por destacados científicos nacionales y extranjeros respecto a urgencias del presente.
Ejemplo de ello son las palabras del filósofo y biólogo chileno, doctor Ricardo Rozzi, profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Magallanes y del Depto. de Filosofía de la Universidad de North Texas, Estados Unidos. Rozzi intervino en el macrotema “La aventura de investigar”, con su charla titulada “La acalorada vida Subantártica”, y en ella habló, entre otros temas del mosaico cultural que compone a nuestro país. “Chile – dijo – es un país largo, muy diverso en lo biofísico, pero también cada unidad de paisaje va ligada a un lenguaje. Así están los pehuenches en los bosques de pehuén, los lafquenches en la zona de la costa, y los yaganes en la zona de Cabo de Hornos. Sin embargo, la diversidad cultural simbólico lingüística de Chile está mucho más deteriorada y amenazada que la diversidad biológica”.
Para el también investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad de Chile, este hecho tiene directa relación con la uniformización de los hábitats, cuya consecuencia natural es la uniformización de los hábitos. La diferencia de paisajes de sur a norte, no se replica en el cemento de las ciudades, por ejemplo, y la distancia que el ser humano ha puesto con su entorno más silvestre, lo ha llevado a ver la naturaleza como un recurso que tiene valor en cuanto le es útil (valor instrumental), y no como un ser vivo que vale por su sola existencia (valor intrínseco).
Lo anterior no es fundamento para no talar árboles ni comer animales, sino más bien para hacerlo con respeto e inteligencia; sin diezmar.
Un siglo más ético
La visión de este filósofo chileno ha adquirido notoriedad internacional, porque se ha inscrito en la historia del pensamiento ambiental de los últimos 100 años. Tal como se aprecia en la figura 2 (revista BioScience, febrero 2004), Rozzi es considerado el padre de la Ética Ecológica, tras no sólo acuñar, sino también aplicar el término Ética Biocultural en la ciencia ecológica. Dicho concepto está lejos de ser un código de normas por cumplir; en realidad, es un remezón a la autoconcepción de aquel ser humano moderno que se siente soberano de los recursos naturales, para que reaccione y se conciba como otro ser vivo entre tantos cuyas vidas merecen el mismo respeto.
Lo anterior también corre para el ecólogo que toma un insecto y, luego de introducirlo en un frasquito con alcohol, lo lleva a su laboratorio. No se trata de no hacer el estudio anatómico y fisiológico requerido, explica Rozzi, sino de hacerlo sólo cuando sea necesario y, el resto del tiempo, investigarlo en su hábitat, tratando de afectar lo menos posible su vida.
Como hace el Programa de Conservación Biocultural Subantártica que él dirige, y que se desarrolla en el Parque Etnobotánico Omora, ubicado a 3 kilómetros de Puerto Williams, en la Reserva de Biosfera Cabo de Hornos. En esas mil hectáreas, ciencia e ingeniería se unen para diseñar senderos y estaciones de observación que permitan a investigadores, escolares, profesores y turistas, impactar lo menos posible el entorno que llegan a conocer.
“Tomar consciencia de los otros seres vivos”, dice Rozzi, “nos humaniza. Y eso es lo que nos enseña la forma en que la cultura originaria yagán, se relacionaba con su entorno”. La respuesta para enfrentar esa pérdida de la diversidad cultural que él menciona, entonces, está en el austro.
Vea el video de la presentación en el III Congreso del Futuro aquí.