Investigadores chilenos y argentinos impulsan estudio del archipiélago fueguino como una sola unidad territorial
2017/11/05Boletín Normal, Portada UMAG, noticias-Generar una cartografía de cobertura de suelo para el área completa homologando los criterios de investigación, es el primer gran objetivo de este equipo de trabajo que se ideó dentro de la Red Binacional de Observación de la Tierra en la Zona Austral.
Con un seminario y un taller de trabajo enfocado a delinear acciones concretas en el ámbito del monitoreo de las coberturas terrestres en la Isla Grande de Tierra del Fuego y el archipiélago fueguino en general, se conformó, hace algunas semanas atrás, el Grupo de Observación de la Patagonia Austral (GOPA).
Se trata de un equipo académico integrado por decenas de investigadores de instituciones y universidades chilenas y argentinas, que surgió por la necesidad de integrar visiones en el estudio de esta extensa área como una sola unidad territorial, poniendo en marcha su labor, gracias a un proyecto conjunto entre la Universidad de Magallanes (UMAG) y el Gobierno Regional, con recursos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) en su línea “Programa de apoyo a la descentralización regional”.
De esta forma, Punta Arenas, fue sede de un encuentro de tres días, en el que los especialistas en geo ciencias de ambos países compartieron experiencias en el tema para, posteriormente, analizar y formular un documento metodológico orientado a la generación de una cartografía de cobertura de suelo en dicho territorio. La idea, según acordaron en la instancia, es contar con un instrumento que pueda ser utilizado para investigación, pero sobre todo para el ordenamiento territorial de esta zona austral en materia de planificación en el ámbito turístico, económico, entre otros.
El ingeniero forestal y académico de la UMAG, René Muñoz, plantea, al respecto, que el hecho de emprender futuras líneas de investigación y proyectos en este tema, requiere primero eliminar el sesgo territorial que ha primado en su estudio y monitoreo. “Tenemos la limitante de ver un solo lado, como si fuera un espejo, por lo tanto no existen cartografías del área completa, sólo hay aproximaciones”, explicó, asegurando que, con este trabajo, buscarán homologar distintos criterios para proyectar un estudio completo e integral del archipiélago fueguino.
“Pensamos y llegamos al consenso que es una herramienta bastante versátil y que, además, sienta las bases para un monitoreo a largo plazo. Es decir, si tenemos una cobertura de suelo para este año después en diez años más podemos volver a hacer el mismo instrumento y comparar qué pasó, qué cambios hubo en el territorio, pero, de esa forma, viéndolo siempre como una sola unidad territorial”, recalcó Muñoz.
En la misma línea, el investigador del Centro de Investigaciones Científicas Australes (CADIC) de Ushuaia, Argentina, Guillermo Martínez, dijo que el hecho de generar una cartografía única para toda la región “nos va a permitir tener un punto de partida para poder hacer futuras investigaciones, tanto en el plano del manejo, como la conservación, incluyendo aspectos de empresas o del manejo que hace el Estado del ordenamiento del territorio”. De igual forma, afirmó que esta colaboración, “va a dar pie a un observatorio más global a objeto de tener conocimiento certero de cómo estamos impactando en todo el Medio Ambiente y cómo nos podemos adaptar al cambio climático”.
Fruto de esta instancia de trabajo, es que ya se definió parte de la metodología como el área de estudio y los sistemas de clasificación, lo que corresponde a la etapa inicial en la elaboración de esta cartografía. El paso siguiente es postular un nuevo proyecto y asegurar la ejecución de una segunda etapa que permita tener una base de datos común para proyectar dicha cartografía binacional.
La idea de crear el GOPA surgió en una instancia integración más macro llamada Red Binacional de Observación de la Tierra en la Zona Austral que fue impulsada a partir de la realización de varios seminarios realizados, de manera conjunta, por la Universidad de Magallanes, el consulado de Chile en Ushuaia, el Centro de Investigaciones Científicas Australes (CADIC) y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego.