El rector Oyarzo, acompañado de los vicerrectores y decanos, constataron el estado de los edificios durante la entrega por parte de los estudiantes que estuvieron movilizados desde mediados de junio.

Luego de 25 días en “toma”, este domingo a las 12:00 horas, los estudiantes movilizados de la Universidad de Magallanes depusieron la medida, y entregaron las dependencias del campus central a las autoridades por el rector Juan Oyarzo. De esta forma, los edificios quedaron al resguardo de la administración universitaria, horas previas al receso de invierno, que se extenderá desde este lunes 10 al domingo 16 de julio próximo.

“Tal y como acordamos con los estudiantes, hoy al mediodía nos entregaban las instalaciones, y así sucedió. Yo quería ver, particularmente, este edificio que alberga las Facultades de Educación y Ciencias Sociales y de Ciencias Económicas y Jurídicas, que fue el primero que ocuparon, y, afortunadamente, encontramos todo normal (…), entonces me quedo satisfecho, porque los espacios están limpios, y ahora corresponde un repaso final para enfrentar las actividades del día lunes 17 de julio, fecha en que reanudamos nuestras actividades”, declaró el rector Oyarzo tras realizar un recorrido junto a los alumnos por las salas y lugares comunes de dicho edificio.

Paralelamente, decanos y directores de departamentos también constataron el estado de las demás Facultades, arrojando un balance positivo. Minutos después, tanto académicos como funcionarios de la Unidad de Recursos Físicos fueron testigos del despeje de uno de los accesos principales al campus, por parte de los estudiantes: el de calle Comodoro Arturo Benítez, quedando así habilitados todos los ingresos a la Universidad.

Balance

Pero más allá de los acuerdos alcanzados que permitirán una recalendarización para las carreras faltantes, y la incorporación de todos los representantes a la Mesa Transitoria de Trabajo, el rector quiso hacer hincapié en el balance que dejó esta movilización.

“Yo era partidario de poder hacer este diálogo antes, pero dada la intransigencia por parte de los estudiantes, esto se fue dilatando (…). Ahora nos queda la lección que esto no puede ser repetitivo, porque basta que sólo un curso tenga un motivo para que esto, inmediatamente, pueda explotar en una ‘toma’ o paro”. A juicio de la máxima autoridad universitaria, “en esto tenemos que educar a los alumnos, e insistir en que se puede solucionar dialogando”. En ese sentido, y para resguardar la seguridad del campus frente a futuros conflictos, Oyarzo informó que el Consejo Académico propuso instaurar la acción de recurrir a los recursos de protección en medio de la ocupación de los edificios.

Del lado estudiantil, en tanto, el presidente de Psicología, Alejandro Babaic, se refirió a la autocrítica que surge del movimiento. “Por parte de los estudiantes, quizás uno de los mayores puntos en los que tenemos que centrarnos es en habernos apresurado, haber sido muy emocionales, pero también eso pasó porque notamos que hay mucho descontento por parte del estudiantado, que quizás va por un tema de acumulación”, explicó.