Ues de Magallanes y de Antofagasta comienzan a delinear investigación conjunta
2017/04/05Boletín Normal, noticias- La intención de los científicos es postular a los fondos que ofrece el Ministerio de Educación, para financiar iniciativas de casas de estudios superiores del Estado que cooperan entre sí, como una manera de potenciar su fortalecimiento a través de los convenios marco en red como el de ambientes extremos.
Las Universidades Estatales tienen, desde hace un par de años, un nuevo modelo de relación con el Ministerio de Educación. Se trata de un convenio marco a partir del cual se comprometen a cumplir ciertos objetivos en las áreas de formación, investigación y vinculación, a cambio de fondos basales. Dicho acuerdo también las insta a formar redes entre sí, desafío que las Universidades de La Frontera, de Magallanes y de Antofagasta asumieron, poniendo el foco en una de sus coincidencias: contar con ambientes extremos en sus territorios, donde viven organismos que sus investigadores estudian para entender cómo es que sobreviven a dichas condiciones, y cuánto se puede aprender de ellos para simple conocimiento o eventuales aplicaciones.
Para que esta idea funcione, lo primero que hay que hacer es formar la red, es decir, destinar esfuerzos y recursos a conocerse o re establecer contactos entre académicos de dichas instituciones. A eso responde la reciente visita del profesor titular de la Universidad de Antofagasta, Dr. Jorge Valdés, a la Universidad de Magallanes. Este Ingeniero en Acuicultura y Doctor en Ciencias Ambientales que dirige el Instituto de Ciencias Naturales “Alexander Von Humboldt” de la misma casa de estudios, es especialista en Paleoceanografía del Norte de Chile, tarea similar a la que desarrolla el profesor de la carrera de Biología Marina de la UMAG, Dr. en Oceanografía Javier Díaz Ochoa, quien se dedica a la Paleoceanografía y Evaluación de Recursos Pesqueros en Magallanes. Ambos se conocieron cuando este Biólogo Marino hacía su tesis doctoral en parte de bahía Mejillones y de Perú, sector donde Valdés lleva trabajando más de 20 años. De hecho, asegura Díaz, “primero lo conocí por sus trabajos publicados”.
La intención de ambos investigadores y los equipos con los cuales trabajan, es formular un proyecto para postular a la convocatoria del Ministerio de Educación, que ofrece financiamiento de estudios en red. “La idea es aprovechar toda esa experiencia, todo ese conocimiento (…) para desarrollar un área que, en nuestro caso, no está desarrollada, como es el área de oceanografía y paleoceanografía”, remarcó Díaz. Valdés agregó que también se espera concretar “la cooperación para formación de investigadores, a nivel de postgrado y pregrado, principalmente”.
Otros vínculos interuniversitarios
La visita también tenía fines institucionales, pues del Dr. Valdés a la UMAG llegó con la misión de generar vínculos como director del Doctorado en Ciencias Aplicadas de la UA. “Siempre estamos en la búsqueda de alianzas que nos permitan, por ejemplo, el intercambio de estudiantes, el intercambio de investigadores (…) porque eso fortalece la actividad de formación de postgrado, y es lo que el Ministerio está buscando”, aseguró.
Desde esa posición, se abrió a dar consejos a quienes empiezan a aventurarse por ese camino.
- ¿Qué importancia tiene acreditar un postgrado?
La importancia es completa porque, sin acreditación, los estudiantes no tienen acceso a becas, que es lo primero. Las becas de CONICYT para estudios de postgrado, están supeditadas a que los programas estén acreditados, entonces, por ahí pasa todo. Nosotros tenemos un programa de doctorado que lleva 10 años acreditado. En este momento estamos terminando el proceso de autoevaluación para someternos a la acreditación a fin de año, así que tenemos bastante experiencia.
- A partir de esa experiencia, ¿qué consejos le puede dar a la Universidad de Magallanes, que este año intentará acreditar el primer Doctorado en su historia?
“En nuestra experiencia, nosotros pensamos que lo más importante es tener un cuerpo académico de primer nivel. O sea, cuando tú formas lo que se llama el núcleo – porque así le llama la CNA (Comisión Nacional de Acreditación) al cuerpo académico central del programa de Doctorado – que sean entre 7 y 8 académicos de buena productividad, tú tienes, prácticamente, el 40% del proceso de acreditación ganado, porque es en lo primero que se fijan. Varios programas no han sido acreditados, precisamente, porque su cuerpo académico no demuestra productividad. Lo segundo tiene que ver con lo que le llaman el “plan de mejoras”. O sea, cuando uno identifica una debilidad, debe resolverla antes de postular a la acreditación, y no dejarla pendiente. Entonces, con esos elementos, más todo lo demás que tiene que ver con temas administrativos, temas de estudiantes, reglamento, te configura un cuadro que te deja bien posicionado para la acreditación, y en eso estamos ahora”.
Punta Arenas, 4 de abril de 2017